Hijas de la Luna

Capítulo 14

Capítulo 14. Que caiga quien tenga que caer.

JULIE

Mi cuerpo se tensa ante la presencia de los hermanos frente a nosotras, las manos de Jade se van directamente hacia su vientre y me estremezco al pensar que de no haber sido por Jane esa daga se hubiera clavado en él asesinando al bebé de mi hermana de inmediato. Los murmullos de todas las personas presentes llena el lugar, de reojo veo como Derek y Charlie comienzan a evacuar a las personas, muchas de ellas se niegan a abandonar el lugar y la tarea se torna lenta, fuertes ráfagas de viento siguen azotando la plaza y las nubes negras han cubierto el cielo en su totalidad, truenos y relámpagos se suman convirtiendo lo que antes era un ambiente tenso en uno mucho más aterrador.

Por un momento todos guardamos silencio procesando lo que pasa hasta que Raiza suelta una risa malvada y clava sus ojos en Aren dejando ver que su fascinación por él sigue intacta, sigue obsesionada con él. Frey a su lado se mantiene serio y en silencio, no puedo evitar fijarme en su aspecto deplorable y en la forma en la que evita a toda costa mirar en dirección a mi gemela, su mirada me aterra no solo por su evidente odio hacia todos nosotros, sino también porque algo me dice que está conteniéndose para decir algo. Es como si esperara el momeno perfecto para destruirnos.

—Pero miren nada más quien ha sacado sus pequeñas garritas —pronuncia la rubia psicopata destilando veneno en cada palabra y con los ojos fijos en Jane—. Pero sinceramente niñita, te falta muchísimo para poder estar a mi nivel. Si yo hubiese lanzado esa daga con la intensión de matar de verdad a tu estúpida hermana, créeme, no hubieses llegado a tiempo. Patética.

Justo al terminar de hablar otra daga sale volando a una velocidad casi imposible pero esta vez va directo hacia ella. Los gritos ahogados se escuchan por doquier cuando el objeto filoso atraviesa su cuerpo sin pena ni gloria, la daga traspasa su cuerpo sin siquiera hacerle un pequeño rasguño. Entonces todos caemos en cuenta de que están aquí, pero no físicamente, deben haber encontrado la forma de presentarse ante todos como una ilusión. Una vez más la risa maniaca de Raiza invade el lugar. Esta vez sus ojos malévolos enfocan a la persona que ha lanzado la daga; Finn.

—Aunque me lances una maldita espada no podrás asesinarme, idiota. ¿Acaso creían que me expondría tan fácilmente? Supongo que es un alivio el que mi querido hermano pueda hacer este tipo de magia tan avanzada.

Finn endurece la mandíbula enviándole una mirada rabiosa y Aren sonríe con ironía.

—Debí imaginarlo, ambos son igual de cobardes, por algo son hermanos, jamás se atreverían a dar la cara en persona.

Los ojos de Raiza brillan al oírlo hablar y el deseo de estampar mi puño en su cara crece en mi, es una loca psicópata.

—Cómo me encantas cuando te pones rudo, pero no hemos venido a discutir por tonterías, amor —la expresión de burla desaparece de su rostro y es reemplazada por otra mucho más oscura—. Sabemos que han recibido la visita de nuestro invitado especial, espero que no les haya molestado que lo invitáramos al pueblo, después de todo les hicimos el favor de quitar del camino al intento de Luna; la pobre Glenda luchó tanto, pero al final su muerte terminó siendo muy lenta y dolorosa. De nada, por cierto.

El cuerpo de Aren comienza a temblar de la rabia al oír todo lo que ella dice de su madre, me apresuro a colocar a Jane a mi lado para dejar que Jade se pueda aproximar a tomar la mano de su esposo quien parece estar a punto de convertirse enfrente de todos. Roger y Dominic se suman a nosotros para dar apoyo, pero a Frey y a Raiza eso no los intimida.

—Saca el nombre de mi madre de tu jodida boca Raiza —gruñe Aren haciéndola sobresaltar—. Este es nuestro pueblo, y parece que se les olvida con quién están hablando, no dejaré que un par de locos lastimen a ningún sólo habitante de Darkwood. Somos dos manadas poderosas con muchos aliados que están dispuestos a darnos su apoyo, créeme Raiza, no les tenemos miedo.

La rubia sonríe de lado.

—Sé que no, pero créeme Aren Vikram, lo van a tener. Todo lo que ha pasado es apenas el comienzo, y no importa cuántos aliados tengas, no va a ser suficiente para derrotarnos...

—Ustedes son sólo dos, y están más solos que un oasis en el desierto —interrumpe Aren bruscamente—. No quieras venir a imitar a tu jodida abuela porque sinceramente ni siquiera a ella la vi como rival, nunca fue siquiera el intento de una líder. No era más que una pobre anciana decrépita.

Apreto la mano de Jane cuando Frey en un arrebato de ira toma a su hermana del brazo para hacerla hacia atrás y encarar a Aren, sus ojos azules oscuros se tornan casi negros y la rabia se refleja en ellos y en cada músculo tenso de su cuerpo.

—No hables así de ella, Yrena Klumber fue y siempre será una gran líder que amó y dio su vida por su tribu, lo único que ella quería era recuperar su pueblo para darle una mejor vida a su gente. Tú, con tu maldita familia y manada siempre la humillaron. Y tú...

Sus ojos furiosos enfocan a Jade quien se tensa, Aren la protege colocandola detrás de su cuerpo.

»Tú le arrebataste todo. Tú, tu padre y tu madre se encargaron de destruir a mi familia y de arrebatarme absolutamente todo lo que amaba. Esta vez no será así, esta vez no van a pisotearnos, porque esta vez no estamos solos —una sonrisa macabra se forma en sus labios y su voz cambia, su tono es tan aterrador que por dentro me encojo de miedo y se que no soy la única—. Mi padre, el Alfa Donovan de la manada BlackMoon, ha fallecido hace unas horas debido a un ataque cardíaco, por ende, ante ustedes me presento; Khail River Donovan, el nuevo Alfa de BlackMoon. Y desde este preciso momento declaro que todos los acuerdos y alianzas de paz con las manadas BloodMoon y Blue Night quedan rotos.




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