Hilo Rojo

Capitulo 20

Me ayudarías mucho dejando tu voto y comentario. Graciasss ¡Besitos!

Capitulo 20.

Jonathan.

—Enserio esa es la bienvenida que me darás Jonathan— pregunta aún de pie en medio de la sala de mis padres.

—¿Qué haces aquí Sasha?— preguntó sin emoción. —. ¿Por qué estás en Estados Unidos?

No responde aún de pies sosteniendo mi mirada. Se sienta en a mi lado cuando mi madre la invita a cenar con nosotros, me mantengo en silencio muestra ella conversa con tranquilidad con mis padres.

—¿Tus padres aún viven en Londres?— le pregunta mi padre y Sasha solo le dedica una sonrisa.

—Si, aún quiere mantener su base de negocios en la ciudad de Londres.

—¿Me imagino que al igual que mis hijos tú también te especializaste en el área de administración?

—totalmente señor Robinson— responde alegre mirándome un segundo. —. Mi meta era estudiar algo que si me gustara.

—¿Y qué te hizo cambiar de opinión?— mi madre entra en la conversación. —. Dijo conocemos a Samuel y siempre dejo en claro que sus tres hijos seguirían sus pasos.

Sasha la mira complacida por su pregunta. Ella siempre ha intentado caerle mejor que Dafne a mi madre y nunca lo ha logrado. La respuesta.

Dafne es la adoración de mi madre la considera la hija que nunca tuvo.

—Al entra a la universidad tome un plazo de tres meses para conocer la carrera y ver si llegaba a gustarme, pero luego apareció Jonathan cursando la misma carrera y decidí quedarme por él.

Mamá alza una de sus castañas cejas al escucharla.

—¿Está diciendo que aceptaste una carrera solo por el hecho de que mi hijo estaba en ella?— la mirada gris de mamá recae en mi con un reproche plasmado en ella. —. ¿No sabía que tenías esa influencia Jonathan? El hacer que las personas cambien de opinión.

—¿ No sabes cuánto mamá?— responde Jordán con diversión.

Él también se lleva una mirada mortal de nuestra madre que lo hace callar en segundos. Nunca le contamos que Sasha estaba presente en Londres y nuestras razones fueron claras. Emma Robinson nos hubiera sacado por la orejas al enterarse que la hija de su mayor rival estaba compartiendo clases con su dos hijos.

La miro y no le muestro ninguna expresión, me mantengo neutral con la situación. Ella me matara luego de la cena y es algo que nadie va poder evitar.

—No señora Robinson— Sasha habla para distraerla. —, no me está entendiendo…

—¿Y qué es lo que no entiendo?— deja caer su cubierto con delicadeza mirando a Sasha. —. Acabas de decir que estudiaste administración por Jonathan. ¿La terminaste?

Sasha moja su garganta enderezado su cuerpo antes de responder.

—Si— me mira en busca de ayuda. —. Me graduó en un mes como Jonathan.

Mamá está por decir algo más y es detenida por papá. El besa sus labios y dice algo que solo ellos escuchan, mi madre asiente dejando en paz a Sasha.

—Muy simpática mi suegra— inclina su cuerpo hacia mí.

Le regalo la misma mirada que mi madre hace poco solo por como la escucho yo expresarse de ella.

—Okey entendí Robinson— expande sus ojos al entender que no le responderé.

—Es un gusto saber que también te vas a graduar Sasha, tu padres deben de estar orgulloso— papá trata de calmar el habiente.

Asiente sonriente posando su mano sobre la mía. La muevo con molestia alejándola de ella. Sasha mira el gesto fulminándome con la mirada.

—O más bien sus padres deben de agradecer a Jonathan por hacerla seguir su legado— comenta Jordán.



Cierro la puerta de mi antigua habitación en casa de mis padres.

—¿Quieres decirme qué diablos haces en mi casa Sasha?

Esta cruzada de brazos frente a mí.

—¿Tu qué crees Robinson? Te fuiste de Londres y nunca me diste una respuesta, te llamé miles de veces y dejé millones de mensajes los cuales te encargaste de ignorar— hace una pausa solo para respirar y calmarse. —. Tuve que venir aquí para saber cómo estabas amor.

Se acerca a mí y me alejo antes que llegue a tocarme.

—Estoy bien gracias— expresó molesto. —. Ya lo viste, ya te puedes ir Sasha. Regresa a Londres.

Me encamino hasta la puerta y soy detenido por ella, toma mi brazo deteniéndome en seco.

