Hilos Rojos

Capítulo 23

Miércoles, 2 de mayo del 2018.

Estaba tranquila haciendo tarea antes de la última clase. Si está mal hacer ahora mi síntesis sobre Embarazo Adolescente, pero anoche me desvelé platicando con Nathaniel.

Fue divertido, nos mandábamos canciones y las cantábamos por teléfono.

Y ahí estoy yo, a media noche cantando Lost in your love de Colyer por medio de mi celular.

« I got lost in your love . . . »

Sonó un portazo en mi puerta. Era mi hermano. Colgué rápido.

—¿Qué chingados quieres Asdrubal? —expresé con un tono no muy agradable.

—Esa cosa para dormir que tiene como agüita adentro.

—Ay, perdón aquí la tengo, no he dormido bien —respondí muy pacífica.

—¡Sharon! ¡Siempre te he dicho que me lo pidas! —Me exclamó irritado.

—¡Tú nunca me pides mis chanclas! Cómprate unas, menso.

—Tarada, está cosa tiene que estar fría. Mínimo cuando la dejes de usar colócala de nuevo en el refrigerador.

—Y tú cuando te bañes déjalas después enfrente de mi puerta.

Exhale irritada. Se fue de mi cuarto sin cerrar la puerta. La cerré despacio, pensé en mi mamá a lado de mí. Quien a pesar de que tiene el sueño pesado no quisiera molestarla.

Miré mi teléfono, y la pantalla estaba encendida, con la llamada continuando. Shit.

—¿Escuchaste todo?

—Le voy a comprar chanclas a tu hermano para que ya no agarre las tuyas —Me carcajeé— .Mis hermanas y yo nos peleamos peor.

—¿Cuántas hermanas era que tenías?

—Tres, trillizas, de trece años.

—Wow —dije alargando la "o", y yo me quejaba—, ¿sus nombres?

—Yudith, Lucy y Matilda. Son idénticas, imagina como se divierten molestándome. 

—Yo aprovecharía para asustar a mi hermano o confundirlo.

—Eso hacen las malditas. Son pocas las diferencias físicas que tienen. Matilda es topo así que usa lentes, Yudith tiene el cabello algo más corto debido a que le pegué un chicle y Lucy se come las uñas.

—Es bueno saber eso por si un día las conozco —Rodeé en mi cama para mirar hacía arriba. Imaginando una cena con esas pubertas atacándome sutilmente (he conocido a niñas de esa edad algunas son algo malas), junto a sus padres los cuales de seguro si tienen su hilo rojo junto.
 

En fin. Entregué mi síntesis y el profe me pregunto sobre la fecha.

—¿Por qué la fecha es de hoy?

—Me equivoqué, la hice tarde. No la estaba haciendo mientras tomaba lista aprovechando que soy de las últimas —Le sonreí después de que diera una rápida leída, y pusiera su firma.

—Que chistosita, nueve.

—¿Por qué? Estoy segura de que no tiene faltas ortográficas.

—La tarea se hace en casa, no mientras tomo lista —Debería aprender a mantener la boca cerrada. Y puso mi tonto nueve en su hoja.

El profesor nos dejó salir antes de la hora, unos 10 minutos muy buenos. Salí con una nalgada bien dada por parte de mi amiga Viviana.

—Así te las voy a regresar Vivi.

—Cuando quieras mi amor.

—Asco, lenchas —dijo en broma mi amigo Martín.

Los tres salimos sin antes pasar la tarjeta por esos aparatos que pitaban ligeramente. Son para avisar cuando salimos de la preparatoria, por lo peligroso que puede ser hoy en día la ciudad.

—¿Quieren ir a Domino's? —preguntó Martín mientras tocaba su cabello ligeramente margo. Yo afirmé al igual que Viviana.

—Nena creo que tu iras a otro lado, sí es que es tu novio el chico que camina hacía ti —me dijo Viviana mirando detrás de mí.

—¿Eh? —Luego sentí que tocaron dos veces mi hombro. Me volteó, y Dios Bendito.

—Hola Sharon perdón por no avisarte, pero quería sorprenderte y, ¿quieres ir a comer?

—Por supuesto Nathaniel —¿Soy yo o varias personas nos observan? ¿Tan universitario se ve?

Nunca ningún niño había venido por mí a la salida. Se siente tan lindo, tan inesperado. Viviana lo vio de arriba a abajo, y me sentí extraña, sentí la necesidad de tocarlo, una fuerza sobrenatural me hizo engancharme de su brazo.

Ni siquiera me despedí de beso, solamente moví mi mano, y me di la vuelta.

Me separé de él para entrar al lado copiloto de su carro. No podía parar de sonreír. Y luego él se miraba tan lindo. Tan lindo mi amigo, obvio, porque algo más no. ¿Es decir él y yo? No, no, no.

—Conecta tu celular y pon Lost in your love, ¿ya te mencioné que no la dejo de escuchar? —cuestionó el chico de mirada de ensueño, y prendió el motor.

Le gusto la canción. . .
Quizás sí.



#43817 en Novela romántica
#20234 en Fantasía

En el texto hay: adolescentes, primer amor, hilos

Editado: 29.09.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.