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Capítulo 21.
Dafne.
Su mano me detiene de seguir bajando las escaleras de la casa de sus padres y con fuerza la alejo deshaciendo el agarre.
Como se atreve a tener a Sasha aquí y Emma. ¿No es que mi madrina y la madre de Sasha son rivales hasta la muerte? Eso no le explica por qué su hija que está aquí. ¿Desde hace cuanto la mantiene aquí? Y Jordán, Jordán lo sabía y me lo ocultó.
—Bonita— baja dos escalones deteniéndose frente a mí. Trato de irme moviéndome a un lado y él me detiene. —. Te lo voy a explicar bonita…
—¡No me llames bonita Jonathan que no soy tu bonita!— le gritó en la cara. —. Quítate de mi camino.
—Tienes que escucharme.
Me detengo. Es un idiota ¿Qué piensa?
—Haber ¿Qué quieres que escuche?— inquiero más molesta que antes. Se atrevió a mentirme en mi cara todo este tiempo y yo como estúpida creyéndole. —. Habla Jonathan ¿Desde cuándo la tienes aquí?
Sube un escalón acercándose a mí, presiono mis manos en su pecho cuando hace el amague de subir el otro.
—Sasha llegó ayer de Londres y no tenía a dónde ir— dice.
—¿Y tú cómo buen samaritano la acogiste aquí eh Jonathan?
Niega con rapidez.
—Iba a llevarla a un hotel para que pasara la noche y luego…
—¿Disculpa? ¿Ibas a qué?— lo desafió con la mirada y soy yo la que termino de bajar el escalón que nos divide a ambos. —. ¿Ibas a que Jonathan?— vuelvo a preguntar.
Su hombro cae con cansancio sin responder a mi pregunta.
—Ella no me interesa Dafne…
—No te pregunté eso Robinson— susurró bajo mirándolo todo el tiempo a los ojos. —¿Por qué vino a la casa de tus padres y pasó la noche en tu habitación? ¿Dormiste con ella?
Si dice que si no lo voy a pensar dos veces en matarlo con mis manos, poco me importa ahora caer detenida por asesinato. Jonathan sabe lo que la odio, no solo por haber inventado que salía con él cuando claramente era falso todo eso y él estaba conmigo en secreto de todos, sino que Sasha se encargó de hacerme la vida imposible en todos los sentidos.
Su odio fue tan grande y persistente que mis únicos amigos en la escuela eran los hermanos Robinson y Paula. Cosa que no me importaba, pero si me molestaban los rumores que creaban sobre mí por su culpa.
—No.
—Si— la voz de Jonathan y Sasha se mezclan al mismo tiempo con diferente respuesta.
Nuevo mi cabeza hacia tras encontrándola parada con diversión en la barandilla de las escaleras. La ira comienza a apoderarse de cada nervio y músculo en mi cuerpo. Es abrazador la manera en la que me estoy sintiendo y hace tiempo que no me siento así. Completamente furiosa.
—¿Dormiste con ella?— le preguntó con exigencia a Jonathan.
—Te dije que no…
—¿Y si así lo hizo que te importa? Lleva cinco años haciéndolo. Que lo haga una noche más no le hará daño a nadie.
Llego al límite al escucharla. Subo dos escalones para llegar a ella y Jonathan y Jordán son lo que le detienen de llegar más lejos como quiero.
—Repítelo otra vez— la reto al estar frente a ella.
La ridícula sonrisa no se borra de su rostro.
—Me acosté con Jonathan todo este tiempo— revela y le enfurece que lo haga. Que se acostara con ella. Da dos pasos hacia mí. —. Desde el primer día en que llegó a la universidad hasta el último en que disidió volver aquí.
Hace una pausa mirando detrás de mí, Jonathan se encuentra ahí.
—Se olvidó de ti al llegar a Londres y me hizo saber lo mucho que odiaba que mencionaran tu nombre Dafne. Estuve todo ese tiempo con él, como su novia y tú quedaste en el olvido…
—¡Auch!— exclama Jordán.
Me abalanzo sobre su cuerpo cuando cae al suelo dando golpes sin medir. Paula y Jonathan tratan de quitar mi cuerpo que está encima de Sasha.
¿Quién se cree para venir aquí a decirme en mi cara que estuvo todo este tiempo con él? Como si a mí me importara con quien el estuvo o no.
Tomo la maraña de cabello que es su pelo ahora mismo. Lo jalo con demasiada fuerza que provoca que suelte un grito de puro dolor.
—¡Me estas lastimando!— gime con dolor.
Jonathan toma mi cintura apartándome de ella pero no logra hacer que suelte su cabello. Ella tira hacia sus pies para alejarse y termino acercándola más a mí por su cabello.
