Historia #2: Heridas

Un intento más.

ー Se hizo tarde,ーdije al ver la hora en mi móvil.

ー Es más que tarde,ーrespondió Ozzil.

Ayudé a guardar la mesa y las sillas que usamos para pasar las clases.

ー 12:30am, para mi eso es temprano.

Ozzil parecía bastante perturbado por mis afirmaciones.

ー Claro, es temprano, cuando estás en la seguridad de tu casa...

En realidad parecía genuinamente preocupado, más que nada.

ー No pasa nada, Ozzil, no vivo tan lejos de aquí. Creo que como a veinte minutos a pie...

Oz, que será la forma en que me referiré a él en mi mente, se asomó por la ventana y miró hacia fuera.

ー Dame tres minutos, voy a cambiarme y luego te acompaño,ーy sin darme tiempo a responder, Oz se fue a su habitación.

La habitación en cuestión era como entrar a otro mundo.

Era como si fuese la habitación de otra casa... una casa abandonada en Chernobyl.

El color de las paredes era gris oscuro. Las cortinas que parecían lona en lugar de tela, eran negras.
Su cama no tenia cubierta, era un simple colchón blanco. El marco de la misma era de barrotes de metal.

Hasta este punto, era como una celda.

Tenía una librería, una mesa con una laptop sobre ella, y un armario.

Bueno, tomando en cuenta que es un chico, este lugar debe ser un palacio en su mente.

Es increíble que el hombre necesite tan poco para estar cómodo...

ー Algo abrigado y una linterna debería ser suficiente... ¿dónde puse la linterna?

Entre murmuraciones, Oz se metió en un suéter que parecía demasiado grande incluso para él, y luego tomó otro de su armario, del cual también sacó una linterna.

ー ¿Sabes que existen más colores aparte del color negro, no?ーdije, rompiendo el silencio que había allí.

Girandose de golpe, casi que con un salto, Oz se quedó viéndome desde donde estaba.

ー ¿Qué? Tenía curiosidad de ver cómo era tu habitación.

Con un suspiro de cansancio y negando con la cabeza, me alcanzó el abrigo y trató de salir de la habitación.

ー ¿Tienes algún hobbie? Ya sabes, ¿algo que hagas para entretenerte?—pregunté.

Tenía curiosidad por saber. Era obvio que le gustaba leer por la librería que tenía. Podía ver marcalibros sobresalir de los tomos.

Pero la mesa donde estaba la laptop tenía un cuaderno con hojas que sobresalían de él, unas cuantas hojas en el suelo, otras habían sido arrugadas y tiradas a la basura.

ー ¿Tú qué haces como hobbie?ーOz me regresó la pregunta.

Ignorando la pregunta, caminé en dirección a la mesa. Podía decir sin ver que Oz parecía cada vez más inquieto por cada paso que yo daba para acercarme a la mesa y lo que allí había.

Hombre, esfuerzos por detenerme no está haciendo, así que asumo que no le importa si veo.

Cuando llegué a la mesa, recogí algunas páginas sueltas que habían por ahí y entonces abrí el cuaderno y leí lo que allí había.

Bueno, su letra no es muy... estética.

ー ¿Son historias...?ーle pregunté mientras leía algunos párrafos.

Era difícil saber a ciencia cierta, ya que parecía que cada página contaba algo distinto de lo anterior. A ver, básicamente no estaba encontrandole secuencia a lo que leía.

Se me hizo extraño que Oz no respondiera, así que eché un vistazo sobre mi hombro y vi que el pobre estaba agachado agarrándose la cabeza que había ocultado entre sus piernas.

Se había hecho bolita.
Era la pose del cringe extremo.

ー Eh, sí... bueno, algo así. Ese cuaderno son solo ideas o cosas que dejé a mitad de camino...

Bueno, cuentos para niños no eran, de eso estoy segura.

La mayoría de los prólogos o descripciones hacían referencia a sitios oscuros y personajes siendo atormentados por algún elemento externo o interno.

ー Esto me recuerda a Kafka y Allan Poe, sabes...

Oz apenas y levantó su rostro un poco para mirar por sobre sus brazos en mi dirección, parecía haber un brillo en sus ojos en ese momento.

ー Me gusta ese tipo de historias...

Luego de ponerse de pie y sacudirse el polvo, volvió al armario y sacó un pequeño librito, al verlo pude notar que había una sonrisa cálida en su rostro.

ー La última vez que terminé de escribir una historia de principio a fin fue hace tres años,ーla mención de este tiempo vino con un tono amargo de su parte,ーsi quieres puedes llevartelo a casa.

El librito que me entregó era de unas cincuenta páginas y tenía por título "Catarsis."

ー Lo leeré en casa, ¿pero puedes darme una sinopsis?ーpregunté mientras metía el libro en cuestión en mi bolso.

ー Vale, pero vayamos saliendo antes que se haga más tarde.

Estando de acuerdo con él, salimos de la casa y con la linterna de Oz ibamos alumbrando el camino. Estas áreas del campo estaban pobremente iluminadas.

El sonido de todo tipo de insectos nocturnos era lo único que se podia oir.

ー En resumen, la historia trata de un hombre que despertó en una prisión y para salir de allí debía enfrentarse a cuatro de sus mayores miedos.

A medida que Oz hablaba, el camino poco a poco se iba iluminando de un tenue color azul. Las nubes iban pasando y dejando ver un mar de estrellas sobre nosotros.

La luna, a pesar de estar detrás de una nube, parecía rehusarse a dejar que cubrieran su luz y de vez en cuando asomaba con mayor o menor claridad.

ー Los mayores temores de este hombre eran el miedo a morir, el miedo al dolor, el miedo a ser olvidado y por último, el miedo a la soledad.

Las luciérnagas que volaban por ahi se sumaban al sentimiendo de estar en un lugar mágico.

Era triste pensar que las personas ya no apreciaban este tipo de vistas por la noche...

ー Ahora responde tú a mi anterior pregunta,ーOz no apartaba su mirada del cielo mientras caminaba.

Recordé que en primaria y durante la secundaria, cada vez que mencionaba lo que yo hacía en mi tiempo libre, los demás terminaban burlándose o menospreciando lo que decía.

No fue un bonito recuerdo.



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En el texto hay: adolescentes, amor, saludmental

Editado: 28.12.2025

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