Hilos Rojos

Capítulo 31

Miércoles, 2 de mayo del 2018.

« You so fuckinprecious when you smile. »

Se escuchaba tenue en la radio "Mine" de Bazzi. Tan perfecto para un beso. Sharon sólo me miró.

—¿Y bien? —hablé de nuevo, para que así me platicara algo. Pero lo que tuve a cambio de eso fue algo muy diferente. Y me sonrió, y me reí —¿Por qué sonríes?

—Dijiste que te contara algo o sino me besarías. 

Capté lo que dijo. ¿Por fin llegó el momento o acaso estoy en el cielo? ¿Acaso en realidad camino a su casa choque y esto no es real? Miré sus hermosos ojos avellana, llenos de curiosidad de saber que se siente besar. Y yo me muero de nervios, por saber qué es besar sin sentir ninguna pizca de remordimiento. Incluso sentí escalofríos en las piernas.

Retiré el cabello de su oreja, posicioné mi mano en su mejilla, cerró los ojos y me acerqué despacio. Sentí que me derretía en sus labios sabor a hidratante de cereza. Mi corazón estaba estallando. A pesar de que era casi imposible acerqué su cintura más a mí. Entre abrí los ojos, si que era tierna. Fue un pico, simple y cálido. Lo ideal para una primera vez. Me retiré y ella abrió sus ojos.

Me miró con detenimiento, y junto de nuevo sus labios con los míos, dió besos arriba y abajo como si se tratase en un ritmo continuó. Lo cual me pareció tierno. Pero decidí tomar el mando, sosteniendole el mentón. No me creía aún que esto sucedía. Sus mejillas ardían, no imagino lo linda que se veían, lástima que no podía verle con claridad.

Intenté introducir mi lengua, y quizás fue demasiado. Me regaló unas risitas indicando que por ahí no iba la cosa todavía.

— Creo que ya me tengo ir Nathaniel —dijo Sharon levantándose.

—Está bien, necesitas hacer tu tarea —Ella sonrió.

—La pasé muy bien —Salió del carro y yo después de ella.

—Si, yo igual, me gustó estar contigo.

Sus ojitos brillaron con la luz del poste, se podían notar, había algo diferente en su aura. Su hilo rojo era de un color tan vibrante, parecía que podía brillar en la oscuridad, y el mío estaba igual. Se percató de ella, y sin decir nada de despidió rápido de un mini piquito, seguido de ella entrando lo más rápido a su casa.

Espero esto no arruiné en absoluto nuestra, ¿amistad? Quizás ella se sienta incómoda después. Quizás nunca debí hacer eso y ahora estoy arruinando la oportunidad de convivir normal con alguien igual a mí. Sin embargo, no puedo arrepentirme, que sea lo que Dios quiera.

Sentí una brisa abrazarme, y me moví de dónde estaba parado como idiota. Ojalá no se haya fijado por la ventana diciendo: ¿Por qué aún no se ha ido ese tipo?

Miré arriba en su ventana, y el cuarto de iluminó de un momento a otro, y sabía que tenía ya que irme.

Entré al Mustang, exhale y lo eché a andar. Aún intentando procesar como era que seguía sintiendo los labios hinchados. Sonreí de lado mientras me detenía en el semáforo.

 



#43818 en Novela romántica
#20234 en Fantasía

En el texto hay: adolescentes, primer amor, hilos

Editado: 29.09.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.