Cap.38
Adam:
Cuando me desperté un dolor fuerte me pegaba en la cien y flashbacks de la noche anterior llegaron a mi mente.
-vamos más-
-eso niño- gritaban todos en un bar.
Luego miré por la ventana y vi la casa de Hera, estaba apagada y abandonada, Liz ya no dormía ahí y Hera simplemente no estaba.
No aguantaba estar en mi casa, de por si ya no lo hacia antes ahora menos que me venían todos los recuerdos de la terraza, el baño, el sillón, a donde miraba estaba Hera.
-Katherine salgo- grité secamente y me fui afuera de la casa, cogí mi moto y me fui al centro.
Cuando llego lo primero que veo es la gran biblioteca a la que la había llevado varias veces, donde nos besamos, nuestros libros y retos, los...
pero un grupo de chicas invadió mis pensamientos con sus ruidosas risas y cuando me gire a ver eran todas mujeres de nuestra edad saliendo de una tienda de vestidos.
Y la culpa volvió, en dos semanas era la graduación y Hera seguía en Italia, ella tendría que ser la que sale riéndose de esa tienda, ella tendría que estar junto a mi en la biblioteca, ella tendría que ser feliz, pero no lo era.
Con la culpa agarré unos cigarros, un vodka y me volví a mi casa.
.....................
Estaba acostado en la cama escuchando Yellow por 100 vez en el día, solos faltaban dos semanas para la graduación y Hera seguía en Italia cumpliéndose así dos meses.
Y para ser sinceros no recuerdo una sola cosa buena que haya hecho en estos dos meses salvo que llamarla, ya que solo me dejaron comunicarme una sola vez, pero hacerlo fue peor para ambos.
- ¿Adam vas a comer? - me pregunto Katherine sin ganas desde la puerta.
-no- le respondí secamente.
- ¿puedo pasar? -me pregunta, YA entrando al cuarto.
-ya lo hiciste- le digo sin levantarme de la cama.
-mira...sé que es difícil todo ahora, pero-
- ¿difícil? -dije malhumorado- ¿Qué es difícil? No sabes lo jodido que fueron los últimos dos meses Katherine-
-lo sé, se te nota-dice acariciando mi brazo, pero yo lo saco-Adam se que yo no soy tu madre, y nunca intentare remplazarla, pero déjame ayudarte, no sabes cuándo volverá Hera y no puedes quedarte así-
- ¿crees que no lo sé? ¿o que no lo eh pensado? No tengo idea cuando va a volver, puede ser en tres días, en una semana o en dos meses mas y eso es lo que me atormenta-grito- que pasa si nunca vuelve o si se da cuenta que ya no me necesita cuando vuelva, que como en Italia pudo curarse ese es su hogar, no quiero que piense eso o el hecho de que piense de que apoye la idea, para mandarla lejos-sigo paranoico.
-sabes que Hera nunca pensaría eso- me consuela.
-también pensaba que era feliz conmigo, que lo había superado...ella me prometió no hacerlo de nuevo y mira donde estamos-
-sabes que no fue del todo su culpa-
-no le estoy echando la culpa, eso es lo último que haría- le digo como si fuera lo más obvio del mundo.
- ¿entonces? -
-la culpa es mía-confieso- si la hubiera querido más, si no me hubiera enojado por esa estúpida llamada ella estaría bien-
-ay Adam- dice y me abraza, por primera vez en mi vida le devuelvo el abrazo y simplemente me descargo, las lágrimas, los gritos, los miedos, las angustias y las inseguridades, todo.
Nos quedamos un rato así, en silencio.
-en dos semanas es la graduación-digo suavemente y más calmado.
-lo sé-
-y era está en Italia-
-también lo sé-
-no puede perdérsela-
-estoy de acuerdo-
-necesito tu ayuda- digo y ella sonríe.
-dime-
Hera:
Me había levantado a las 8:30 como todos los días, salvo que hoy no era como todos los días faltaba una semana y 3 días para la graduación y yo seguía aquí encerrada.
Tuve clases hasta las 12:00 y luego me fui con la doctora Smith.
-bienvenida de nuevo Hera- me saluda y yo le devuelvo el saludo.
- ¿cómo estás? - le pregunto, la verdad no me importaba tanto pero bueno.
-bien ¿y tú? -
-mejor-
-ya veremos- dice y señala la balanza-bien ya está- me avisa ella y yo me bajo-mira sigues por debajo de tu peso, pero al menos lograste no perder más- me dice casi satisfecha.
-pero...-
-Hera tienes que mejorar, tanto física como emocionalmente si no nunca te curaras- me dice y yo me enfado.
-este lugar es el que me enferma, no la TID, ni mis emociones, el estar aquí encerrada sola sin mis amigos, ni mi familia, sin mi novio- le digo furiosa.
- ¿lo extrañas? - me pregunto haciendo referencia a novio.
- ¿que si lo extraño? Si lo extraño cuando duermo, cuando como, cada vez que escucho nuestra canción, cada vez que pienso en él y cada vez que pienso en como la jodi- digo
llorando, lo extraña cada día y cada noche y se estaba convirtiendo en mi Hiraeth, mi ancla al suelo y la realidad, la razón por la que estaba aquí y por la que cumpliría mi promesa- él lo es todo- le digo y me desplomo contra el suelo.
-lo siento- dice y ella me braza.
-no tiene que-le digo sin ganas.
-iré a hablar con tus padres-me avisa y yo me voy lo más rápido que puedo.
...............
La semana siguiente no fue mucho mejor y los recordatorios no me ayudaban, En tres días me graduaba, en tres días y yo seguía aquí como prisionera y para colmo sin mejorar, lo había intentado en serio lo había hecho, pero nada de lo que hacía ayudaba.
- ¿Sra. Kane está bien? - me pregunto mi enfermera, ella era la única que me agradaba.
-no- respondo tirada en la cama boca arriba.
- ¿puedo ayudarla en algo? - me pregunta.
-me puedes ayudar a escapar- le suplico y ella se ríe.
-ven- me dice y me agarra de la mano.
- ¿me vas a ayudar? - digo mientras corremos por los pasillos.