—No me iré Jonathan, no sin ti.

—Yo no volveré a Londres— digo. —, mi vida está en estado unidos.

—¡Y yo en Londres Robinson!— responde alterada. No me sorprende que lo haga, Sasha es experta en perder la cordura en milésima de segundos. La miro con una ceja alzada y ella capta al sentido lo que le dijo sin palabras. —. Lo siento mi amor, no sé qué pasó…

—Regresa a Londres Sasha.

Mueve su cabeza negando con rapidez, sus ojos comienzan a cristalizarse y me alejo de ella cruzándome de brazos. Este método le funciona con sus padres y hermanos más no conmigo.

—No puedo irme sin ti— dice al borde del llanto. —. Sé que la última discutimos amor y fue mi culpa. Lo siento, pero podemos resolverlo como siempre.

Intenta besar mis labios y alejo mi rostro sin permitirlo.

—Sasha…

—¿Hace cuanto no me tocas amor?— me toma del cuello bajándome a su altura. —. Hace tiempo que no me haces el amor Jonathan.

Termino por alejarla de mí dando no sé cuántos pasos atrás, pero los doy. Le sostengo la mirada por más de diez segundo y maldigo mentalmente cuando veo su intención de llorar nuevamente.

Sasha sabe perfectamente cómo chantajear a las personas a su alrededor, confieso que yo fui unos de ello al principio. Ella estudió con mi hermano y conmigo la misma escuela y misma universidad hemos pasado la mayor parte de nuestras vida juntos y a pesar de que su madre odia a la mía y viceversa, siempre he estado involucrado con ella.

Use a Sasha en mi último año de instituto cuando pensé que Dafne había estado con alguien que consideraba mi mejor amigo en ese entonces, con Joey. El siempre mostró interés en la hija de los Smith, aunque Dafne nunca llevó nada con él ni siquiera una relación de amista, Joey estaba fascinado con Dafne. Y como no.


En cuanto Sasha nunca ocultó su interés en mí y sabía lo mucho que Dafne la odiaba solo por eso y por todos los rumores que inventaba sobre una relación conmigo. Desde ahí su rivalidad.

—No Sasha— bramo. —. No te atrevas a llorar porque no va a funcionar.

—Te amo Jonathan y lo siento, por lo que hice…

—Vas a volver a Londres con tus padres Sasha— finalizó abriendo la puerta de mi habitación para irme a mi departamento.

—No tengo a dónde ir amor— su voz me detiene. —. Mis padres no saben que viaje a Estados Unidos y no podría ir a unas de sus propiedades, ellos me vendrían a buscar…

—Es lo correcto ¿No?— la corto antes de que siga. Es por donde viene y no va a pasar. —. Si no puedes ir a la casa de tus padres aquí, puedes pagar un hotel y pasar la noche.

Limpia la lagrimas que ruedan por sus mejillas. Baja el rostro con pena y niega.

—Mi padre canceló mis tarjetas de crédito Jonathan.

Entrecierro los ojos en su dirección porque esa sí que no me la creo. Si fuera cierto que su padre canceló las tarjetas como llegó aquí.

—¿Y cómo volaste a Estados Unidos Sasha?— la interrogó sin tacto.

—Tengo ahorro— hace una pausa. —, o más bien tenía dinero ahorrado Jonathan. Compré un vuelo en primera clase y ya no me queda.

La miro con cautela. Por más que la quiera lejos de mí no puedo dejarla a su suerte, nunca lo haría. Mi madre no dejará que ella se quede en casa y no tiene a dónde ir. Llevarla a mi departamento sería mi última opción, pero si Dafne se llega a enterar me crucificaría con sus propias uñas.

—Lo voy a resolver Sasha— sonríe con alivio —, pero mañana a primera hora volverás a Londres. Compare tu vuelo.



—¿A eso te mandamos tu padre y yo a Londres Jonathan?— busca saber. Mi madre está furiosa y hoy seré yo el motivo con la llegada de Sasha. —. A que te fueras a bajar la calentura con la hija de los Wilson.

—Mamá…

—Mamá nada Jonathan. ¿Pensé que la habías olvidado cuando te fuiste y nos sales con esto?— acorta mis palabras sin dejarme explicarme. —. ¿Estuviste todo ese tiempo con ella?

No me atrevo a mentirle porque sería peor. Mi madre furiosa es algo que nadie quiere ver en su vida.

—sí.

—¿Por qué?— pregunta entre dientes, le falta muy poco para que se jale su castaño cabello.

