Hijos de la oscuridad

Capítulo 14

Hunter se la pasó toda la tarde escribiendo en una libreta las múltiples escenas que aparecían en sus pesadillas. Muchas de ellas pertenecían a hechos ya ocurridos y otras eran de eventos del futuro.

Trataba de conectar a cada una de ellas, ya que había algo dentro de todo aquello que los relacionaba.

Dibujo una linea horizontal: en el primer tramo describió su primera visión. Los tuvo a los cinco años.

Un niño mirando un columbio. Un cuervo negro observandolo desde un árbol. Otro niño con capucha que lo observaba desde la distacia.

Segunda visión. A los seis años.

Se vio a si mismo en una cama.

Luego despertó en lo que parecía ser un horfanato. Gritos por doquier. Paredes manchadas de sangre.

Tercera visión. A los siete años.

Veía a sus padres de espaldas. Sin mirar a nadie a excepción de una pintura en la pared. Seguido de aquello un pequeño vistazo de esa pintura. Pero al ver el rostro oscuro y desfigurado sintió un profundo terror, como si el mismo le estuviese observando.

Cuarta visión. A los ocho años.

Se encontró corriendo en el bosque para llegar a un sendero del cúal habia muchos pajaros muertos. Camino entre estas, con miedo y desagrado. La sensación de que alguien lo acechaba, cada vez, se volvia más intenso.

Quinta visión.

Un hombre esperandolo en su casa. Y lo siguiente fueron los sucesos que terminaron en la muerte de sus padres.

Por último, la persecusión en la carretera.

Fueron las últimas que habia tenido. Pero desde que Edthian logró desaparecer sus pesadillas ya habia dejado de tener esas visiones. Si bien le habia dado un gran alivio temía sobre una cosa: ¿Y si algo le sucedía a su hermana y no pudiese evitarlo?

Hunter se preocupó demasiado. A tal punto que comenzo a morderse las uñas.

—¿Te pasa algo?—pregunto Edthian al sentarse en frente suyo.

Hunter dejó de hacer lo que estaba haciendo para observar la marca en el pecho de Ed.

—¿Qué es?—preguntó al señalarle el pecho.

—¿Eh?—se miro en la zona dónde le marcó.—¡Ah!. Es mi marquita je,je,je,je.

—¿Marquita?

Edthian se desabrochó más la camisa para dejar en descubierto su pecho pálido.

Hunter se sonrojó pero intento ocultarlo con su mano tras taparse la mitad de los ojos.

—Mi madre me lo hizo. Me bauitizo asi je,je,je,je.

Hunter se destapó un ojo.

—¿Tiene algun significado?

—Dios de la Desesperación.

—¿Cómo?—achino los ojos—¿Eso significa?

—Ja,ja,ja,ja,ja,ja...Sipidipi.

Hunter tomó nuevamente su libreta y se lo entregó en manos del rubio.

—Mejor dibujalo y explicalo.

Edthian agarró la lapicera azul y lo observó con sus ojos grandes.

—¿Y si mejor los ves con tus propios ojos?

Hunter hizo una mueca.

—¿Qué quieres que yo vea tu marca?

Edthian soltó la lapiceta para alcanzar a tomar el rostro de Hunter.

—¡Wowowo!...—dijo Hunter al soltarse—¿Qué crees que haces?

—Te muestro je,je,je,je,je...

Hunter se sostuvo del entrecejo.

—Edthian, no te entiendo. De verdad.

El rubió se rió por lo bajo. Pero luego cerro los ojos.

Pasaron unos cuantos segundos hasta que Hunter notó que su alrededor habia cambiado.

Instantaneamente se encontrarón en otro lugar.

Estaban en otra habitación.

Era más oscura, más fría y mucho más gotico.

—Mi niño, mi pequeño—escuchó.

Ed lo soltó para que pudiera ver con libertad.

Hunter giro a sus espaldas para ver la silueta de una mujer alta, de una figura esbelta y llamativa. Un cabello rojizo y largo hasta la cintura. Llevaba puesto un vestido largo y negro.

En cuanto esta mujer se dio la vuelta, dejo en visto a un bebé en sus brazos.

—¿Eres...?

El rubio asintió con una sonrisa.

Hunter se levantó del suelo, camino lentamente hacia esa mujer con el pequeño bebé brazos.

Fue entonces que la escuchó tararear una musica.

Como un flequillo ocultaba parte de su rostro, en parte, le impidia verla por completo.

Pero habia algo en su voz que hizo que sintiera tranquilidad.

—Te llamaré Edthian.—dijo ella al tomar la manito del bebé y besarselo.—Mi pequeño niño. Tan dulce.

Con una de sus uñas apoyo sobre el pecho del bebé. Y con un pequeño toque hizo aparecer una marca. La misma que Edthian llevaba en su pecho.

La mujer sonrió con ternura cuando el pequeño Ed alcanzo a tomar su dedo y apretarlo con su diminuta mano.

Apoyo su frente contra el suyo.

Hunter quedo quieto ante aquella imagen.

—Mi madre no es mala. Pero muchos la han llegado a odiar sin terminar de conocerla.

Hunter llegó a a verle los ojos a la pelirroja.

—Es hermosa.

Edthian apoyó su brazo sobre los hombros de Hunter.

Llegó a pestañear dos veces, y al tercero, aquel recuerdo desapareció.

Hunter se quedó pensando.

—Ok, ahora sí entiendo. Pero hay algo que aún no.

Ed lo escuchó atentamente.

—¿Tienes el poder para hacer desaparecer las pesadillas?

Edthian se rió.

—Son muchas las cosas que puedo hacer. Pero lo que prevalece más en mi es el control de los sentimientos humanos. Como al desesperación , que forma parte de ello. Puedo hacer despertar el odio en alguien cuando este no ha sentido. Como hacer desaparecer la tristeza de otros cuando estos lo han padecido. Puedo hacer desparecer la desesperación pero también intensificarla. Mi poder hace que todo eso se haga realidad.

Hunter lo estuvo meditando. Y aunque le pareciera una locura, al final tomó una decisión.

—Desde que has aparecido en mi vida...he dejado de tener pesadillas. Lo cual te agradezco. No he podido dormir bien desde que los he tenido. Pero ahora siento que sin ellos no podre ayudar a mi hermana.—se mordió los labios antes de pronunciar lo siguiente—Los quiero de vuelta.



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En el texto hay: angeles, sombras, sobrenaturales

Editado: 08.03.2023

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