Habían pasado ya varios días desde el suceso de la estrella. Raff y Ady ahora entrenaban junto a los demás soldados del pueblo. Cada mañana desde muy temprano, ambos salían para unirse a las afueras del pueblo a un calentamiento. Luego, ya casi entrada la tarde, finalizaban con pequeños combates entre ellos para probar lo aprendido.
Raff y Ady comenzaba a extrañar las lecciones privadas de Skaev. Ahora era Maretz quien estaba a cargo del entrenamiento de los jóvenes reclutas. Skaev había asumido la cabeza de mando y ahora se la pasaba en coordinaciones que, según él, les informaría luego. Aunque hasta el momento no habían recibido nada de lo prometido. Solo golpes y gritos de Maretz.
Ese día había sido el peor, estaban empapados, golpeados. Raff traía un enorme raspón en la pierna y Ady traía los dos brazos marcados por una caída. En definitiva, el escalar no era el fuerte de ninguno de los dos. Derrotados y heridos, volvían en silencio a lo que ahora era su casa.
— A veces siento que ese tipo nos odia ¿Tú no? — Murmuró la joven mientras avanzaba revisando sus heridas.
Raff sentía lo mismo, pero a la vez recordaba las historias de su padre cuando estaba en el ejército y sabía que ese era el trato. Entendía que ella lo sintiera como odio. Era normal sentirse así.
— Solo nos entrena Ady…las guerras no son suaves, es necesario mantener la mano firme y exigirnos.
— Lo sé solo…olvídalo…
Estaba avergonzada, en el fondo sabía que ese entrenamiento duro y prácticamente cruel era no solo para mejorar su fuerza y velocidad, sino también parte de su carácter para que no se paralicen frente al enemigo. Le vino a la mente el recuerdo de su primer asesinato y como quedo totalmente en estado de shock siendo ciertamente inútil.
El resto de camino lo hicieron en silencio. Conforme se iban aproximando a la cabaña, se oían un par de voces que parecían discutir dentro. Faltando unos metros pudieron reconocer la voz de Cher y Jayder. No alzaban la voz, pero la rapidez de su hablar los delataba.
— Tuviste que informarme, ese tema tiene mucho que ver conmigo y Ady no puedes ocultar cosas así
— Fue de improviso Cher, además yo mismo ordené para que les lleven medicina
— Pero no sabes que paso o quien fue la victima
— Esa noche estaba preparando todo para salir a buscarlos a ellos, si te decía te ibas alterar
— Claro que sí, si le pasa algo a uno de sus padres ¿Crees que estaría tranquila?
Aquellas palabras fueron suficientes para que ambos empujen la puerta de madera. Cher y Jayder se sobresaltaron por la presencia inoportuna de Raff y Ady, pero ninguno estaba dispuesto a fingir no haber oído nada.
— Explícate ¿De qué demonios están hablando? — Raff lucia más grande en ese instante, si algo había pasado con sus padres él debía saberlo.
— Cher ¿Qué paso? ¿Pasó algo con mi madre?
— Calma los dos — Jayder se puso delante de Cher, ya sabía que ese tema no tenía por qué afectar a la pelirroja — Ella no sabía nada yo tengo la culpa
Raff en solo dos zancadas había eliminado el espacio que los separaba, tomo a Jayder del cuello de camisa y casi lo alzó. Ambos chicos no tenían mucha diferencia de altura, aun así, Raff era mucho más alto.
— ¡Jayder!
Raff levanto su espada aun envainada contra la pelirroja que se detuvo al instante. Ady también salto para mantener a Cher alejada de eso. Era ya muy evidente que Raff seguía con cierto rencor contra Jayder, y buscaría hasta la razón más mínima para al menos golpearlo una vez.
— Habla ahora, te aseguro que te corto el cuello si tu historia no me convence.
— Raff…
— Que hables, ni siquiera pronuncies mi nombre — lo sacudió y lo lanzo contra la pared que daba al interior de la cabaña. Jayder trastabillo, pero mantuvo el equilibrio evitando caer. Ady mantenía a Cher alejada de ambos, confiaba en el autocontrol de Raff para no matar al otro chico.
— Bien, bien. La noche del viaje para ir a buscarlos, me llego un informe que uno de sus padres fue herido. Una de las mujeres, uno de nuestros infiltrados hizo llegar la noticia, no quise alterar a Cher — añadió desligando a la joven de todo el problema — así que di la orden de que pasaran medicina en secreto.
— ¿Cuál de las dos mujeres estaba herida?
— No…mmm no me dieron ese detalle. Pero sé que ambas comparten celda en las mazmorras del castillo.
Raff caminaba de un lado a otro frente al chico, como si considerara en creerle o no. La información estaba incompleta, con eso no podrían saber si era la madre de Raff o la de Ady la que había sido herida.
— Eso ya paso hace tiempo, ¿Tuviste más información?
Esta vez Ady fue la que interrumpió. Asegurándose que Cher no correría a proteger a Jayder, se aproximó hasta donde los dos chicos estaban.
—Si…hace días enviaron un reporte de que ambas mujeres están bien, la que estaba herida ya se recuperó. Eso venía a decirles ahora.
No estaba claro al final quien de las dos estaba herida, pero aseguraban que estaban bien. A pesar de que Ady confiaba en Jayder, esas palabras la hacían dudar. Si había sido capaz de ocultar dicha información de importancia. Podrían también ocultar que sus padres ya no estaban con vida, todo en afán de tenerlos cooperando.
Las miradas de Raff y Ady se encontraron, ambos compartían el pensamiento de duda en las palabras del zorro. No lo decían, pero era en silencio una duda que crecía cada vez más.
— Iré hablar con Skaev, no podemos esperar más para su rescate.
La conversación se acabó con aquella frase del lobo. Raff salió de la cabaña a paso rápido, estaba muy enojado. Ady también, pero ella era mejor ocultando dichas emociones. Cher había corrido hacia Jayder para revisar que no estuviera lastimado. Había muchas ideas y pensamientos volando por la cabeza de Ady. En silencio decidió irse a dar un baño o seguro que ella si terminaría cortándole el cuello a Jayder, en un arrebato de impaciencia.
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Editado: 31.12.2024