Hilos del sueño

Capítulo 48: TRATO Y CONTRATO

Dejé que Zhao Lin y Yi Yi regresaran a casa. Yo… yo tenía una cita, entonces fui en busca del Sr. Yan.
 

La conversación no fue para nada amistosa, más bien me impusieron miles  de reglas y por sobre todo debía firmar un papel en el constaba los tratos que se habían arreglado y, por obvias razones, que no tendría parte en la repartición de bienes cuando ambos nos divorciemos.
 

— Tampoco necesito ningún bien de Xiaowu. — respondí después de poner los ojos en blanco y girar mi cabeza hacia la derecha.

— Sé que tampoco lo necesitas. — levantó un ceja y me miró con petulancia.
 

 

¿Qué es lo quiso decir?

Lo miré dudosamente, él sabe algo más de mí.
 

— No te preocupa, no diré nada. — observó los papeles firmados.

— ¿Qué es lo que sabe?— pregunté con temor.

— Una de las jóvenes más ricas de América, fundadora de una técnica de maquillaje, y hasta hora no sabemos qué haces aquí. — se asomó a mí. — Dime…¿Qué haces en Shanghái?

— Ni yo misma lo sé. — miré al vacío.

— ¿Xiaowu no lo sabe, verdad? — cambio el punto de la conversación.

— No quiero que lo sepa. — tome un sorbo de café. Estaba muy caliente.
— Es un chico con un buen corazón, no te juzgará. — respondió tranquilamente. — Pero…

 

Levanté rápidamente la mirada al ver que tenía un 'pero'.
 

 

— Pero guardaré tu secreto si en el futuro me haces un favor. — me miró directamente, baje un poco la mirada por respeto a los mayores.
— Bien. Qué así sea. — tomé la copia del documento y me fui.

 

Creo que fue el peor cumpleaños del mundo.
Regrese a casa, temía a lo que posiblemente me diga Xiaowu pero este no era el momento de dudar.
 

Entre y no había nadie en casa, no era tan tarde para preparar la cena.

Me puse mi mandil y empecé a preparar platillos que gustaban a Xiaowu. Prepare la mesa y esperé a que llegara.

 

05:43 p.m.
 

06:21 p.m.
 

07:48 p.m.
 

08:16 p.m.

 

¿Por qué no vuelve?
 

Me quedé dormida en el sofá esperando a Xiaowu.
Tenía frío, moví mi cabeza y entreabrí mis ojos. Vi la figura de un hombre apoyado en la puerta observándome.

Me levanté rápidamente y frote mis ojos con mis dedos índices.


 

— Xiaowu, estás aquí. — me levanté rápidamente pero me sentí mareada, agite un poco mi cabeza.
— Te levantaste muy rápido. Siéntate. — Xiaowu me sostuvo y me ayudó a sentarme.
— Gracias. — sonreí. —¿Ya no estás molesto?
— No estaba molesto, solo celoso porque Zhao Lin supo antes que yo. — respondió tranquilamente.
— ¡Owww! ¿Estás celoso? — pregunté como una niña de cinco años.
— ¡Sí, muy celoso! — Xiaowu hablo en voz alta.
— ¿Fuiste con pequeña luna? — pregunté recordando que de un momento desapareció.
— Sí, tuvo un contratiempo con su casa y fui ayudarla. — respondió rápidamente.
 

Para mí, esto era como una confesión. En lo absoluto no me agradaba pequeña luna, su actitud hacia mí a espaldas de Xiaowu me molesta. No es honesta ni transparente, finge y se hace ver inocente e indefensa. Una completa víbora.

— ¡Oh! — respondí. Apreté los labios y cambié de tema. —¿Cenamos? — pregunté con una sonrisa.

Me levanté y quise caminar pero Xiaowu agarró mi mano.

—¿No te agrada pequeña luna? — preguntó.
— No. — respondí antes de arrepentirme de decirlo. — Pero …
 

Pero por sobre todo Xiaowu la quería como una hermana pequeña y no podía permitir que mis sentimientos y pensamientos intervengan a la relación de hermandad de ambos.
 

— Pero eso no quiere decir que no quiero que la veas. — respondí rápidamente.
— ¿Eso quiere decir…?— Xiaowu estaba confundió y no entendía mis palabras.
— Quiero decir que no solo desaparezcas. Al menos dime qué irás con ella y así ya no siento que me excluyes de tus acciones. — dije como un bebé.
 

Realmente me sentía así, pero es que solo quiero saber dónde está para no sentirme alejada de él. Puedo sobrellevar que ella no me agrade pero al menos pido estar informada.
 

— Bien, mi pequeña dulce niña paranoica. — Xiaowu se levantó y apretó mis mejillas.
— ¡Heyy! Me duele.— me quejé
— Te quiero mucho. — Xiaowu se acercó rápidamente a mi rostro y me dio un beso.
 

Sonreí y después solo cenamos y conversamos de temas triviales. Él no mencionó nada sobre mi prosopagnocia.

No me gusta que sientan lástima por mí, es lo peor que pueden hacer y me incómoda.

 

«EL AMOR VERDADERO NACE EN LOS TIMPOS DIFICILES»

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.