—¡Suéltala Dafne, vas a dejarla sin cabello maldición!— pide el idiota de Jonathan.
No le hago caso y al contrario la jaló más fuerte. Que se quedó sin un pelo no me importa.
—Voy a ver si te sigue gustando cuando la deje calva.
—Déjala bien calva amiga, por perra— habla Paula llevándose una mirada de reproche por parte de Jordán.
—No estás ayudando loca.
—Estoy ayudando más que tú Robinson— le contesta Paula soltando mi brazo. —. Tu calentura desenfrenada fue la que inició esto.
Continuó jaló el cabello de Sasha y en un descuido me suelto del agarre de Jonathan llegando hasta ella para golpear su cara, la rasguño con mis uña en una de sus mejillas.
—¡Diablo Dafne ya para!— Jonathan termina de despejarme de Sasha. Sasha es auxiliada por Jordán cuando la suelto.
—Le pones un dedo encima y te olvidas de mi bebe, ¿Queda claro?— amenaza Paula con ternura.
Jordán retrocede tres pasos lejos de Sasha al escuchar las palabras de Paula.
—¡Están loca las dos!— exclama Sasha con dolor tratando de acomodar su cabello. —. ¡Mira como le dejo Jonathan!— se quita los hilos de sangres de su mejilla provocados por mis rasguños.
Jonathan no le contesta ninguna de sus preguntas sin apartar la mirada de mí. El gris de sus ojos se ha vuelto tan oscuro como una tormenta la cual avisa su llegada.
Mi pecho sube y baja por la adrenalina vivida hace un momento. Lo que pasó fue en un momento de ira y lo reconozco, Sasha no debió de mencionar o más bien restregarme en la cara que pasó cinco años a su lado.
Desde que íbamos al mismo colegio tenía la ganas de jale esa melena chocolate que ella lleva y no por Jonathan. A mí no me importa ni me interesa lo que ella haga con él. Puede comérselo si le da la gana, al final ellos son tal para cual. Pero si quería vengarme todas la que ella me hacía en el instituto.
Y este fue el día.
—¡Eres una jodida salvaje!— dice a una distancia de mi. —. ¡Siempre a has sido una!
Intenté llegar a ella y Jonathan me detiene.
—Vas a parar Dafne, estás en la casa de mis padres— se interpone en mi camino con su gran cuerpo.
—¿La casa de tus padres?— repito amarga. —. ¿Pensante en que era la casa de tus padres cuando la metiste a ella aquí?
—Ella va a irse a Londres— revela con firmeza.
Acorto la poca distancia que me separa de él en dos paso alzando mi rostro para mirarlo a los ojos.
—Me importa una mierda a donde ella se valla, a mi me dejas como mismo lo hiciste hace cinco años— musitó bajo sin romper la guerra de miradas.
Salgo de la casa marchándome de ahí.
Jonathan.
—Recoge tus cosas Sasha, te llevaré al aeropuerto— le digo desde mi posición aún mirando por donde Dafne se marchó.
—No voy a regresar a Londres sin ti mi amor…
Me volteo hacia ella mirándola severamente. Necesito que salga ahora mismo de este lugar y regrese al suyo, solo llego a complicar las cosas.
—Vas a irte Sasha y no te opondrás. Así que ve por ti cosas ya, no lo voy a volver a repetir.
Me mira con el desafío plantado en su mirada. Será lo mismo que en Londres y mi departamento. Nunca debí dejar que se quedara aquí sabiendo las consecuencias.
—No.
—Si Sasha…
—¡¿Quieres que me largue de aquí para estar con ella cierto Jonathan?!— pregunta respirando celo en cada palabra. —. ¡Pues no te daré el gusto así que entérate desde ahora!
La miro cansado de esto, de esta actitud que está tomando sin razón. Con la de Dafne me basta para que ella también venga a unirse al club que me doy cuenta y estoy formando. Desde que estuve con ella en Londres le dejé las cosas clara.
Era y fue solo sexo, nada más. Nunca iba ni voy a sentir algo especial por ella y ella parece no entenderlo aún.
—Lo que teníamos se terminó Sasha— recompongo mi cuerpo. —. Desde que salí de Londres.
Niega con desenfreno.
—Quizás para ti termino, pero no para mi Robinson. Te amo y voy a luchar por esto.
Llego a límite con ella y sus palabras.
—¡No hay nada entre nosotros entiendo lo Sasha ya acabo!— gritó poco me importa si alguien escucha esta discusión. —. ¡Fuiste una distracción nuestras cursaba mi carrera sí y ya volví a donde me interesa estar! Quiero que te vayas de mi casa.
—¿Me estás dejando por ella Jonathan?— pregunta incrédula.
