Hijas de la Luna

Capítulo 10

Capítulo 10. Alianza y dolores.

JULIE

Es de noche cuando unos golpes en la puerta de mi habitación me sacan de mis sombrios pensamientos. Me separo un poco de la ventana para voltear y murmurar un seco "adelante", para mi sorpresa quien aparece detrás de la puerta es Charlie, ladeo la cabeza mirándolo con curiosidad, sabía que estaba en la mansión; escuché su voz cuando llegó hace una hora, también oí sus pasos y los de Jane en el pasillo antes de escuchar el golpe seco que hizo la puerta de la habitación de la rubia al cerrarse tras ellos. Tiene su cabello castaño claro todo alborotado y sus labios están hinchados y más sonrojados de lo normal, aparentemente la sesión de besos de hoy estuvo intensa.

Charlie carraspea sonriendo antes de adentrarse a mi habitación a paso dudoso y con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón, un gesto que suele hacer cuando está nervioso o apenado.

Alzo una ceja a la espera de lo que sea que tenga que decir.

—Quería venir a ver cómo estabas; no te veo desde tu primer día se clases...

—Mi desastroso primer día de clases querrás decir —murmuro cruzándome de brazos recordando el momento vergonzoso que pasé frente a todos.

—No fue tan malo.

—Fue horrible y humillante.

Charlie hace una mueca.

—También quiero disculparme por haberte dejado sola ese día, no debí...

—Basta —lo interrumpo negando con la cabeza—. Estoy cansada de decirles a todos que no fue su culpa, solo quiero olvidarlo y que ustedes también lo hagan, no sientas más culpa por eso, porque nadie más que yo la tengo.

—No digas eso, Jules.

—Es así —me encojo de hombros—. Prefiero dejarlo atrás y espero que tú también lo hagas.

—De acuerdo.

Guardamos silencio un momento hasta que él parece recordar algo y sonríe mirándome con un poco de diversión.

—Me topé con Luka Vikram en la entrada de la mansión hace rato, ¿cómo va todo con él? Parece que te quiere mucho.

Sonrío un poco recordando a mi bobo amigo, vino a casa después del almuerzo para pasar la tarde conmigo, lo ha estado haciendo casi todos los días desde que se enteró de mi crisis en Kingston. No sé cómo lo hace pero logra hacerme olvidar por momentos las cosas malas que suelen atormentarme, supongo que la luz exuberante de su personalidad hace algún tipo de contraste con la oscuridad de la mía. Sea lo que sea, Luka logra aliviar el constante dolor, y eso me agrada.

—Es como mi mejor amigo... yo también lo quiero mucho, pero si se lo dices lo negaré.

Charlie suelta una risita sacudiendo la cabeza en negación.

—¿Por qué siempre te empeñas en ocultar lo que sientes, Juliette Castleland? A veces está bien demostrarle a tus amigos lo mucho que los aprecias.

Desvío la mirada hacia mi ventana de nuevo a la vez que suelto un profundo suspiro.

—No me gusta. Me hace sentir vulnerable.

—Entiendo, a veces yo también oculto lo que siento. Sé que parezco alegre todo el tiempo pero en algunos momentos no me siento así por dentro y uso mis burlas y estupideces como un escudo para que nadie lo note.

Me giro hacia él con mis cejas juntas y una pequeña sonrisa en los labios.

—¿En serio? ¿por qué te sentirías mal? Es decir, tienes un hermano que daría la vida por ti, eres un Beta, toda tu manada te ama y... ahora tienes a Jane.

Charlie asiente pero después suspira nostálgico.

—Y estoy agradecido por tenerlos, pero muchas veces no puedo evitar pensar en que el día que nací mi madre murió, hace cuatro años mi padre cometió traicion y fue desterrado, y mi hermana, lo que le hicieron... rompe mi corazón cada vez que lo recuerdo.

Borro mi sonrisa de golpe al escucharlo y de inmediato me siento mal por haber dado por hecho que tenía todo y era más que feliz por eso. Y es que Charlie es una persona tan bromista y alegre que no me imaginé nunca que guardaría siquiera una pizca de dolor en su interior.

—¿Lo vez? No eres la única que sabe ocultar lo que siente.

—Lo siento —susurro.

—Sé que lo que he enfrentado no se parece a lo que tú pasaste o que quizá no sea tan horrible, y no intento compararlo o algo así, solo quiero decirte que de alguna forma u otra se que lograrás salir adelante... si pude hacerlo yo con toda la mierda que cargaba y lo debilucho que era y sigo siendo, sé que tu también podrás, porque eres fuerte, aunque no lo veas.

Una sonrisa inconsciente cruza mis labios.

—Quizá tu tampoco puedas ver lo fuerte que eres. Si no lo fueras no estarías aquí.

Una risita aireada se escapa de su boca.

—Supongo entonces que ambos estamos ciegos.

Ruedo los ojos pero no lo contradigo. Sé que Charlie es de confianza, por sorprendente que parezca... muchas veces puedo ver el aura de las personas: esa extraña cúpula de diferente color que nos rodea y que representa como somos en nuestro interior. El color que envuelve a Charlie Trainer es puro y brillante, con algunos matices de muchos colores diversos, puedo confiar en él. Así que tomando un profundo respiro clavo mis ojos en los suyos y doy un paso más cerca.

—Necesito pedirte algo muy importante.

La expresión de Charlie se endurece y hay confusión en su mirada, pero aún así parece más que dispuesto a ayudarme.

—Te ayudaré en lo que sea, Jules, solo dime qué necesitas.
—Sé que quieres a Jane, pude verlo durante todo el año que pasaste luchando por ella, y sé que puedo confiar en ti —comienzo diciendo, él asiente seriamente y yo continúo—. Así que quiero pedirte que... la protejas si algun día no estoy.

Su rostro se relaja al escucharme.

—No digas eso, no va a pasarte nada...

—Charlie, no siempre vamos a estar juntas, en cualquier momento por cosas del destino o lo que sea... vamos a ir por caminos separados. Lo que viene... lo que ellos trajeron al pueblo oscurecerá los días de nuevo y el peligro nos acechará más que nunca. Amo a Jane pero sé que ella es vulnerable y necesito que me ayudes a protegerla. No me cuestiones, solo ayúdame.




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