Hijas de la Luna

Capítulo 5

Capitulo 6. Pruebas, dolor y valentía.

JANE

Mis nudillos tocan varias veces la puerta de la habitación de Julie, ella no tarda en quitar el seguro y abre la puerta en menos de un segundo, su rostro cansado aparece ante mis ojos, le sonrío tímida y alzo mi mano izquierda donde una bolsa llena de golosinas cuelga de mi muñeca, ella suelta una risita por lo bajo y se hace a un lado dejándome pasar. Me introduzco hacia la oscuridad de su habitación, enciendo la luz antes de lanzarme sobre su cama y vaciar la bolsa a mi lado, Jules se sienta frente a mi y toma uno de los dulces de piña.

—Lamento haberte dejado sola Jules, me comporté muy egoísta y fui una mala gemela —susurro disculpándome de nuevo y tomando su mano.

Ella sonríe de lado y rueda los ojos negando con la cabeza.

—Ya te dije que ni Charlie ni tú no tienen la culpa de nada, soy yo la que está mal —murmura—. Es que... no puedo controlarlo, en el momento menos esperado el pánico me invade y luego ya no tengo ningún control sobre mi cuerpo, quizá ya no soy tan fuerte como antes Jane.

—Claro que no, tú eres más fuerte que nadie en este mundo Juliette Gaia Castleland, pero sé que tienes miedo, no entiendo cómo funciona exactamente esto de la ansiedad... pero te prometo que buscaré en internet cómo puedo ayudarte si vuelve a pasar, y no voy a despegarme de ti, lo prometo.

—Gracias, rubia —susurra suspirando—. Pero no creo regresar a Kingston, mamá hablará con Dominic para ver si hay alguna posibilidad de que pueda estudiar desde casa.

—¿No quieres regresar?

Ella desvía la mirada.

—No creo estar lista aún, creo que este año estudiaré desde casa mientras trato de superar esto. Tal vez más adelante pueda ir y ser... normal, como tú.

—Tú eres extraordinaria Jules, sé que podrás con esto y mucho más.

Mi hermana sonríe un poco y asiente despacio mientras degusta el caramelo de piña, pasamos toda la tarde comiendo dulces y charlando de muchas cosas, y cuando nuestros estómagos se encuentran a punto de explotar ambas nos acostamos sobre la cama una al lado de la otra.

—¿Qué se siente tener novio, Jane? —pregunta de pronto.

Suspiro sintiendo cosquillas en el estómago al pensar en él.

—Bueno, solo llevamos un par de días pero se siente como... si tuvieras una batalla mágica dentro del estómago todo el tiempo; al principio me ponía nerviosa cada vez que él me miraba y me robaba besos, ahora quisiera tenerlo cerca de mi siempre para que lo haga. Querer a Charlie es bonito, Jules, y saber que él también me quiere lo hace mucho mejor, pero también siento miedo de perderlo en cualquier momento.

—¿Estás... enamorada de Charlie?

Lo pienso un momento, él me hace sentir en las nubes y logra robar mi aliento con sus besos tiernos y pícaros, me provoca muchas sensaciones y cuando estamos separados lo extraño. Me gusta hablar de todo y de nada con él, que me enseñe a jugar sus videojuegos mientras me reta por no ponerle tanta atención, también me gusta cuando me enseña cosas que yo no sé.

—A veces creo que lo estoy pero... —trago fuerte cerrando mis ojos— a veces también pienso que es muy pronto para asegurarlo, además tal vez yo no sea su compañera.

—¿Es eso o sigues pensando en Frey?

La mención de su nombre provoca un vuelco furioso en mi pecho, sus ojos azules profundos vienen a mi mente al igual que aquel roce de labios que tuvimos la primera vez que nos vimos, el dolor de su pérdida regresa a mi corazón. Hace tanto tiempo que lo vi por última vez, no he vuelto a saber de él para nada, aún duele su traición, lamento mucho no haber podido salvarlo de la oscuridad. Pero deseo en el fondo de mi corazón que él pueda encontrar a alguien que pueda ser su salvación, alguien que logre sacarlo del abismo lleno de oscuridad, maldad y resentimiento en el que su propia familia lo ha hundido.

—Sé que está mal seguir pensando en él, pero no puedo evitarlo. Él significó muchísimo para mi, fue la única persona además de ti que estuvo conmigo cuando estábamos en el Bosque Oscuro —pronuncio con la voz entrecortada—. Aún me pregunto por qué logré conectarme con él, si él estaba del lado de los malos, ¿por qué tuve que conectarme precisamente con él?

Julie suspira.

—No lo sé, supongo que el destino es un maldito desgraciado que se desquita con las personas más inocentes, quizás es porque son los mejores guerreros, tal vez todo lo malo que nos pasa es para fortalecernos de alguna forma...

Jules es interrumpida por un fuerte grito de dolor que parece ser de un hombre, ella me mira con lástima, como si supiera lo que ha pasado. La miro con extrañeza mientras me levanto y corro hacia el lugar de donde provino el grito, en el camino me tropiezo con mamá y papá quienes vienen corriendo por el pasillo y lucen verdaderamente preocupados. Nos llevamos una gran sorpresa cuando encontramos a Aren envuelto en un fuerte llanto mientras Jade lo abraza y acaricia su cabeza. Julie se detiene a mi lado.

Mi hermana mayor nos da la noticia de que la madre de Aren ha muerto. Papá, mamá y yo nos turnamos para abrazar a mi cuñado intentando darle nuestro apoyo, Julie se acerca antes de que Jade y él se marchen a donde sucedió todo y abraza a Aren dejándonos a todos paralizados, porque Jules es demasiado penosa y jamás ha abrazado a alguien que no fuera sus hermanas o sus padres.

—Ella estará pronto en un lugar mejor, lo prometo.

Aren asiente limpiando sus lágrimas y deja un beso en la cima de su cabeza, luego él toma a Jade de la mano y se marcha a reconocer el cuerpo de su madre.

Mis ojos buscan los de Julie pero ella se marcha tan rápido que no tengo tiempo de decirle algo.

Mamá pone su mano sobre mi hombro y me mira con cariño.

—Ella va a hablar contigo cuando se sienta lista, mi amor, no hay que presionarla, ¿De acuerdo?

—Está bien.




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