Hilos Rojos

Capítulo 29

Miércoles, 2 de mayo del 2018.

Quería con todo mi ser besarlo. Pero era demasiado rápido. Que iba a pensar de mí. Además ni siquiera sé hacerlo. Y quiero que sea especial. Pero tampoco quiero que crea que soy una insípida aburrida. Yo sólo analizaba su cara desde el ángulo de abajo. Se miraba muy lindo. Notó mis ojos no dejaban de ver su cara. Se le miraba una adorable papadita. Asentí para que se acercará.

—¿Qué? —dijo y levanté mi cuello. Le besé en la mejilla. Y pude mantener todo en un dulce beso conciso, pero no, por alguna razón necesitaba más. Él mantuvo sus ojos abiertos constipado de las acciones que estaba tomando al sentarme en sus piernas para besarlo mejor. ¿Creía que lo besaría en la boca? Tranquilo Nathaniel. No soy tan atrevida, tengo miedo. Me limité a besar sus mejillas, era meticulosa evitando sus labios. Él ya tenía los ojos cerrados y sonreía disfrutando del tacto, que en mi vida me vi haciendo tal cosa. De alguna manera éramos más que amigos. Estoy convencida de que lo que nos atraía el uno al otro era la libertad. La aparente falta de culpa y la empatía. Y yo no quiero que esas sean las únicas razones por las cual yo bese a una persona. Yo quiero que mi primer beso sea enteramente por amor, que sea idílico; y quizás esto se puede dar, sólo tengo que contenerme, aunque las hormonas lo hagan ver algo inconmensurable. 

De un momento a otro ya estaban en la puerta de Nathaniel el padre y sus hermanas Lucy y Matilda. Y de inmediato me quité, con brusquedad como si estuviera tocándolo cuando sólo le estaba dando uno que otro beso en las mejillas. Estaban sorprendidos, las niñas estaban boquiabiertas. ¡Incomodo! 

—Niñas cierren la boca, se les va a meter una mosca. Un gusto, soy el papá de Nathaniel —dijo el señor dejando unas bolsas en la mesa para poseder a darme la mano. Me levanté y estreché su mano.

—El gusto es mío, yo soy Sharon, amiga de Nathaniel.

—¡Pues ni tan amigos eh! —gritó una de sus hermanas desde afuera, la cual estaba agarrando bolsas de mandado para meterlas. Sólo me quedé callada, apreté los labios con ganas de soltar una de mis reconocidas risitas nerviosas —o como les dice mi mamá "pinche risitas innecesarias— y miré a Nathaniel quien estaba ligeramente sonrojado.

—Ah como les gusta incomodar a estas chamacas. Los dejó —el padre de Nathaniel miró hacía su hijo, y enseguida el rubio se tapo la entrepierna con un cojín, pero ¿qué había sucedido?—, y no hay problemas en que entren a tu cuarto hijo, más que nada por las niñas —Oh, ya entendí.

—Ay papá no, sólo, es que —tartamudeó.

—Voy a estar con tu mamá.

En ese momento supe lo que había sucedido. Y me prometí no volver a hacer tal cosa como sentarme en sus piernas, pero es que vamos no es como que me haya puesto completamente. Sentí vergüenza, quien sabe que habrá pensado el señor que nosotros hacíamos. ¡No! Si tan sólo que soy más virgen que el aceite de oliva. Ahora que se que besos en las mejillas excitan, no pienso hacerlo en un largo tiempo. Quizás me pase, no fue adecuado. Mierda, si tan sólo enseñaran de esto en las escuelas. Saber cuando es apropiado dar besos en las mejillas.

—Seguro te sientes muy apenada. Disculpa —Para esto Nathaniel tenía el cojín bajo su brazo. Miré "disimuladamente" y no había nada inusual. 

—No discúlpame tu a mí. Esta no suelo ser yo.

—Ni este yo —Negó con la cabeza. No se que tanto control tenga con ese asunto. Así que la culpa es mía. Porque ahora que recuerdo una vez a un compañero se le paró en plena exposición. Pero pues también no debemos hacer cosas que parezcan malas o irrespetuosas —. Propongo que miremos la película como si nada hubiera sucedido, ¿qué te parece? —Extendió su brazo para que me recargara. Asentí y me recargué. Y seguido de eso me dio un beso en la mejilla, pausado y lacónico a su vez —Uy perdón, ¿A ti no se te para verdad? —me reí a carcajadas. Y le pegué en juego.

—¡Nathaniel! No que "como si nada hubiera sucedido".

El chiste alivió la tensión que se había sentido. Cielos, todo sería más fácil si tan sólo tuviera otros ojos y un hilo.

 



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En el texto hay: adolescentes, primer amor, hilos

Editado: 29.09.2019

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