Hiraeth

Cap.36

Cap.36

Hera:

Luego de varias horas de viaje habíamos llegado a Italia.

-hogar dulce hogar, ¿no? - dice mi padre sacando las valijas del auto, pero yo no le respondo- mira Hera se que no estamos del todo bien ahora, pero me gustaría que pases unos días conmigo y claudia antes de ir al centro de rehabilitación- me dice y yo simplemente no lo podía creer.

-ósea que quieres que yo pase un día contigo y con claudia, las dos personas que arruinaron la felicidad de mi madre y la mía? - le digo impactada y el solo asiente- eres increíble- le digo y me subo al auto.

- ¿Qué haces Hera? -

-me subo así me llevas al psiquiatra ahora, porque no hay una mínima posibilidad de que me quede contigo- le digo, pero el solo se sube al auto.

Cuando legamos el baja mis valijas por segunda vez en el día.

-suerte- me dice despidiéndose, pero yo solo lo ignoro y entro.

-hola ¿en que puedo ayudar? - pregunta un chico en el mostrador.

-soy Hera Kane me quedare un tiempo aquí- le digo y el empieza a ver la planilla.

-si, bienvenida- dice y comienza a darme un recorrido por las instalaciones.

- ¿este es mi cuarto? - pregunto señalando la puerta con el número 35.

-si- dice y abre la puerta y deposita la llave en mi mano- solo hay dos reglas, una no rompas nada y dos no subas mas haya del piso 3 por tu bien- dice y se va.

Largo tiempo después como curiosa que soy voy al ascensor para ir al piso 3.

-espera- dice una chica entrando al ascensor- ¿A dónde vas? - dice y mira que ya había marcado el piso - ¿eres del piso 3? - pregunta curiosa.

-no-

- ¿entonces porque está marcado? -

-por nada-

-si no me dices tendré que informar que quieres subir- dice y por primera vez me giro a verla.

-okey- digo y la puerta se abre.

-yo advertí- grita, pero yo ya estaba dentro del piso.

No había nada fuera de lo común, las paredes blancas, los pasillos vacíos y sin un solo ruido.

- ¿eres nueva? - dice una voz grave detrás de mí.

-si- respondo tartamudeando y me giro a verlo.

- ¿y eres de este piso? - pregunta acercándose más.

-si- respondo.

-sabes que no eres buena mintiendo ¿no? - me dice y yo me quedo congelada.

- ¿y porque no podría ser del piso 3? - pregunto confundida.

- ¿porque estás aquí? - pregunta, pero yo no lo miro a la cara- ¿eres un psicópata o asesino? - pregunta y mi cabeza comienza a funcionar y comienzo a arrepentirme de haber venido aquí.

-señorita Kane- grita una mujer detrás mío- ¿Qué hace aquí? - sigue gritando y el chico se va rápidamente.

-lo siento me perdí-le digo y ambas nos vamos hasta mi habitación.

-señorita no vuelva allí, por favor- me dice y se va.

Si hay algo de lo que estaba segura era que no iba a volver.

-todos los del piso uno presentarse a terapia, repito todos los del piso uno presentarse a terapia- dijo una voz chillona por los parlantes y me levante de la cama.

-lo haces por Adam, recuerda entras y sales- me repetía a mi misma mientras iba camino al salón.

-bienvenida- dice una chica en la puerta del salón y nos revisa.

Por lo general era algo bastante común ese habito de revisarnos, la última vez que había estado en un lugar así también lo hacían es por la seguridad de los que ingresan a la sala, mas que nada por los doctores que estarán allí.

-bienvenidos a todos y todas nuevamente- comenzó un señor y la terapia comenzó.

No era diferente a otras nos presentábamos, contábamos algo nuestro y escuchábamos. Nunca entendí de que servían estas cosas, pero sé que si quería la aprobación para volver a Estados Unidos debía hacerlo bien.

-Hola me llamo Hera Kane, tengo 17 años y estoy aquí porque me diagnosticaron TID y eso me llevo a intentos de suicidios- digo y todos me miran, pero no de mala manera si no con curiosidad.

-bien Hera, ¿Cómo estás? - pregunta el Dr.

-mejor- respondo sin más.

-me alegro, ¿algo más? - pregunta, pero yo solo niego con la cabeza.

La charla continua y cuando termina me apuro para ir a mi cuarto.

Las horas pasaban lentas, comenzaba a contar los segundos y ya no sabía qué hacer. Un gran problema de estos lugares es que tienes mucho tiempo libre pero no tienes nada en que gastarlo, yo para mi suerte me había traído libros, pero estaba en un bloqueo lector y no tenia ganar de leer absolutamente nada así que me quede mirando el techo y recordando mis pocos meses en usa.

Horas después nos llamaron para le cena y todos los del piso fuimos, yo tome mis pastillas y ahí acabo todo y me fui a dormir, un medicamento que debía tomar era para relajarme por lo cual minutos mas tardes me quede dormida en mi cuarto deseando no despertar.

Alec:

Ya había pasado dos semanas desde que se había ido Hera y nada era lo mismo, Grace estába deprimida, no íbamos a la cafetería, Jason no se burlaba de nadie y Adam simplemente no lo veíamos, no sabía si había vuelto con las drogas o el alcohol, pero todo me indicaba a que sí.

Cuando mi madre murió mi padre cayo en la depresión y se refugió en el alcohol por lo cual Adam estuvo toda su vida cuidándome y viendo que nunca me pasara nada, hasta que llego Katy y ahí fue cuando sus problemas comenzaron, drogas, fiestas, alcohol y no volver por las noches, mi padre estuvo feliz cuando llego Hera y Adam dejos esas malas costumbres, pero yo sabía que esto pasaría y que si Hera no estaba el Adam de antes volvería.

-Alec esta la comida- me dijo Katy desde la puerta de mi habitación y yo me apure a bajar.

- ¿Cómo estás? - pregunto mi padre preocupado.

-mejor ¿viste a Adam? - pregunte sin mas.

-si, esta en su cuarto lo fuimos a recoger a la estación de policía- dice y yo abro los ojos como platos.

- ¡¿a la estación de policía?!- pregunte sorprendido, él nunca había llegado tan lejos.



#22354 en Novela romántica
#13723 en Otros

En el texto hay: amorodio, amor, nuevos inicios

Editado: 17.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.