Hilo Rojo

Capitulo Ocho

Capítulo 8.
Dafne.

Aún no lo puedo creer, el me trajo a una feria. No sé cómo consiguió la ubicación o logro encontrarla, son difíciles de hallar en estos tiempos, ya no se suelen ver por estos alrededores y no le mentía a decir que tenía tiempo de no haber ido a una. Él ni siquiera sabía ese detalle, la ultimas vez que asistís a una feria Jonathan se encontraba en la universidad y sé que jordán no le habrá dicho ese detalle.

Jordán y yo tenemos un pacto desde que éramos unos niños. El cual consiste el guarda los secretos mas apreciados de cada uno, nunca lo hemo rompido o traicionado por medio de ese pacto. Puedo contarle cualquier cosa a jordán y sé que él no se lo haría saber a nadie. Luego de que ambos hermanos Robinson se fueran a estudiar a Londres le dije a jordán que no me diera ningún detalle de la vida de su hermano y al igual que el pacto el lo cumplió.

La vida de Jonathan no fue una distracción para mí en todo este tiempo y fue gracias a la lealtad de su hermano. No sé si Jonathan le preguntaba por mi cuando estaban juntos, él nunca me digo nada al respecto.

No creo que él lo haya roto solo por esto, debo de averiguar porque Jonathan decidió traerme a una más tarde y su hermano me dará la información que necesito.

Paula y yo esperamos de fuera de la pequeña carpa en donde se compran los boletos para poder usar las atracciones, los hermanos Robinson miran cada tanto detrás de ellos para percatarse de que aún estamos aquí.

—Deberíamos escondernos y darle un distinto— propone mi amiga a mi lado. —, ¿qué te parece daf?

Rio por sus ocurrencias

—Tu idea no está mal paula— concuerda con ella —, pero ya pensaste en lo que ellos no harían cuando logren encontramos.

Paula posa su mirada azul en jordán quien la observa mientras espera a su hermano. Le guiña uno de sus ojos y le tira un beso. Miro a jordán quien improvisa y hacer creer que tomo el beso y lo pega a su boca, paula ríe ante la escena que le ofrece el menor de los Robinson, yo los miro con cara de extraña.

¿Enserio ellos no acaban de hacer eso?

Mi amiga ríe bajo mientras le regala miradas coquetas a Jordán y este no deja de sonreír embobando por ella, me cruzo de brazos divertidos. No es la primera vez que ellos me regalan una escena cómo está.

Tiempo después ambos hermanos regresan a nosotras con la tira de la boletería Jordán y paula se alejan unos cuantos pasos para seguir con recreo de besos. Jonathan se posa frente a mí y me extiende una larga tira con más de veinte boletas lo miro con asombro.

Jonathan evita sonreír por mi mueca de felicidad.

—Son muchas Robinson— dijo y las cuento de dos en dos.

—Pensé que irás a todos los juegos y atracciones— lo veo guardar su billetera. —. Son treintas y todas son tuyas, así que puede ir a donde quieras.

Enredo mi brazo con el de él y nos dirigimos al primer juego de la noche. Al primer juego que vamos es uno para probar quien tiene mejor puntería y se necesitan dos personas para ello.

Jordán y Paula son los primeros en jugar y no le va tan mal, Paula anota más tiro que Jordán y termina ella ganando el premio que quiso desde el principio.

—¡Ay vamos bebe quita esa cara! — lo besa —, enserio quería a este bebé dinosaurio— dice y le muestra el pequeño peluche de dinosaurio que tiene en sus manos.

—No es adorable.

Paula besa el peluche y lo aprieta contra su pecho, jordán por su parte suelta bufidos al no recibir mimos por parte de paula.

—Quería ganarlo para ti, pero veo que ahora tendré que desásneme de él.

Mira con celo al peluche y paula lo presiona más fuerte contra su pecho.

—No le harás nada al bebé jordán— dice una paula amenazante.

—Tu único bebé soy yo.

Ignoro el hecho de que mis dos amigos se están comportando como una pareja real y me centro en el mayor de los Robinson, quien esta mirado la numerosa cantidad de todo tipo de peluches que se encuentran situados en la estantería de la pared, lo mira por un largo tiempo, la chica se acerca hasta apoyar sus codos en mostrador frente a ella y observar embobada a Jonathan.

El no le presta la más mínima atención hasta que ella pasa su mano descaradamente por toda la longitud de su brazo, Jonathan baja la mirada hasta ella y la chica con aspecto de rock no hace el menor esfuerzo en ocultar su sonrisa.

—¿Jugaras solo precioso? — pregunta y lleva uno de sus dedos a su boca y lo muerde sin fuerza, el chico a mi lado capta ese movimiento y fija sus ojos en ello.

Suspiro al ver que no hace nada para detenerla.

—No, tengo una compañera— me señala a su lado y lo miro ofendida.

—¿Así nada más? — pregunto y la arruga sus cejas.

—¿Qué? — pregunta y el gris de su mirada se funde con el café de la mía. —, eres mi compañera.

Ruedo mis ojos mientras me cruzo de brazos, la chica posa su mirada en mi por primera vez y me sonríe, yo le muestro una cara de fastidio que a ella no parece importarle por que vuelve a estar pendiente de Jonathan.

Me pego un poco al cuerpo de Jonathan y hablo bajo para que solo el pueda escucharme.

—No se si lo notas Robinson, pero ella está coqueteando contigo.

—Lo se.

Es lo único que responde.  

—¿Es tu novia? — pregunta y me señala con su dedo, hace una bola con su goma de mascar, la cual termina explotada y un poco pegada a sus labios.




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