Hija del poder [nueva Era I]

Capítulo V

Daniel Mitchell 

Debe poder retrasarse; solo falta una semana para el cumpleaños de mis mellizos y yo no hago más que rebuscar en los libros viejos de Eleonor. Tiene que haber alguna forma de retrasarlo, de ocultarlo por otro tiempo más. 

—Aún no está lista Ellie, aún no. —Susurró recordando justo cuando mi adorada Ellie y yo hablamos por última vez.

 

—Dan, sé que tu y yo nunca hablamos de esto pero necesitamos hacerlo ahora. —Eleonor me mira de soslayo mientras continúa preparando la tartaleta de moras y chocolate que tanto les encanta a los niños. Frunzo el ceño al escuchar su tono nervioso y me acerco a ella hasta abrazarla por la espalda. 

—¿Qué sucede Ellie? —Pregunto repartiendo besos por sus hombros y nuca, ella me da una de esas hermosas sonrisas y suspira. 

—Ambos sabemos que la magia corre por mis venas y también sabemos que es algo hereditario. 

—Lo sé y es algo genial ¿qué es lo que te preocupa cariño? —Pregunto sin entender. —Ninguno de nuestros chicos ha mostrado indicios de magia en ellos hasta ahora. —Mi querida esposa suelta un suspiro lleno de pesar y se da vuelta en mis brazos. 

—Eso es solo porque ningún hombre hereda la magia. —Susurra. —Pero nuestra querida Ross sí Dan y estoy aterrada por ello.

—¿Aterrada? —Sonrío y beso las arrugas de preocupación que se han formado en su frente. —¿Por qué habrías de estar aterrada, cariño?  Nuestra pequeña diablilla estará feliz de hacer travesuras con su magia, estoy seguro que va a amarte más cuando se lo expliquemos. —Ella niega y me da un pequeño empujón para apartarse de mí. 

—No podemos decirle nada Dan, ni a ella ni a sus hermanos —Está vez quien se preocupa soy yo por su tono y me acerco a ella de nuevo. —Nadie puede saber nunca de los poderes de Ross, mi pequeña niña es tan vulnerable ahora que ni siquiera ella puede enterarse de nada... Si alguien la viera, si alguien llegara a enterarse ¡Oh Dan! eso no puede suceder. 

—No estoy entendiéndote Ellie ¿qué es lo que  va mal? ¿por qué tenemos que ocultarle sus orígenes a Ross y a los niños? —Le pregunto mientras vuelvo a abrazarla. 

—Ross no es como yo, ni siquiera es como las otras brujas Dan. —Dice amargamente y yo no hago más que confundirme. 

—¿No es una bruja? —Indago y ella solloza en mi pecho. 

—Ojalá y no lo fuera, ojalá y solo fuera una humana. —Acuno su rostro con ambas manos y limpio sus lagrimas con mis pulgares. 

—Ellie, dime que va mal con nuestra niñita cariño, vamos cuéntamelo para que pueda ayudarte. —Susurró con dolor al verla llorar. 

—Nuestra pequeña niña es tan poderosa Dan, tanto que mucho codiciarían su poder —Toma una bocanada de aire mientras intenta calmarse. —Cuando la Diosa Selene me lo dijo aquella noche no quise entenderlo Dan, no quise verlo ¿pero ahora? veo como el poder crece con ella y se arremolina en su interior y tengo tanto, tanto miedo por nuestra niña. 

—¿La diosa Selene? ¿Quién es esa? ¿De qué estás hablando Eleonor? —Ella sacude la cabeza ante mis preguntas. 

—Hay cosas de las cuales no puedes enterarte amor mío. —Me da un pequeño beso de consuelo y yo siento mi frustración crecer. —Si te contará todo estaría poniéndote en peligro Dan, y yo no quiero que nada te pase. 

—¿Peligro? ¿¡Elionor de qué demonios estás hablando!? —Espeto sin poder evitarlo y me separó de ella. —¡Tienes que decirme que es lo que pasa! ¡No más secretos! ¿Lo recuerdas? ¡NO más! —Ella se encoge en su sitio en el momento que le recuerdo nuestro juramento, sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas y yo maldigo internamente por hacerla llorar de nuevo. —Perdona cariño, perdona es solo que... Odio que me ocultes cosas Ellie y cuando estas cosas se tratan de mi familia... No puedes culparme, se supone que yo debo protegerlos. —Digo de manera apresurada y ella se lanza a mis brazos. 

—Siempre y cuando sepas lo suficiente estaremos a salvo Dan. —Susurra y luego me besa. —Todo lo que tienes que saber ahora es que Ross no sabrá nada de sus poderes hasta que tenga 18 años, he hecho un hechizo para bloquearlos pero solo aguantara hasta esa edad, después de ahí Ross será demasiado fuerte para mi magia.

—¿Por qué? —Le pregunto y ella niega. 

—Dan, hay otra cosa. —Se separa un poco de mi y me mira a los ojos. —Tienes que prometer que si algo llega a pasarme cuidarás de ella y cuando el momento llegue le dirás toda la verdad. 

—No, no, no, no Ellie. No. Nada va a pasarte y no voy a prometerte eso porque sé que estarás tú para decirle. —Digo decidido pero cuando la veo a los ojos solo veo un dolor profundo y siento a mi corazón romperse. —¡Dime que sabes Eleonor! ¿¡Qué se supone que va a pasarte!? —La sacudo por los hombros lleno de desesperación pero ella solo niega. 




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