Capítulo 18: DOS RUEDAS DE AMOR

¡Ay, qué vergüenza!

Pero me había quedado sin dinero en mi teléfono.

— Es que el taxi hasta mi casa es muy caro y pues… — apretaba mis labios para calmar mis nervios.

— Está bien, te enviare dinero desde mi teléfo~ — ambos nos volteando a ver si teléfono que no prendía ni pensaba hacerlo.

Él sonrió avergonzado y yo solo le devolví la misma sonrisa.

— Te llevo en mi auto. — él propuso una grandiosa idea. — al menos así te pago el daño de tu pie. ¿Aún te duele?

¿Xiaowu pregunto sobre mi estado? Sentí la brisa en mi cabello. ¿Desde cuándo se volvió tan amable?

— Estoy mejor. Vamos. — Caminamos hasta la cochera, intentamos encender el auto, pero no parecía estar de acuerdo con hacerlo.

Intentamos lo mismo durante media hora más no prendió, muy tarde nos dimos cuenta que no había gasolina. Bin Bin se ocupada del auto que se quedó en el set de grabación.

Nos bajamos del auto, volteé la mirada y vi una bicicleta. Solo espero que a Xiaowu no se le ocurra proponer llevarme en ella.

Aunque usualmente desde que llegué a China tengo mala suerte, está vez el destino se puso en mi contra deliberadamente.

—¿Estás seguro? — pregunté cuando ya salíamos de la casa.

Xiaowu se puso un gorro y un cubre bocas. Estaba haciendo calor, no entiendo cómo lo soportaría con tanta ropa de color negro.

— Si te maquillo podrás evitar el cubre bocas y toda esa ropa negra. — Miraba la espalda Xiaowu esperando una respuesta.

— ¿Traes contigo tu set de maquillaje? — preguntó. Parecía que estaba de acuerdo.

— No, pero traigo maquillaje como para convertirlo en otra persona. — Responde inmediatamente.

— Está bien, añade muchas pecas.

Sonreí a su extraño pedido. Saqué los pocos instrumentos de maquillaje. Cambié ligeramente el tono de su piel, agregué las pecas que pidió y cambié la forma de sus cejas sin malograr las originales.

Cuando vi el resultado no sé si me gustaba el antiguo Xiaowu o el de ahora. Aunque cambie sus rasgos más notorios sigue siendo atractivo

No es que me guste, sino que tiene buenos rasgos faciales. Y una cara perfecta, pero no tan perfecta no existe nadie perfecto. Pero… ¡Ay!

Lo mejor será olvidar eso.

— ¿Qué tal? — pregunté.

— Me veo como otra persona, aún sigo siendo atractivo. — Se halago arrogantemente a sí mismo.

— ¿Vamos? — pregunté.

Él me ayudó a subirme a la bicicleta y nos embarcamos hacia mi departamento.

Sé que está situación era estúpida y poco razonable. Pero existen cosas que no se pueden evitar, me divertía, aunque él era tan distante.

Xiaowu freno y me sujete aún más de su torso.

¿Es mi corazón el que late tanto? Suena como tambores.

— ¿Te gusta ir en bicicleta? — pregunto él.

Nunca había conversado conmigo tan libremente sobre mis gustos.

— Sí, papá me llevaba a pasear en bicicleta cuando era niña. — respondí con tristeza. Ahora que los pienso fue una respuesta muy íntima.

— ¿Entonces qué pasó después? — preguntó una vez más.

— Empecé a estudiar para la universidad y a aprender mandarín. — respondí.

Papá no le gustaba que esté viviendo en China. Estaba tan lejos de él, siempre me apoyó en lo que quise ser y hacer. Pero nos separamos poco a poco.

— Entonces te trae recuerdos nostálgicos. — Xiaowu solo miraba al frente mientras respondía.

¿Acaso está siendo empático conmigo? Quizá tengo muchos prejuicios contra él. Todos podemos ser bueno.

— Sí, señor Lu.

— Tutéame

—¿Qué? — dije asombrada

— Tutéame. — dijo una vez más

— Pero si usted dijo que lo llamará Sr. Lu. — dije atontada.

— Si no quieres tutearme está bien. — dijo serio

— ¿Por qué eres así? — grité.

Otra vez estoy al borde de perder mi trabajo.

«LA RISA ES LA DISTANCIA MAS CORTA ENTRE DOS PERSONAS»