—Si— acabo con sus dudas. —. Todos aquí saben perfectamente lo que ciento por Dafne, no es la primera vez que lo escuchas.
—¡Son casi hermanos Jonathan!— grita estética como si no supiera ese detalle ya. —. ¿Cómo es posible que puedas follarte a una persona que consideres casi tu hermana pequeña? Explícamelo.
¿Enserio ella quiere que le conteste eso?
—Como mismo tú te dejas follar por el hijo de la mayor rival de tu mamá Sasha. No hay mucha diferencia sabes.
—¡Están enfermos los dos!
La ignoró bajando las escaleras, ella me llama con insistencias pero no volteo. Llego hasta la sala buscando la figura de Dafne por todo lado y dar con ella.
Me dirijo hasta la puerta y me detengo cuando abre pensando en que puede ser ella, pero mis esperanzas se van abajo cuando veo la figura de mi padre entrar.
—¿Viste a Dafne?— preguntó con rapidez antes que le pueda decir algo más.
—Si— su mirada negra pasa sobre mi cabeza cuando ve a sacha para en la bandola de la escaleras. —. Vamos a hablar y vas a sacar a esa niña de mi casa.
Su semblante está serio mucho más de lo que recordaba cuando él llegaba a enfadarse con Jordán y conmigo cuando éramos niños. Pasa por mi lado sin decir nada más y lo sigo.
…
—¿Quieres explicarme porque me encontré a Dafne salir de esta casa al borde de las lágrimas?— Papá toma asiento detrás de su escritorio.
Me quedo de pies frente al escritorio.
—Discutió con Sasha— reveló.
En poco Sasha estará vetada de esta casa y todo por una misma persona. Dafne. Ella ha sabido cómo robarse el corazón de cada Robinson a su alrededor y mi padre no es diferente, Dafne es una hija más para él.
—¿Y por qué discutió con la hija de los Wilson?— pregunta con interés. —. ¿no se suponía que ella se iba a ir hoy de esta casa?
—Iba a llevarla al aeropuerto para que tomara un vuelo— digo. —. Dafne llegó a casa con Paula y Sasha la comenzó a provocar, ella solo se
Defendió.
—¿Qué le pudo haber dicho Sasha a Dafne para provocarla al punto de llorar?
Aquí firmo mi sentencia de vida. Como le dijo a mi padre que Sasha le restregó en la cara a Dafne que me estuve acostando con ella durante cinco años.
—Le confesó que estuve con ella estos cincos año…
—Eso no es algo nuevo hijo— papá me interrumpió. —. Sasha dejó muy en claro su relación contigo.
—Ella no me interesa ya, nunca lo ha hecho— digo seguro de mis palabras.
—Define tu interés, porque últimamente no conoces el significado de la palabra.
Suspiró dejando caer mis hombros. Quisiera decir que Jon Robinson siempre se ha comportado así con sus dos hijos, pero no. Mi padre es un hombre de carácter duro e imponente, mamá nos hacía muchas historias de cuando comenzó a salir con él y él se comportaba indiferente ante ella.
Comenzó a cambiar un día que él y mamá discutieron sobre su relación y decidieron terminarla para siempre, ambos siguieron sus vidas con personas diferentes aún estando en la misma universidad. El tiempo pasó y mi padre siguió saliendo con cada chica que él quisiera y cuando le tocó ver a mamá intentarlo con alguien más se volvió loco de celos e irá proponiéndose a conquistarla de nuevo hasta casarse con ella. El resto ya es historia, desde ese momento ella viven felices casados.
Con Jordán y conmigo no ha sido tan diferente, siempre nos ha dejado que decidamos por nosotros mismo apoyándonos como un buen padre, pero ahora sé que eso puede cambiar porque Dafne, la hijas de su mejor amigo y socio está involucrada en esto.
—Sasha nunca me ha interesado como lo hace Dafne— hago una pausa pensando mis siguientes palabras. —. Dafne ha sido y será única en mi vida.
La mirada de mi padre sostiene la mía unos segundos. Dos dedos de su mano acaricia su mentó muy despacio analizando lo que acabo de decir.
Que Dafne me guste no es un secreto en esta casa.
—¿Así que admites que te gusta Dafne, pero aún así no dejaste a Sasha?— pregunta.
—Si deje a Sasha…
—¿Por cuánto unas semanas o quizás días Jonathan? Desde que llegaste a Londres estuviste con ella.
—No voy a volver a estar con ella papá lo juro. Dafne es mi interés ahora— mi padre alza una de su cejas en mi dirección.
—Eso espero— me regala una mirada severa. —. Y respecto a Sasha, la quiero fuera de aquí para la hora del almuerzo.
Editado: 12.11.2024