Hijos Del Fuego Eterno

Capítulo 17: El Asalto de la Devoradora de Auras

La lluvia caía con fuerza, creando un manto acuoso sobre Thornevale, mientras las sombras se acercaban sin piedad. Aiden, Lyra, Kael y Maelis se mantuvieron firmes en la plaza, rodeados por los habitantes decididos de su pueblo, listos para enfrentar la amenaza inminente que representaba Azhara y sus criaturas.

La atmósfera era densa; la electricidad en el aire vibraba con anticipación. Aiden podía sentir el latido de su corazón resonar al unísono con el fuego de su interior. La Marca del Fuego Eterno ardía intensamente en su brazo, recordándole lo que significaba ser portador de la esperanza y la luz.

“Recuerden, la unidad es nuestra mayor fuerza,” recordó Aiden mientras miraba a sus amigos y a su comunidad. “No estamos solos en esto. Cada uno de nosotros lleva el fuego de la esperanza, y cuando luchamos juntos, somos invencibles.”

“¡Por la luz!” gritaron al unísono los aldeanos, levantando sus armas y antorchas, sintiendo que la luz brillaba al unísono en sus corazones.

Las nubes en el cielo se oscurecieron aún más, y un viento helado recorrió la plaza. Y de entre la negrura, Azhara apareció, envuelta en una neblina oscura, sus ojos brillando como estrellas malignas. Su risa resonó, temblando el ambiente, un recordatorio de lo que había estado por venir.

“¡Tontos! ¿Creíais que la luz podría desvanecerme tan fácilmente?” Azhara proclamó, su voz reverberando en sus oídos, provocando escalofríos. “He venido a reclamar lo que me pertenece.”

“¡Nunca nos rendiremos!” gritó Kael, sintiendo que el ardor de la batalla comenzaba a crecer en su pecho. “¡La luz siempre encontrará un camino!”

Con un movimiento rápido, Azhara levantó su mano, y un torrente de sombras avanzó desde su figura, las criaturas surgieron como una marea oscura, dispuestas a engullir todo a su paso. Las sombras se abrieron paso con tal ferocidad que parecían querer consumir la luz misma.

“¡Ahora!” gritó Aiden, levantando su brazo hacia el cielo y conjurando una ola de fuego que emergió con una fuerza ardiente. Las llamas intensas se expandieron alrededor de ellos, creando un escudo protector contra las sombras.

“¡Defended la plaza!” exclamaron los aldeanos, moviendo a los guerreros en formación, listos para hacer frente a la oleada de oscuridad que se acercaba.

La batalla se desató con un caos vibrante. Las llamas ardían con fuerza, contrastando con las sombras que intentaban devorarlas. Aiden se movía ágilmente, usando la energía del fuego a su alrededor para atacar a las criaturas que lo rodeaban, y sintiendo los ecos de sus amigos en cada ataque.

“¡Cúbrame!” gritó Kael, lanzándose contra las sombras mientras desenvainaba su espada, la hoja ardiente luminosamente.

“¡Enfocad vuestro fuego!” pidió Lyra, canalizando su energía para crear un torbellino de llamas que dispersaba las sombras a su alrededor.

La comunidad luchaba con valentía, uniendo fuerzas mientras el fuego llenaba el aire. El arte de la lucha se convirtió en una danza; cada golpe, cada grito, reflejaba el ardor de la esperanza.

Pero Azhara no se detendría tan fácilmente. A medida que las sombras caían, ella avanzaba, implacable y despiadada. La risa resonaba a su alrededor, y con cada ataque, sentían que aumentaba el peso de la oscuridad.

“¡Este es solo el comienzo de vuestro sufrimiento!” Azhara proclamó, levantando su mano cuando un nuevo titán de sombras surgió entre ellos, una figura monstruosa que emanaba terror.

Aiden sintió su determinación crecer. “¡Proteged la luz que llevamos en nuestros corazones!” gritó, y sus amigos se agruparon junto a él, formando un círculo ardiente.

“¡Luchamos juntos!” exclamó Maelis, con el aire envolviendo su energía mientras se preparaban para resistir el asalto del titán.

Las llamas comenzaron a danzar, girando en un vórtice. “Por cada uno de nosotros, la luz brillará más fuerte,” pronunció Aiden, sintiendo cómo el fuego en su interior se unía con el de sus amigos.

El titán de sombras avanzó, su abrazo oscuro extendiéndose hacia ellos, pero la conecta de su unidad comenzó a desviar la sombra. “¡Nuestro fuego no se apaga!” gritaron al unísono, mientras el torbellino ardiente los rodeaba.

Entonces, con un grito de guerra, lanzaron su ataque, el fuego estalló como un volcán, iluminando el lugar con una fuerza sin igual que irradiaba esperanza. Las sombras comenzaron a retroceder, y el titán tambaleándose se dispersó en una lluvia de oscuridad.

A medida que la luz avanzaba, Azhara vio cómo su sombra comenzaba a disiparse en el campo de batalla, y su furia aumentó. “¿Cómo osatéis enfrentarme? La oscuridad siempre encontrará su camino!”

“¡La sombra no puede detener nuestra luz!” respondió Aiden, sintiendo que el poder de su conexión ardía intensamente. La Marca del Fuego Eterno brillaba en su brazo con una fuerza renovada. “¡Nunca cederemos ante ti!”

Con un movimiento decisivo, Aiden levantó su mano hacia Azhara y el fuego comenzó a girar a su alrededor, un vórtice de luz destinada a hacer retroceder la oscuridad. “¡Por el fuego eterno, devolveremos la luz a nuestro pueblo!”

Las llamas se intensificaron, iluminando el campo de batalla con una brillantez cegadora, y en medio de esa luz, Aiden sintió que resonaban las promesas de todos los que habían luchado mientras el eco de las almas resonaba a través de ellos.

“¡Ahora!” gritó Lyra, levantando su mano para canalizar el fuego que ardía en sus corazones. La luz se convirtió en un torrente que estalló hacia Azhara, enviando su sombra a retroceder.

“¡No rendiré mi poder!” Azhara bramó, pero la luz era más poderosa. “¡La oscuridad siempre encontrará su camino de regreso!”

En un instante épico, el fuego iluminó la oscuridad que intentaba consumir el pueblo. La lucha final se desató con una explosión de energía, luz y sombras chocando en una danza de vida y muerte.

Mientras el resplandor del fuego avanzaba, un eco se sintió en el aire. Cada llamara, cada impulso, era una promesa de que la luz nunca se apagaría. Y mientras el pueblo luchaba junto a Aiden y su grupo, la certeza de la unión se sentía palpable.



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En el texto hay: novela juvenil, aventura, fantasía épica mágica

Editado: 09.12.2025

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