Hilo Rojo (poemario)

VI

El día de ayer bebí lo suficiente, tanto, que me mantuve sobrio durante toda la noche, pensándote, anhelándote, deseándote.

Estuve a punto de abandonar todo; sin embargo, el compromiso ya estaba hecho y soy hombre de palabra.

Hoy desperté con la peor de mis resacas.

Desde que tú me dijiste Nunca te arrepientas—. Jamás lo había hecho, pero ayer, ayer fue diferente. Sólo pensaba en ti y en el por qué no estaba contigo.

En la mañana he despertado con las manos frías, con un dolor en el pecho como si este fuera a partirse en dos en cualquier momento, con la mirada triste, los labios secos y el cuerpo hundido en tus recuerdos.

Han pasado 10 horas y la resaca aún continua, mi única cura a todos estos malestares es el verte sonreír de nuevo.

Mi objetivo sigue siendo el mismo: Estar contigo hasta que se acaben mis vidas.



#31389 en Otros
#10075 en Relatos cortos

En el texto hay: poesia, romance, prosa

Editado: 11.11.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.