Por qué quise olvidar a Dafne. Pienso pero ni por el demonio me atrevo a decirlo en voz alta porque sé que mi madre me mataría por esa idiotez.

—Ella apareció en la universidad mamá y…

—¿Y no pudiste considerar fijarte en otra?— inquiere. —. ¿Tenía que volver a ser Sasha Wilson?

¿Cómo me iba a fijar en otro si a la que quería estaba aquí muy fuera de mi alcance? Me mira molesta al ver que no respondo.

—¿No puedo creer que me estés pidiendo esto Jonathan?— dice mamá furiosa. Habla muy bajo para que Sasha no escuche nuestra conversación.

—Solo será hasta mañana que consiga un vuelo para ella y pueda volver a Londres.

Mi madre mueve su mirada gris hasta donde ella se encuentra hablando con Jordan y mi padre. Le estoy pidiendo a mi madre que deje que Sasha pase la noche aquí en mi antigua habitación. Es más de media noche y las únicas opciones que tenía eran estas.

O que se quedara en casa de mis padre o llevarla a mi departamento, y sé que si hubiera elegido la última opción todo se iba a complicar con ella. Conozco a Sasha y sé que haría lo mismo que hizo en Londres, meterse en mi departamento y no querer salir de ahí.

No me arriesgaría a llevarla a mi nuevo departamento.

—¿Sabes perfectamente lo mal que me llevo con su madre Jonathan?— mamá me recuerda su rivalidad con la madre de Sasha y asiento. —. ¿Entonces como tienes el descaro de pedirme que acoja a su hija bajo mi techo?

—¿Me dejarías dejarla en la calle?— indagó.

—Sabes que no— responde con rapidez. —. Tu padre tampoco lo aceptaría.

—Solo será por hoy lo prometo.

Me mira no muy convencido de ello. Cierra sus ojos respirando lento y calmado antes de hablar. Abre sus ojos otra vez y sus gris se queda fijo en el mío por un momento muy largo.

—La dejaré hasta mañana Jonathan y si no resuelves esto te la llevarás a tu departamento. ¿Me escuchas?

—sí.

Me acerco a ella que no baja la guarda aún mirando molesta. Dejo un beso en su frente para despedirme de ella.

—Gracias mama, te debo una— le digo con diversión para verla sonreír.

—Me debes muchas— corrige.

Salgo de la cocina llegando hasta Sasha, la alejo de mi hermano y padre para hablar con él.

—Te vas a quedar aquí en mi habitación…

—¿Contigo?— sonríe deteniéndome.

—No Sasha yo me mudé y ya no vivo con mis padres— informó.

—Entonces llévame contigo amor, es lo correcto Jonathan soy tu novia no tu amante.

Masajeo los lados de mi cabeza al escucharla, he tenido esta conversación miles de veces con ella y aún no lo entiende.

—No eres mi novia Sasha y lo sabes— le recuerdo.

—¿Entonces que soy?— se cruza de brazos. —. ¿Tu distracción Robinson?

Respiro cansado de esto.

—Olvídalo si— digo para cambiar de tema. —. Te quedarás aquí hasta mañana que consiga vuelo para que regreses.

—No me iré sin ti— niega.

—Si lo vas hacer Sasha porque yo lo voy a volver a Londres tú sí y no se discute.

No discuto más con ella el tema y la guió hasta mi antigua habitación. Todo está ordenado con algunos muebles que mamá se encargó de poner aquí por si algún día me quedaba en casa no tener problema en quedarme.

—Quédate conmigo esta noche Jonathan— ruega con súplica.

—No Sasha, ya hablamos de esto.

Dafne.

—Buenos días Marta— dejó un beso en su mejilla.

—Buenos días mi niña ¿Que te trae por aquí?

Le sonrió robándome una de las frutas picadas del bol sobre la isla.

—Estaba cerca de la casa y Paula quiso visitar a Jordán— digo con calma. —. ¿Sabes si Jonathan se encuentra aquí? Mi padre dijo que no iba hoy a la oficina.

—Si llego muy temprano a casa hoy— me sonríe. —. Lo vi hace poco, vino a pidiéndome toallas limpias para una amiga.

Mi rostro se arruga tras la confección. ¿Cuál amiga?

—Oh entiendo— limpio mis manos sucias de frutas. —. ¿Puedo subir?

—Claro que si mi niña, está en tu casa.

Me despido de ella y voy directo a la habitación de Jonathan, estoy por toca y soy detenida por las voces que escuchan en un murmullo.

