¡Apúrese! Morex. Crepúsculo delineado en vertical, montañas encaramadas por la madeja verde- selvática. Robot de mierdas en este pueblo lejano, puterías de Yarex, creencia abominable, origen galáctico, exageración inefable, pueblo atacado, acorralado, turum-turum. Golpes estridentes contra una lata-hojalata. Noche espesa sin estrellas. El general pensó de forma precisa la manera de aprehender a todos los habitantes cercanos de la vieja citadela. Espacio-diminuto, churuncuyo, maltrecho, viejos cabezones llenos de almorranas, ¡apúrese!
Yeni Ben está cerca de la cuesta, el llano desolado, rocas puntudas y secas, caminos que nos llevan perdidos, sinuosos andares, cerros rasurados por el sol del mediodía, desérticos potreros de jícaros almibarados de tierra rajada por el hedor lejano.
--¡En este lugar sucedió el accidente!
--¿Cuál accidente y en qué momento? Preguntó Yarex pensativo trastabilla el monte a la orilla de los acantilados sobre el yermo desolado, caminata en fila, trémulo paraje de paisajes heridos por el invierno ausente. Llegaremos, es difícil encontrar esos huesos de lata oxidada.
Es una locura volver. El general Groxel tiene dominado a ese pueblo bobo, hijo de la gran puta, acusa a Gorel de ser el culpable de la peste desatada en toda la región geográfica. Pestilencia o plaga que carcome lentamente los húmeros, organismos decaídos, destripamiento del cuerpo. Dice Yeni Ben, ojos de marfil, cabello como enjambre, chica pop, piel tersa, cuerpo jovial-sinuoso, así la miraba Yarex cuando se enamoró de ella en tiempos pasados, en la existencia pasada.
Estamos atrapados en este sitio de mierda, no hay fórmulas, ni claves, pertenecemos al homosapiens, no hay paso atrás, ese inquisidor culo de almorrana, buscador de almas, anda buscando lo que no se le ha perdido, tantabilleo, caminata, se escucha los pasos grandes de la lluvia como un gigante, sienten el suave frío que cala sus rostros rosados, lugar verdusco, ciénaga, barro, pedrero, pedruscos, época cavernaria, Pitecántropos erektus, etapa mesozoica. Plantas con pedúnculos rectos, y policromados de amarillentas flores de diversas especies, animales extendidos, cascabeles o zumbadoras nos van a zumbar la vena cacal.
Acostumbrados a vivir por años y siglos, sofocados, fosas nasales perturbadas por las gotas gruesas de las glándulas sudoríparas. Yarex clavó una mirada sobre el preámbulo estelar de la enorme cueva o caverna, a metros de distancia luces se extienden y extinguen.
--¡Alto deténgase!—
--Es una proyección energética solar, indicio de la composición radiactiva de una puerta infra ennegrecida— preguntó curiosa, Yeni Ben, admirativa entre la presencia de los hombres que la seguían en la búsqueda sobre el “itso factum”-significa que estaremos en el mundo que intentamos encontrar, tiempo sin instante—agregó Gorel.
No hay fórmula, ni código para abrir el portal paralelo a otro espacio, lugar de raptum de humanoides, punto convergente de estrellas estelares, fuerza magnética concentrada en extremos roboitales.
--Entraremos, acuérdese, el coronel Groxel, nos va a detectar con sus máquinas-software avanzados. Gorel replicó ciñendo las cejas peludas, su quijada huesuda. Los circuitos, genéticos, pertenencia al mismo espacium humanotronico, un compuvisor infrarrojo, no sabe activarlo, pero al cruzar la línea roja, alarmará a sus soldados, y aparecerán frente a nosotros, seremos prisioneros en subterráneos como al escocés Onwell, este pueblo, muertucho, aldea despistada, basurero terrícola, no poseemos armas sofisticadas.
Mire esas luces que estallan desde el vacío, dispersión vertical, solo el poder cósmico del sol como enana amarilla puede introyectarnos entropía para salir de este planeta mierdero, ese comparsa, científico orate, nos metió puros teoremas sobre la ruptura del tiempo y la gravedad.
El coronel Groxel, soberbio y amargo de la bilis, ha ganado batallas en el futuro, experto en tácticas, convence con su labia salivera al alcalde de ese pueblucho de mala muerte. Malencarado, caradura, encorvados, ignorantum, persigue a los que intenten elaborar babosadas científicas.
Gorel les dijo un día de tantos, que tienen la conciencia cargada de puterías y mierderas creencias, asquerosos, malcagados , aliados del mal, tienen el sacrilegio en sus rezos simulados, el sacerdote, la vieja bruja aliados, contradicción, atestiguan contra los razonamientos impuros de la ciencia.
--Vean el túnel, la entrada secreta—
Sigilosos, se detuvieron, dicen que en este pueblo no pueden vivir seres de otra dimensión, se pudren en sí mismos por sus odios y desprecios, aficionados y viciosos de la carne-alma.
--- ¡Miren muchachos, entremos!, dijo Yeni Ben.
Se va formando una nebulosa de polvareda roja como una chispa eléctrica en formas de óvalos dispersando en el aire.