La llegada del segundo Devorahilos rasgó el aire como un latigazo.
El suelo tembló.
Los árboles se doblaron.
El refugio entero crujió como si hubiera sido construido con huesos quebradizos.
Tharen apretó a Raven contra su pecho y murmuró:
—Por favor… aguanta. Estoy aquí. No voy a dejar que te toque.
...…......….......…...........
✦ Dentro del sueño
Raven no veía.
No podía moverse.
Flotaba en un espacio sin forma, un vacío blanco atravesado por grietas oscuras que vibraban como venas.
Pero sí escuchaba.
Oía respiraciones aceleradas.
Gritos.
Choques de acero.
El rugido de algo que no era humano.
Y una voz…
una voz quebrada…
Tharen.
—Raven… por favor… no te vayas…
El sonido le atravesó el pecho, arrancando un eco apagado que detonó en su interior como un tambor lento.
Raven intentó abrir los ojos.
No pudo.
Intentó mover un dedo.
Nada.
Pero él escuchaba.
Todo.
Incluso lo que nadie decía en voz alta.
El miedo.
La culpa.
La desesperación de Tharen.
La angustia de Aria.
El pulso helado de algo oscuro que lo perseguía desde dentro.
Una sombra se movió en ese vacío.
Una figura femenina, borrosa, con cabello como un río de oscuridad.
Liora.
Aunque Raven no la reconociera, su cuerpo sí.
Respondió con un estremecimiento involuntario.
La figura se acercó…
no con violencia, sino con propósito.
—No despiertes aún —susurró—. Todavía no.
Su voz se hundió en el vacío antes de que Raven pudiera entender sus palabras.
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El segundo Devorahilos cayó desde lo alto, rompiendo el techo del refugio.
Las piedras se esparcieron como proyectiles.
Kael apenas tuvo tiempo de rodar con Aria en brazos.
Pero Aria no reaccionó.
Su cuerpo estaba frío, demasiado ligero, como si la energía se le escapara a través de la piel.
—Aria —murmuró Kael, con una voz que pocas veces mostraba debilidad—. No me hagas esto. No ahora.
Sus dedos temblaban mientras la sostenía.
Selia gritó:
—¡KAEL, DETRÁS!
El primer Devorahilos, herido pero no derrotado, lanzó un arco de hilos negros hacia él.
Kael giró a tiempo para interponer su espada, pero la fuerza del impacto lo lanzó contra una columna.
Aria cayó de sus brazos.
Su respiración se volvió más débil.
El refugio colapsaba más rápido de lo que podían reaccionar.
Eldan observó todo desde un lugar seguro, sin moverse.
Sus ojos seguían cada desplazamiento de los monstruos…
…como quien evalúa piezas en un tablero.
Selia lo notó.
No la forma en que analizaba la batalla.
Sino la calma con la que no hacía nada.
Una calma antinatural.
Un hilo oscuro, casi imperceptible, vibraba entre sus dedos.
—Tú… —Selia retrocedió, helada—. Eso… eso no es magia permitida. ¿Qué estás—
Eldan por fin la miró.
Y esa mirada no era humana.
—No preguntes lo que no puedes soportar saber.
La sangre se le congeló.
Eldan levantó una mano apenas.
Los hilos de sombra se movieron como si respondieran a un dueño antiguo…o a algo peor.
✦
El segundo Devorahilos se lanzó directo hacia Tharen y Raven.
Tharen se incorporó de golpe, respirando con dificultad, con la herida abierta sangrando más por cada movimiento.
—No… —dijo entre dientes—. A él… no lo tocas.
Se puso delante, aunque sabía que el monstruo podía quebrarle todos los huesos con un solo golpe.
Raven escuchó la voz desgarrada de Tharen desde el sueño.
—Por favor… no me quites lo único que me queda…
Un latido se aceleró dentro del vacío.
Las grietas negras empezaron a extenderse por el espacio mental de Raven.
Algo tiraba de él desde afuera.
Algo lo quería arrancar.
Su propio hilo vital vibró peligrosamente.
✦
Kael se arrastró hasta Aria, sujetándola por los hombros.
—Aria. Aria, mírame —pidió, casi suplicando.
Ella abrió los ojos por menos de un segundo.
Una luz rojiza cruzó por su iris.
Una señal de que su magia interior estaba colapsando.
—Kael… Raven… se rompe… si… si no lo… —tosió, y sangre salió de su boca— si no lo sostengo…
—NO —Kael la apretó contra su pecho—. Ya no puedes sostener a nadie. Ni siquiera a ti misma.
Pero Aria ya trataba de levantar una mano.
Una última vez.
Su hilo interno se estaba desgarrando.
✦
El capullo alrededor de Raven empezó a fracturarse como una esfera de cristal golpeada desde adentro.
Las grietas blancas se expandieron en forma circular.
Un sonido agudo inundó el refugio.
Kael gritó:
—¡SE ESTÁ ROMPIENDO! ¡SI DESPIERTA ASÍ, MORIRÁ!
Selia retrocedió, cubriendo su oído.
Tharen no se movió. No podía. Tenía a Raven en brazos.
Y sintió cómo algo en él… ya no solo temblaba. Se estaba partiendo.
—Raven… por favor… vuelve conmigo…
Su voz se quebró.
Y ese quiebre traspasó el umbral del sueño.
✦
En el vacío, la voz de Tharen sonó como un rayo.
Rota, asustada , humana.
Raven sintió un calor en el pecho. No magia.
No dolor.
Un calor que reconoció sin saber de dónde provenía.
Quiso responder. Gritar.
Extender la mano.
Pero algo lo sujetó por el tobillo , era una sombra. Un hilo negro.
Liora…
o algo que pertenecía a ella…
tiraba con fuerza.
✦
El capullo estalló.
Un viento brutal salió disparado en todas direcciones.
Selia salió lanzada contra la pared.
Kael cubrió a Aria.
La mitad del refugio se desplomó.
Los dos Devorahilos se detuvieron abruptamente…como si hubieran recibido una orden.
Eldan no parpadeó.
Tharen fue arrastrado hacia atrás, pero no soltó a Raven.
Lo envolvió con ambos brazos, aun sabiendo que podía morir así.
Raven abrió los ojos. A medias. Oscurecidos.
Como si algo desde adentro tirara de él hacia otro lugar.
Sus labios se movieron apenas.
— …tha…ren… …
Tharen se congeló.
El corazón se le detuvo.
Eldan sonrió con satisfacción.
Y detrás de todos…
La figura de Liora apareció entre las sombras.
Sus ojos brillando en la oscuridad.
—Aún no es tuyo —susurró.