Capítulo 8

Capitulo 9. Conexión inquebrantable.

JULIE

Han pasado alrededor de veinte minutos desde que Owen y yo nos quedamos callados, el ambiente se ha vuelto más frío y lo único que se escucha en todo el lago es el sonido de los bichos nocturnos que rondan a nuestro alrededor. De pronto recuerdo que he venido a pedir la ayuda de mi primo muerto para otra cosa y volteo a verlo.

—Owen, yo venía para otra cosa en realidad —murmuro mirando su perfil aniñado, él voltea a verme atento—. Se trata de Jane, cuando ambas estábamos en el Bosque Oscuro... ella intentó comunicarse con alguien en este mundo utilizando el poder del sol, pero para su mala suerte logró crear una conexión con Frey Donovan que le permitía adentrarse a sus sueños y hablar con él. Ahora parece ser que esa conexión sigue allí y él la está utilizando para acercarse de nuevo a Jane.

—Entonces ahora ella quiere destruírla —adivina a lo que yo asiento.

—Hace dos años que él no se comunicaba con ella y ahora de repente aparece de nuevo en su vida, creo que intentará utilizarla para llegar a Jade.

Owen endurece el rostro y se pierde en sus pensamientos por unos minutos.

—¿Estás segura de que utilizó el poder del sol? Porque según tengo entendido en el Abismo de los Lamentos no se puede utilizar un poder de esa magnitud... ni siquiera Freya podía acercarse a él sin debilitarse. ¿No es así? ¿Estás segura de que no fue otra cosa? ¿A caso nunca te has preguntado por qué tú puedes verme, Jules? Si se suponen que ninguna de las dos posee ya esos poderes.

Mi mente de pronto hace clic y todo comienza a tomar más sentido en mi cabeza.

—Pero... se supone que Jane y yo solo heredamos el gen licántropo de papá —susurro confundida.

Owen se ríe y niega con la cabeza.

—Existen los híbridos, niña boba.

Bufo ofendida y desvío la mirada hacia otro lugar.

—¿Qué crees que seamos entonces?

El chico se encoge de hombros.

—Bueno, la rubia creó una conexión por si misma, ¿qué especie puede hacer eso?

Mis ojos se abren de par en par.

—¡Las hadas! Su corazón elige con quién compartirá un lazo.

—¡Bingo! ¡las hadas! —grita eufórico—. Si no nos equivocamos la rubia es un hada, por alguna razón su corazón buscó directamente al de Frey y allí debió ser cuando los entrelazó, eso no fue hecho con el poder del sol. Así que lastimosamente Jane no puede destruir la conexión, porque es eterna, es muy similar al lazo entre compañeros licántropos.

Chasqueo los dientes frustrada, esto debe ser una broma. ¿Cómo puede ser posible que el corazón inocente y puro de Jane se haya entrelazado con el corazón lleno de odio y maldad de Frey?

Pero hay algo más delicado todavía, si Jane entrelazó su corazón con el de Frey, es muy probable que sean compañeros eternos también, tal y como sucedió con Jade y Aren, pero... ¿sabrá mi madre sobre esto? Si es así, ¿por qué está permitiendo que pase? ¿por qué dejaría que su hija uniera su vida a un psicópata?

No tiene sentido.

—Y yo... ¿Qué soy yo?

Owen me mira completamente serio, mi piel se eriza por su mirada, lo miro expectante esperando a que me de una respuesta.

—Una friki con aires de emo.

Él estalla en carcajadas mientras que yo le doy una mirada incrédula.

—¡Owen, hablo en serio! —exclamo enojada cruzándome de brazos. El niño me ignora por completo y sigue riendo a carcajadas un rato más.

Debo esperar como cinco minutos para que el pequeño idiota se calme y pueda hablar.

—Lo siento, no pude evitarlo. ¡Debiste ver tu cara! Jamás me había divertido tanto —se burla—. Escucha, no sé qué puedas ser exactamente, digo, puedes verme sin que yo tenga que usar una fuente de energía para poder materializarme frente a ti.

—Supongo que cuando me transforme podremos descubrirlo.

—No puedo creer que estén a pocos meses de experimentar su primera transformación, parece que fue ayer cuando tus padres dejaron a Jade con mi madre y conmigo porque ustedes estaban a punto de nacer y no podían cuidarla. Y si, yo me acuerdo de eso.

—Quién lo diría, tú serías un vejestorio de veinticuatro años.

Owen sonríe.

—Te apuesto a que sería todo un rompecorazones.

El rostro de Daniel Vikram aparece en mi mente cuando escucho la palabra "rompecorazones", mi rostro se endurece al recordar a ese chico tan grosero, antipático y prepotente. Sus ojos grises burlones y su postura de "me vale la vida" son tan molestos, pero con ellos viene también el recuerdo del revoltijo tan brusco que le causó a mi estómago cuando tomó mi mano.

—¿Qué te pasa? Luces como si quisieras agarrar a golpes a esa pobre piedra —interrumpe Owen mis pensamientos.

—Aren tiene un primo...

—Luka Vikram y te cae mal, lo sé, ¿qué tiene eso de nuevo? —me interrumpe.

—No estoy hablando de Luka.

El entendimiento abarca sus ojos.

—Hablas de Dan —susurra.

—¿Lo conoces?

— Si, él y yo éramos amigos cuando estaba vivo, solíamos jugar "Mortal Combat" y "Contra" en mi vieja consola —relata con la mirada llena de nostálgia—. Éramos uña y mugre, como tú y la ricitos de oro, recuerdo que fue uno de los primeros que fui a visitar cuando me volví esta especie de fantasma. Estaba destrozado al enterarse de mi muerte, nunca me había sentido tan culpable y triste hasta que lo vi llorar mi partida y la de mis padres. Él bromeaba con estar enamorado de mi mamá pero sé que en realidad él quería a mis padres como si hubiesen sido suyos también.

—Lo haces sonar tan buena persona —susurro negando con la cabeza—. Si lo vieras ahora te decepcionarías, es muy malo, Owen, tiene esa mirada llena de prepotencia y trata groseramente a las personas. O quizá fue solo conmigo, quizá le caí mal al instante.

Owen bufa y me mira por unos minutos antes de sonreír levemente.

—Tal vez le gustaste, eres idéntica a mi mamá, tienes sus ojos azules y su cabello oscuro. También su sonrisa y ese aire de inocencia, puede ser que le hayas hecho recordar a ella —opina—. Dale tiempo Jules, él ha sufrido mucho también, sé que no lo he visto desde hace mucho, pero lo conozco y sé que esa actitud debe ser solo un escudo para protegerse del dolor. El verdadero Daniel Vikram es un chico serio pero amable, él tiene un buen corazón.