Capítulo 11: XIAOWU, DETRÁS DE SI

«El día de la entrevista»

— ¡¿LA JOVEN AMERICANA?! ¿ELLA? — Pregunto el mánager de Xiaowu.

— Sí, ella. Ella debe ser mi maquilladora. — dijo Xiaowu seguro de sí mismo.

— Xiaowu, Xiaowu. ¿Por qué de pronto no dejas que elijamos a la mejor? — preguntó mientras golpeaba con ambas manos la mesa para apoyarse.

— Ella es una pista. — Xiaowu sonrió con esperanza.

— ¿Sigues soñando con esa niña pequeña? — preguntó y dio un suspiro. — Xiaowu, deja de pensar en esa nena. No sé de dónde sacaste esa descabellada idea, pero no encontraras a esa niña. — Intento desalentar a Xiaowu, aunque su entusiasmo no lo dejaba rendirse.

— Pero… — Él tenía que pensar en una idea para que dejen que ella se quedara a su lado.

Xiaowu sentía que la joven que vio era una pista sobre “Pequeña luna”.

— Entonces renunciaré y diré que son xenofóbicos en mis redes sociales. — Xiaowu amenazó audazmente a su manager.

Él lo miró perplejo, jamás Xiaowu lo había amenazado, incluso solo siguió órdenes durante 12 años.

— ¿Entonces? — la mirada de Xiaowu era seria, aunque estaba temblando en el interior.

— ¡Ay! Ya, ve, ve. Que la joven sea tu maquilladora. — solo cruzó los brazos y empezó a caminar de un lado al otro. Usualmente tenía ese tic.

Xiaowu estaba emocionado, él pensaba «Ella fue aceptada, ella estará a mi lado.»

— Pero tendrás que grabar ese drama histórico que no querías aceptar. Luego tendrás tus vacaciones. Y por favor después de los 2 meses de vacaciones regresa a hacer mucho trabajo. — dijo refunfuñando. Aunque él solo quería que Xiaowu dejará sus locas ideas, aun así lo apreciaba lo suficiente para dejarlo tomar esta decisión.

— Está bien, empezaré en 2 días. — Salió casi saltando de la emoción.

El corazón de Xiaowu se sentía emocionado…

Sonrió tanto que a los empleados les pareció algo raro e inusual.

Aunque tenía 12 años en la misma empresa, jamás sonrió tanto.

«¿Cómo debería recibirla? ¿Debería hacer una fiesta de bienvenida? No, eso es muy anticuado.» Pensaba Xiaowu. Estaba muy emocionado.

Tanta emoción dejó su cuerpo exhausto. Durmió como un bebé. Buscó en sus sueños a Pequeña luna, más no la encontró en ningún lado.

—¿Dónde está pequeña Luna? — dijo entre sueños.

Despierto, se sentó al pie de la cama. Eran muy temprano incluso la luna aún se podía ver.

—Pequeña Luna… ¿Dónde estás? — dijo en voz baja. Se sentía, por alguna razón, nostálgico.

Después de tanta espera por fin amaneció; Bin Bin lo esperaba en la puerta de casa, lo llevaría hacia la agencia.

Al llegar a la agencia informaron a Xiaowu sus próximos proyectos. Desde modelaje ese mismo día, hasta ensayos exhaustivos para una colaboración el fin de semana.

— ¿El fin de semana? ¿No es muy pronto? ¿Podré aprender la coreografía en solo unos días? — dijo Xiaowu preocupado.

— Xiaowu, te permitimos quedarte con la joven maquilladora. No dejemos que tu fama se acabe. — el manager levantó una ceja intentando verse más autoritario.

— ¿No le parece que es demasiado trabajo? — dijo él joven asistente de Xiaowu intentando defenderlo. Aun así, la voz de un pequeño empleado no cambiará los planes de una gran empresa.

— Si mal no me equivoco te tomarás tu licencia por problemas familiares, ¿Verdad? — dijo el manager con un tono destructivo.

— Está bien, lo haré. Iré a practicar. — Xiaowu salió de la sala.

No podía negarse a seguir trabajando duro, pero después de tanto tiempo sin descanso su cuerpo colapsaría sin duda alguna. Aun así, desde muy temprano se puso a ensayar, la emoción era más grande que la rabia que sentía.

La joven tomaría el papel de asistente y maquilladora. Aunque… En el contrato especificaba brevemente sus funciones exactas.

«Me reconocerá» pensaba Xiaowu. Después de verla por primera vez en la entrevista y hacerle unas preguntas encubiertas, supo que era ella de quién le habló la pequeña luna de sus sueños.

«Nota: “Pequeña luna” es la niña con la que soñaba y aún sueña Xiaowu.»

Finalmente llegó la hora del encuentro. Él estaba envuelto en sus pensamientos.

Sintió el toque de la puerta, corrió hacia la barra frente al espejo, tomó el guión y lo abrió.

«¡Guau! Qué frase tan romántica.» Pensó al leer una de las hojas.

Aun así, tenía que dar el permiso de pase para la pequeña joven

— Pasé. — dijo intentando sonar natural y nada nervioso.

Ella entró, él esperaba una respuesta diferente a la que ella dio.

Ella no lo reconoció. Su expresión se veía como si nunca antes lo habría visto.

«¿Será que estuve muy bien maquillado qué ella no me reconoció?» pensó una y otra vez.

Solo esa puede ser la razón.

«ES IMPOSIBLE OLVIDAR SUCESOS QUE MARCARON NUESTRA VIDA, ASI SEA UN SIMPLE SUEÑO.»