Hijos Del Fuego Eterno

Capítulo 4: La Senda del Fuego Sagrado

Aiden, Lyra, Kael y Maelis se encontraban de pie al borde del Pinar de los Ancianos, el viento soplaba suavemente a través de los árboles como si dejara caer susurros cargados de secretos olvidados. Habían obtenido una pequeña victoria al enfrentar sus temores, pero sabían que el verdadero desafío aún les aguardaba en la montaña sagrada.

“¿Estamos listos para esto?” preguntó Lyra, observando la cima de la montaña, que se alzaba majestuosa y amenazante ante ellos. Su superficie estaba cubierta de extrañas runas que brillaban débilmente, lo que añadía un aire de misterio al paisaje.

“Debemos estarlo,” respondió Kael, su tono firme. “Lo que está en juego es demasiado importante. La verdad nos espera en la cima.”

Aiden sintió la presión de la Marca del Fuego Eterno en su brazo, que ardía con un calor familiar. Sabía que este viaje no solo se trataba de enfrentar a Azhara y sus oscuras criaturas; se trataba de descubrir el verdadero poder de su conexión con el fuego y cómo podría utilizarlo para salvar su mundo.

“Confiemos en nuestras habilidades y en el poder que llevamos dentro,” añadió Maelis, su voz suave y serena, infundiendo ánimo a sus amigos. “El fuego no es solo destrucción; también es renovación.”

Con esa determinación, los cuatro comenzaron su ascenso por la senda que conducía a la montaña sagrada. A medida que avanzaban, el aire se volvía más fresco, y el entorno natural se transformaba, pasando de un bosque denso a extensiones de rocas y hierbas secas. Las runas en la montaña parecían cobrar vida, llenando el aire con una energía palpable.

“Debemos mantenernos unidos,” recordó Aiden, consciente de la naturaleza impredecible de los lugares que los rodeaban. Mirando hacia adelante, vio las primeras señales de un antiguo camino. Las marcas de los pasos en la piedra se entremezclaban con la tierra desgastada. “La montaña misma puede probar nuestra unidad.”

Mientras avanzaban, el camino se tornaba más empinado y accidentado, cada paso requiriendo un esfuerzo concentrado. A medida que ascendían, comenzaron a escuchar un murmullo distante, como una melodía etérea llevada por el viento. “¿Qué es eso?” preguntó Lyra, observando a su alrededor con inquietud.

“No lo sé, pero tiene una calidad familiar,” dijo Kael, escuchando atentamente. “Tal vez el fuego sagrado tenga algo que ver con esto.”

Con cautela, continuaron hasta que llegaron a una plataforma natural. Allí, la montaña se ensanchaba y se extendía ante ellos un vasto paisaje. Las vistas eran impresionantes, con picos distantes y cielos azules que contrastaban con las sombras ominosas que se cernían sobre ellos.

En el centro de la plataforma, había un círculo de piedras grabadas que parecían resonar en el aire. Aiden se acercó, sintiendo una energía poderosa vibrar bajo sus pies. “Aquí es donde comienza la segunda prueba, ¿no?” preguntó, volviendo la mirada hacia sus amigos.

“Así lo creo,” respondió Maelis, su voz casi un susurro. “El fuego es conocido por su dualidad; puede dar vida o destruirla. Esta prueba probablemente se tratará de una elección.”

Antes de que pudieran prepararse, una figura emergió del centro del círculo de piedras. Era un ser ardiente, compuesto de fuego y humo, que se retorcía como si estuviera vivo. Sus ojos brillaban con la intensidad de mil estrellas y su voz resonó en el aire, como el sonido de una fogata crepitante.

“Bienvenidos, hijos del fuego. Soy el Guardián del Fuego Sagrado, y aquí es donde vuestra conexión con el elemento se verá genuinamente probada. Debéis elegir, enfrentar la verdad de lo que el fuego significa para vosotros, y demostrar que estáis listos para recibir su poder.”

La figura se desvaneció, y el círculo brilló intensamente, revelando destellos de recuerdos y visiones. Aiden vio a su familia en momentos de felicidad, pero luego las llamas rodearon las imágenes y empezaron a consumirlas. Sintió que todo lo que amaba estaba a punto de desvanecerse.

“¿Qué significa esto?” preguntó Aiden, sintiendo el miedo surgir dentro de él.

“Es el fuego de vuestro pasado, lo que habéis perdido y lo que aún guardáis en vuestra memoria. La prueba consistirá en enfrentar lo que os ha marcado: debéis elegir entre lo que os ha fortalecido y lo que os ha perjudicado,” explicó el Guardián, su voz resonando a través del círculo.

“¿Y si fallamos?” preguntó Lyra, con una mano sobre su pecho, recordando la angustia acumulada por la pérdida de su padre.

“Si falláis, el fuego no os consumirá, pero os hará perder la oportunidad de ser verdaderamente libres. Esta prueba es una elección, no un destino,” respondió el Guardián, mientras la luz se intensificaba, llenando el círculo con una llanura de calor y luz.

“¡Debemos hacerlo!” exclamó Kael, decidido a no dejar que nada se interpusiera entre ellos y su destino. Se acercó al círculo con determinación, y Maelis y Aiden lo siguieron, mientras Lyra dudaba un momento antes de hacer lo mismo.

A medida que se colocaron en círculo, cada uno sintió que el fuego comenzaba a danzar a su alrededor. Runas en el suelo brillaron y comenzaron a proyectar visiones. Para Aiden, aparecieron recuerdos de su vida, momentos de conexión con su familia y el dolor desgarrador de perderlos. Pero también vislumbró la luz del fuego que lo había mantenido firme, recordando las historias de su padre sobre los héroes que habían llevado la Marca.

“Esto es parte de mí,” murmuró Aiden, levantando la cabeza. “No puedo cambiar lo que ha sucedido, pero puedo elegir llevarlo conmigo como una fortaleza, un recordatorio.”

El fuego alrededor de Aiden se intensificó, y el Guardián observó su transformación con interés. “Cada llamado al fuego es un recordatorio de la vida misma. Tus pérdidas son tu motivación. Tiene poder,” dijo el Guardián, mientras la llama se disparaba en su piel, donde la Marca del Fuego Eterno resplandecía intensamente.

Lyra fue la siguiente en enfrentar la verdad. Al igual que Aiden, las risas de su familia emergieron, pero de repente el fuego voló sobre ellos, arrastrando la imagen a la locura. Su hermano, perdido en la confusión, la miraba desde lejos.



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En el texto hay: novela juvenil, aventura, fantasía épica mágica

Editado: 09.12.2025

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