Hijas de la Luna

Capitulo 13

Capítulo 13. Cara a cara.

JULIE

Sus dedos tamborilean sobre la superficie del escritorio del estudio de mamá, el silencio en el lugar es tenso mientras parece tratar de apaciguar la furia que siente dentro. Los ojos esmeralda de Jade me observan serios mientras que los mios azules le regresan la mirada con cautela por la expresión severa de su rostro y con cierto temor a que comience a regañarme por haber salido de los límites de la protección de mamá, pero sé que ella sabe que de nada servirá echarme en cara un error que ya está hecho, así que respira profundamente y dándole una mirada de reojo a Aren quien se encuentra a su lado a la espera de lo que dirá carraspea su garganta y regresa a mi.

—Fue muy imprudente lo que hiciste Julie y lo sabes, es por eso que lo único que te diré es que necesito que tengas más cuidado, sé que amas ir con Owen pero no puedes olvidar que ahora mismo Darkwood no es tan seguro y que nosotras somos el blanco principal de esa cosa —la firmeza en su voz le sorprende incluso a ella—. No sé qué haría si las volviesen a separar de mi, así que de ahora en adelante no irás más sola al lago.

Eso me toma por sorpresa.

—¡¿Qué?! Pero Jade...

—Es mi última palabra Juliette, de ahora en adelante Charlie y Jane irán contigo.

Bueno, eso no es tan malo. Después de todo le prometí a Owen llevar a Jane, y confío plenamente en Charlie, así que...

Aren posa su mano sobre el hombro de Jade llamando su atención. Mis ojos brillan pensando que él se pondrá de mi lado y comprenderá que todo fue una equivocación, pero así como viene el brillo así sé va cuando el rubio habla.

—Creo que sería una buena idea que Daniel también los acompañara, él tiene un entrenamiento superior en lucha y en cualquier caso de ataque podría ser de mucha ayuda. Charlie también está entrenado pero creo que con dos cambiantes protegiéndolas será mejor que uno solo.

—¡¿El bruto ese?! ¡Me niego! —exclamo apresuradamente espantada.

Aren me mira comprensivo.

—Sé que no te dio la mejor primera impresión, Daniel suele ser un poco tosco al principio pero luego te prometo que es más amigable. Él es uno de los mejores en combate de BloodMoon. Me encargaré yo mismo de decirle que se comporte contigo, ¿si? Quizá juntarse con ustedes le haga bien.

—No somos niños que pueden obligar a juntarse, ¿lo saben, no es así? —murmuro entre dientes visiblemente molesta.

—Si, pero estamos a cargo de ustedes y a pesar de que ya son mayores de edad siguen viviendo en esta casa acatando las ordenes de nuestros padres quienes nos dejaron a Aren y a mi la responsabilidad de velar por su seguridad, así que harás lo que digamos —intervene Jade—. Esos golpes en tu cara no serán nada en comparación con lo que te harán esos locos si te atrapan...

—¿Crees que no sé lo que es que te torturen? —la interrumpo con ironía y alzo mi mano en la que falta uno de mis dedos.

Jade aprieta la mandíbula con fuerza y me miro con reproche.

—Julie...

—No necesito niñeras porque no volveré a salir de los límites, no soy una niña y tampoco soy estúpida, cometí un error y aprendí de él, eso es todo. No volverá a pasar.

—La decisión está tomada Julie, si quieres seguir yendo al lago tendrás que ir con Charlie, Jane y Daniel, no más sola.

Sus ojos verdes se vuelven turbios al igual que los míos pero a pesar de la rabia que siento me límito a apretar los puños y a aceptar lo que han decidido.

Todo lo que está aconteciendo en el pueblo viene a mi cabeza y una mezcla de enojo y miedo invade mi pecho. Todos habían trabajado tan duro durante estos últimos años para que Darkwood fuera un lugar tranquilo y seguro, y el hecho de que ahora todos estemos en riesgo de nuevo es como si tanto esfuerzo hubiera sido por nada. El tío de Aren, el señor Roger, ha dejado su alma como alcalde del pueblo, el señor Dom ha sido su mano derecha todo este tiempo y todos son testigos de su arduo esfuerzo por asegurar el bien de todos los que viven aquí. Ni hablar de los Alfas de las dos manadas; ambos han dejado atrás sus diferencias y se han aliado para evitar guerras y más muertes.

Clara y Jade también han trabajado lado a lado para crear fundaciones y ayuda para las personas desamparadas. Todo estaba yendo tan bien, mis hermanas y yo finalmente éramos libres de salir a descubrir el mundo afuera y ahora me veo obligada a tener niñeros cuando no debería ser así. Todas las chicas y mujeres del mundo deberían tener la certeza de que no les pasará nada malo allá afuera, no es justo vivir con miedo a la hora de salir.

Jade dice que todo se arreglará y quiero creer en sus palabras, por Dios que quiero realmente creerle, y si no fuera por la angustia oculta en sus ojos lo haría, sin embargo, sé que no será así de fácil; esta vez ella no tiene el poder de una diosa para defendernos, al contrario, podría ser la más vulnerable al estar embarazada. Ni siquiera mamá, la Diosa Luna, supo qué hacer y eso me preocupa, me preocupa la ausencia de mi abuelo y el no saber nada de lo que pasa en Lunaris y Paradise.

—¿Y qué se supone que pasará ahora? ¿Todos nos esconderemos en las casas para siempre? La gente no va a aceptarlo sin saber que pasa —les digo, Aren suspira yendo a servirse un trago en el minibar de la esquina.

—El periódico local parece pensar igual que tú, ellos quieren de una forma u otra publicar todo lo que está pasando. Pero eso solo significa caos en todos los habitantes. Si no queremos armar un caos total no nos conviene que se sepa que una bestia sobrenatural que succiona almas se encuentra escondido en Darkwood.

—¿Qué tal si decir la verdad es lo mejor? Es decir, así las personas tendrán más cuidado y estarán preparados para defenderse en caso de que sea necesario. Aren... las personas que han muerto hasta ahora murieron precisamente porque no sabían lo que pasaba, los tomó desprevenidos. Pienso que podríamos evitar más muertes si les advertimos a todos del peligro que ronda allá afuera —pronuncia Jade pensativa, asiento de acuerdo con ella.




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