Hunter cerro los ojos, a la espera de que sucediera. Pero no sintió nada después de que Edthian retirara sus manos.
—¿Ya está?
El rubio asintió.
—Pero...no siento nada.
Se tocó la cabeza al no terminar de comprender lo sucedido.
«Se supone que debería sentir ese pudor. »
Desde el primer momento en que aparecieron sus visiones, siempre habia algo adentro de Hunter que le daba señales. Tales como escalofrios, sudor, pudor, la incontrolable sensación de paranoia.
Hunter se miro las manos. Sin embargo, estas no temblaban.
Al principio sus padres creyeron que Hunter tenía probremas para consiliar el sueño y gracias ello le provocaba ansiedad , dandó así el temblor en sus manos.
Pero lo que ellos no sabian es que Hunter no era un niño normal. Ni mucho menos Evelina.
Mientras Hunter se sentaba en el borde de su cama, Ed lo hizo en el suelo , a la vez que no paraba de verlo con sus ojos saltones.
Se mantuvieron en silencio hasta que los interrumpio Evelina.
—Hunt, mañana conocera a tu nuva escuela. Y yo empezare a trabajar. Asi que tienes que dormir temprano. ¿Ok?
Hunter asintió. Un tanto pensantivo.
Antes de que se fuera Eve miro a Ed.
—Sal de la habitación de mi hermano si no quieres que te saque yo misma.
—¡Oki!—saltó Edthian al levantarse.—¡Dulces sueños!
Hunter le sonrió luego de prepararse para dormir.
Tras haberse tomado una ducha se puso un pillama que le compró Nurie.
Se metió entre las sábanas y cerros los ojos.
«Bueno...haber si soñando volveré a tener esas visiones»
Pasaron las horas y el sueño de Hunter parecía de lo más normal.
Por muy extraño que fuese, en él no aparecían sus padres. Sino que algún que otro amigo que habia tenido en su anterior escuela.
Socializaba con ellos como si nada malo le hubiese pasado. Como si todo hubiera vuelto a la normalidad.
Pero entonces , Hunter comenzó a sentir nuevamente ese escalofrio.
Todos sus amigos de repente le dieron la espalda.
Fue como de la nada apareció un hombre alto que sobresalia de la multitud. Llevaba una capucha negra.
Y esta vez, Hunter se sintió cansado de tener que ser el que siempre se acobardaba.
Por lo que esta vez decidió confrontarlo.
Camino entre las personas hasta llegar hasta él.
—¡Quién eres y qué quieres de mi!—grito.
El hombre seguía de espaldas. Sin ni siquiera responderle.
—¡Ya deja de atormentarme! Todo el tiempo apareces en mis sueños. ¡Solo dime quién eres!
De apoco , el hombre se fue dando la vuelta hasta dejarse ver. Pero su rostro estaba bañado de sangre y solo se alcanzaba a ver la mitad de su rostro.
Y de un momento a otro comenzó a reírse sin parar. Su risa era tan alta y burlona que hizo que Hunter retrocediera, incómodo.
Sin embargo, de un momento a otro cada amigo suyo fue imitando esa risa.
Todos fueron rodeando a Hunter sin dejarlo escapar.
Formaron un círculo hasta que solo quedó un pequeño y reducido espacio.
—¿Creen que ustedes huiran de mi?. Nadie puede...
Aquel hombre alzó su mano para alcanzar al pequeño Hunter. Pero él se agacho en el suelo, agarrandose de la cabeza.
—Es solo una pesadilla...nada es real.
Cerró los ojos con fuerza. Y cuando al fin hubo silencio abrió los ojos.
De apoco fue elevando la mirada. Para su sorpresa, no habia nadie.
Se levantó extrañado. Seguia sin entender.
Pero sin previo aviso alguien lo tomó por detrás y con un brazo le fue horcando.
Hunter se asustó pero no le dio tiempo a defenderse de su oponente.
—Soy más real de lo que te imaginas. Te encontré, Hunter.
La vista se Hunter fue oscureciendose hasta que simplemente dejó de luchar.
Hunter despertó abruptamente, respirando con mucha dificultad.
Se tocó la garganta. Sentía que le dolía, como si en verdad alguien hubiera intentado matar.
Fue corriendo hasta el baño en dónde encendió la luz. Al hacerlo descubrió que habia marcas en su cuello.
Volvió a recordar las palabras de aquel hombre misterioso.
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Editado: 08.03.2023