Historia desarrollada en el laboratorio de Ismael
—¡Oh querida Eliz!, ¿Por qué no te fuiste más lejos?—Ismael se lamentaba mientras observaba a la joven.—No tengo más remedio que terminar el trabajo.
La joven permanencia recostada en una camilla. Estaba encadenada por todas sus extremidades, e incluso por el cuello. De esta forma impedía que se moviera.
El aura de la habitación ahora era muy oscura. No era solo por la situación en la que se encontraba la joven que había crecido ahí durante 17 años, influía que el vampiro estaba por terminar su ritual para recibir su nueva máquina y así resurgir.
—¡No lo hagas!—Gritaba con mucho esfuerzo en aquella posición.—¡Déjame ir otra vez!
Ismael la miró con mucha ternura intentando negar aquello con los ojos y no con palabras.
Eliz tomó su silencio como un mal augurio y comenzó a asustarse al pensar lo que le podía hacer.
Trató de zafarse pero fue imposible hacerlo, las cadenas la sujetaban bastante bien.
Ante la impotencia comenzó a resignarse. No sabía que palabras decir o que frases usar para suplicar por su vida. Pensó que todo era en vano.
Le causó curiosidad que su vida terminaría en la misma habitación donde pasó el mayor tiempo de su vida. Aquel lugar que la había hecho feliz y que se mostró como un refugio, ahora se convertía en una prisión dónde sería ejecutada. Lo más impresionante de todo fue que la persona encargada de lastimarla, era el mismo que la protegió todos esos años y quien estuvo para ella criandola y ayudándole en todo. Hasta cierto punto ella aceptó que si debía morir, lo hiciera a manos del doctor Ismael.
—Lo único que puedo hacer es evitarte el dolor, mi niña.—Hablaba tratando de ocultar las lágrimas que deseaban asomarse.—Con esta anestesia no sentirás nada.
Eliz dió una última súplica con todo su esfuerzo pero ésta, duró muy poco. Se fue desvaneciendo hasta que la anestesia comenzó a hacer su efecto.
Ismael administró una cantidad considerable para que ella no se despertara en el proceso. Incluso no le preocupó ocasionar una sobredosis pues creía que esa muerte sería mejor a lo que le esperaba si le arrancaba el corazón directamente.
La operación debía ser sencilla, tenía que extraer su corazón, colocarlo en la máquina que había creado y después colocarla dentro del cuerpo de Lor.
Ese era el momento ideal para que demostrara todo para lo que estuvo trabajando. Llegó ahí con la intención de ser un científico y médico reconocido. Ese proyecto sin duda era un gran reto y lo tomó con gran seriedad.
Solo alguien con sus habilidades podía hacer un proyecto y una ejecución así.
Estudió la anatomía del vampiro hasta comprender por completo como es que funcionaba y aunque lo que le sucedió fue una mezcla de energías que dañaron su sistema, pudo encontrar una solución en la ciencia.
Lor estaba fascinado con el esfuerzo y trabajo de aquel hombre, por eso no dudó ni un momento que era la persona correcta y lo conservó hasta ese momento.
La joven Eliz se había quedado dormida por completo. Pero en su rostro aún podía distinguirse la tristeza y el miedo.
Ismael tenía que apresurarse pues el vampiro no tardaría en llegar y debía tener todo listo. Las cosas no eran fáciles, mirar el rostro y la vulnerabilidad de Eliz, le impedían tomar su corazón.
Recordó cada momento que vivió con ella, todo lo que le enseñó. Lo mucho que le sirvió su compañía para no ser consumido por la oscuridad de aquel sitio y de su habitante.
El tiempo no estaba de su lado. Podía escuchar que el vampiro se acercaba, el alboroto de afuera le demostró que el discurso había terminado.
—Perdoname por hacerte esto.—No pudo contener más las lágrimas para hablarle.—Fuiste una gran compañía para mí. Ahora debes descansar y ceder tu corazón al futuro por mi bien y el tuyo... por un nuevo comienzo.
El vampiro Lor cruzó la puerta, el momento había llegado.
Correo electrónico de Esteban G. para Walter E.
Querido amigo me has sorprendido con todo esto.
Intenté comunicarme contigo en ese pueblo pero parece que es imposible. Espero que cuando leas este mensaje no sea demasiado tarde.
Revisé tus pruebas y no puedo negar que son verídicas. Al parecer hay un ser más poderoso que los humanos controlando todo. En cuanto quise hablar con los altos mandos sobre esto, evadieron el tema. Fue muy raro, no lo negaron ni tampoco dijeron que se trataba de una locura. Simplemente ellos lo evadieron, como si no quisieran hablar de ese tema.
También hablé con mis compañeros y ellos me apoyan pero al parecer tendremos que hacer que esto sea una unión de los que no tenemos tanto poder, un tipo de presión social. Si hacemos eso, el gobierno no podrá ignorarnos más y tomará cartas en el asunto.
Llevé mi investigación más allá, al parecer ese ser ha existido por muchos años y siempre ha estado controlando a todos. Las grandes guerras han sido decisión suya, siempre buscando someter a los humanos.
A lo largo del tiempo las cosas no han cambiado, parece que aún le temen y que su existencia no era desconocida. La destrucción de hace 17 años en el pueblo donde estás, es algo menor en comparación a lo que ha hecho antes. Es un ser despreciable.
Por alguna razón se detuvo, algo le sucedió que le impidió seguir operando. El gobierno sospechó pero no hicieron nada.
Te pido que salgas de ahí lo antes posible, de momento no podré ayudarte contra ese ser. Necesito que esperes y en cuanto mi plan de reunir a más personas esté completo, atacaremos a ese ser. Mientras tanto debemos averiguar cómo dañarlo.
Por favor Walter, no intentes hacer nada. En estos momentos estoy enviando un escuadrón para sacarte de ahí. Reúne a la mayor cantidad de personas y pídeles que te acompañen.
Nuestro plan para ser escuchados no demorará mucho. Pronto podremos lanzar una avanzada.
Me despido de momento, por favor cuídate.
#2198 en Fantasía
#1075 en Personajes sobrenaturales
#966 en Thriller
#381 en Suspenso
Editado: 24.03.2025