Me quedos unos segundos para tratar de escuchar un poco de la conversación pero me es imposible el no escuchar.

—Hola princesa— Jordán hace que pegue un brinco apareciendo y detenerme de abrir.

—Hola Jordán.

Vuelvo a intentar abrir la puerta y él me detiene.

—¿No sabía que estabas aquí?— dice.

—¿Paula no te lo dijo?— lo fulminó con la mirada.

Niega y lo muevo para entrar.

—Un momento Dafne…

—¿Te quieres quitar de mi camino Jordán?— le dijo molesta. Aparece en el momento indicado.

—¿Por qué quieres entrar ahí? Esa habitación está vacía.

—¿Y porque se escuchan voces?— arqueo una de mis cejas cruzándome de brazos. Duda en responderme. —. ¿Quieres explicarme eso Jordán?

—Lo más seguro es que mi hermano esté en alguna llamada o video llamada Dafne. No fue a la empresa hoy.

—Lo sé— respondo. —, quítate.

—Vamos a tomar un café, Paula me espera abajo.

Me toma de la cintura alejándome de la puerta y comienzo una vana pelea con él al ver que intenta alejarme de la puerta.

—Suéltame Jordán— le digo.

—No puedes entrar ahí Dafne.

—¿Por qué?— lo encaró.

Está por dar su respuesta y la puerta se abre dejándome en claro por qué no quería que entrara.

—¿Dafne?— su rostro es de pura sorpresa.

—Hola Dafne.

La miro delante de él con su sonrisa más que fingida ahora mismo. Su figura se hace presente delante de Jonathan y la veo detenerse en el marco de la puerta.

Sasha Wilson. Desde que se graduó el mismo año que Jordán y Jonathan del instituto no supe más de ella solo que decidió viajar hasta decorador que carrera estudia. Pero porque ella está aquí y más porque con Jonathan.

—¿No piensas saludarme?— pregunta divertida desde su posición.

Me suelto del agarre que Jordán aún mantiene en mi cintura recomponiendo todo mi cuerpo.

—No tengo nada que saludarte Sasha— escupo.

—Dafne…

—Veo que sigue siendo la misma de siempre ¿No?— expresa con burla moviendo su mirada hacia Jonathan.

—No soy la única— le respondo.

Continúa mirando a Jonathan a su lado, le toca su brazo y bajo mis ojos hasta el toque. Lo miro a los ojos que ya se encuentran en mí y termino arrugando mi rostro a ver que no la aleja.

—Se nos hace tarde amor— dice en dirección a Jonathan.

Mi cara se descompone al escucharla llamarlo amor. Jordán a mi lado maldice bajo.

Miro a su hermano mayor en busca de alguna respuesta. El se acerca a mí y toma mi rostro
En sus manos.

—¿Qué significa eso Jonathan?— le preguntó entre diente alejándolo de mi.

—Juro que te lo voy a explicar bonita…

—No le llames bonita— sentenció. —. No lo hagas Jonathan.

—No es por molestarte Dafne pero enserio se nos hace tarde— su horrible cara vuelve a aparecer en mi campo de visión.

Pone su mano en el hombro de Jonathan y muevo mi ojos hacia el lugar que él parece entender y la quita con brusquedad.

—¿Quieres parar ya Sasha?— se voltea hacia ella. —. Buscaremos tu vuelo y te largarás a Londres.

Sasha expande sus ojos por la manera en que le habla y termina brazada de brazos sin decir algo más.

Paso por su lado para salir de aquí y soy detenida por ambos hermanos que se meten en mi camino.

—¿No tomarás el café conmigo princesa?— pregunta Jordán.

Lo miro tan mal que creo haberlo asustado de ello porque su única reacción es alza sus manos en señal de paz.

—¿Crees que voy a tomar el maldito café contigo Jordán?— le digo sin una pizca de emoción. —. ¿Sabías de esto?

Mueve su cabeza respondiendo mi pregunta.

No sé cómo demonios llegó ella aquí y no sé qué hará aquí en casa de los Robinson. Su madre odia a la mamá de Jonathan por su rivalidad en su vida laboral. ¿Entonces que ella hace aquí? Hace tiempo que se fue de Estados Unidos y decide volver y peor aún está aquí.

Soy muy consciente en que no le puedo reclamar nada a Jonathan si ella se encuentra aquí por él, Jonathan y yo no somas nada. Al menos de manera oficial. Pero no puedo negar que me moleste su presencia aquí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.