Hijos de la oscuridad

Capítulo 1

Mi nombre es Evelina Angeline Wolf.

Mi vida era tan común como la de cualquier chica.

Salia de compras con mi madre. La ayudaba en los quehaceres, y cuando podía, ayudaba a mi pequeño hermanito en sus tareas.

Iba a clases de karate, porque desde que era muy pequeña , siempre me ha gustado todo lo que tenía que ver con las artes marciales. Y eso incluía también mis gustos sobre la cultura japonesa y anime.

A excepsión de mi hermano, Hunter, que con tan solo ocho años ya sabía que queria ser de grande: Cantante.

Su fascinación por Hanna Montana era tan tanta que se veía cada cápitulo de cada temporada, hasta el final.

E incluso le compraban las muñecas de ella para tenerla consigo en su habitación.

Sin embargo, cuando mi hermano cumplió sus doce años, sucedió aquella tragedía.

Era de noche, mis padres preparaban la torta de chocolate para Hunter, mientras que yo decoraba la casa para el festejo.

Al terminar el sala fuí por las globos.

Y fue en eso, cuando Hunter me llamó.

—¡Evy!

Al principio no le llegue a escuchar pero en la segunda vez , sí.

—¡Evy!

—¿Qué?—me baje de la pequeña escalera en la que estaba. Acomode mis medias de calaveras y fui a verle.

Hunter estaba en su habitación.

—¿Pasa algo?

Hunter miraba la ventana de su habitación.

—¿Aún no llegan, verdad?

Yo le sonreí enternecida.

—Ya van a llegar, Zac—apoye mi mano sobre su cabeza—No te preocupes.

Hunter miro el suelo, nervioso.

—¿Y tú crees que saldrá todo bien?

—Pues, ¡claro que sí!. ¿Por qué no debería?

Lo note muy extraño, como si me estuviera ocultando algo.

—Ya dime...¿Qué tienes?

—Yo...—se aferró al cierre de su campera—Anoche tuve un sueño...muy raro.

—¿Raro cómo qué?

—Es...algo incómodo.—trago en seco.

Yo revolee los ojos.

—Zac...no es nada. Fue solo un sueño. Los sueños no se hacen en realidad.

Cuando me voltee para retirarme, me sujetó la muñeca.

—¡No, espera!...

Su rostro denotaba mucho temor.

—Ya me estas asustando...Dime que fue lo que viste.

Hunter miro la ventana.

—Primero escuche un cuervo...—musito tímido—Y después...

De repente, antes de que él pudiera terminar de explicar, sucedió lo siguiente: el sonido de un revoloteo de un ave, justo en la ventana que daba al patio trasero.

Ambos giramos hacia esa dirección.

Inmediatamente la piel mi hermano se erizó, y justo

note cuando se puso tenso.

—Oh...no.

—Hunter, es solo un cuervo. Seguramente pasaba por aquí . Debe ser una casualidad.

—¡No, no es eso!. Lo segundo que pasaba era que tocaban el timbre...

Ni apenas terminó de decirlo, se escuchó el timbre.

Hunter se tapó la boca.

—Ay no...¡No , no, no!

—Hunter, tranquilízate...—lo sostuve de los hombros—Nada malo pasará.

—Por favor...no tienen que abrir la puerta. ¡Diles a nuestros padres que no hagan!

—Hunter, ya basta, solo fu-...

Lo último heló mi sangre...

Se escuchó el grito desgarrador de mi madre.

Quise salir de la habitación pero Hunter me sujetó con todas sus fuerzas.

—Nos matara...por favor...no me dejes solo.

Comenzó a llorar desconsoladamente.

Yo no sabia que hacer. Estaba entre quedarme con mi hermano o ir por mis padres, la situación comenzaba a estresarme mucho.

—¿¡Quién nos matará, Hunter!?

Alzo la vista, con los ojos llorosos.

—El hombre sin rostro...

—¿Qué?

No habia entendido su respuesta, no hasta que escuché detenidamente el sonido de unas pisadas que se dirigian hacia las habitaciones.

—Tengo que ir...

—¡No!

—¡Shhhh!...tranquilo...solo me fijare desde la puerta, ¿Ok?

Asintió temeroso.

Se fue a esconder por debajo de la cama.

Cuando me acerque con cautela hacia la puerta, asome un poco la mitad de mi rostro. Mi corazón latía tanto que me costaba respirar. Sin embargo, intente serenarme, inspirando y exhalando.

A simple vista, no habia nada fuera de lo normal. Pero en cuanto divise la silueta en un hombre encapuchado, quise gritar. Pues lo que sostenía en su mano era una cuchilla ensangrentada.

Aterrada, retrocedí lentamente.

No podia creerlo...

Mi hermano tenía razón.

Y la única manera de salir de ahí con vida era ser sigiloso.

—Ven...nos iremos por la ventana.

—¿Y nuestros padres?...—pregunto con angustia.

No pude contestarle. Me encontraba sumida en mis pensamientos, era la única forma que tenía para poder salir de allí sin que el asesino se diera cuenta de nuestra presencia.

Mientras caminabamos por el techo , logramos divisar la regadera que se encontraba trepada por el costado del ventanal que daba hacia la habitación de nuestros padres.

No quise ver adentro, pues mi mayor temor era ver sus cuerpos tenididos en el suelo.

Trague en seco, logramos bajar. Pero cuando justo ayudaba a mi hermano, sentí que una mano se apoyó mi hombro.

Inevitablemente pegue un grito, pero la misma persona logró callarme.

—Hijos...—se trató de mi madre

Estaba completamente lastimada.

—Quiero que se cuiden mucho...

—Mamá—sollozo Hunter, se me rompia el corazón,

al verlo tan entristecido—¿Mamá...qué es lo que esta pasando?

Nos beso la frente ambos. A pesar de llevar una herida potencialmente grave, al costado de su costillas, ella seguía sonriendónos.

—Cuida mucho a tú hermano, hija.

Yo asenti con lágrimas en los ojos.

No me salía ninguna palabra. No comprendia en absoluto como es que todo habia terminado de esta manera.

—Siempre juntos...—junto nuestras manos—Los amo mucho.

Se marcho mientras se apoyaba por la pared.



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En el texto hay: angeles, sombras, sobrenaturales

Editado: 08.03.2023

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