Una vez más, y por un corto tiempo, estaré narrando lo que sucedió esta semana desde mi punto de vista, asi que voy a pedirles que estiren un poco su paciencia para conmigo.
Bien, para comenzar, debo mencionar que iniciamos la semana donde el instituto celebra un festival en el cual los estudiantes participan de diferentes maneras.
Lo especial de este festival es que permite a familiares y amigos estar presentes para ver y apoyar a sus representados.
Pero para Ozzil y para mi este festival no era la gran cosa. No teníamos una familia que fuese a venir para vernos participar al fin y al cabo.
Sin embargo, eso no era un impedimento para no ser parte del festival.
El primer día, el evento central era una competencia deportiva. Había varias actividades que ponían a prueba el trabajo en equipo y la condición física.
Pero en realidad, a nadie le importan las otras actividades. Todos están enfocados en la carrera de relevos.
Ozzil por ejemplo, se ofreció a participar.
ー Haz lo que quieras hacer en el momento, para que no te arrepientas luego, es lo que mi vieja me decía,ーfue lo que Oz dijo cuando le pregunté sus motivos para participar.
La pista tenía un recorrido de unos dos kilómetros, era bastante grande.
Pero el clima nublado de hoy podía ser un problema para la tierra con que estaba hecha.
Habían tres cursos en el instituto y dos secciones por cada curso, A y B.
Oz y yo estabamos en el primer curso, sección B.
En la organización de la carrera para nuestra clase, los que se consideraban más veloces apostaron a ir primeros. Oz sería el último relevo de la carrera.
Desde un punto de vista lógico, había poca esperanza de ganar para nuestra clase. Los corredores del segundo y tercer curso bien podían ser más rápidos que los de nuevo ingreso.
Pero había que intentarlo. La esperanza contra los pronósticos eran el centro de todo esto.
Por mi parte, me uni al equipo de porristas. Más que nada para alentar a mi compañero. Los demás no me interesaban.
Estar en la zona de las animadoras me permite estar justo en frente de la pista. Ahi era donde debía estar.
La carrera empezó con el sonido de la pistola de fogaje, y seguido de esto, el estruendo de las clases apoyando a sus corredores.
Nuestra clase empezó a ganar terreno frente a las demás.
Pero en ese momento, empezó a llover.
Miré a Oz, que no mostró ningún cambio frente a la lluvia, sino que más bien parecía estar tratando de plantarse y asegurarse en su sitio.
Lo preocupante para mí, tampoco era la lluvia o los demás corredores en sí, sino con quién estaba emparejado Oz para el último tramo.
Era ni nada más ni nada menos que el mismo Desmond.
Los últimos corredores que debían entregar el testigo empezaron a tener dificultades en el terreno.
Ozzil y Desmond estaban listos para correr. Desde acá se notaba un tono de rivalidad entre ellos.
Y entonces, recibieron el relevo.
El estruendo de los estudiantes se volvió aturdidor.
El lodo bajo sus pies salió volando cuando ambos echaron a correr. Increíblemente, su manera de moverse hacía parecer que no resbalaban.
Iban bastante igualados. Yo me uní al coro de gritos que animaban a Ozzil.
A pesar de que era delgado y de tez pálida, su condición física era otra cosa.
El tamaño y complexión de Desmond en lugar de ayudarle, solo lo hacía más lento.
Oz adelantó un poco al grandulon en el último tramo, este por su parte, corría a la desesperada muy cerca de Ozzil.
Y entonces vi en los ojos del presidente del consejo, no la ambición de ganar, sino un puro reflejo de malicia.
No planeaba ganar.
Segundos antes de que Oz cruzara la meta, Desmond dio una zancada que chocó con la pierna que Ozzil usaba para impulsarse en ese momento, fijando su pie a la tierra.
Oz cruzó la meta al tiempo que perdía el equilibrio y se estampaba contra el suelo, deslizándose por el lodo y salpicando agua.
Todos quedaron en silencio y boquiabiertos.
El profesor que hacía de árbitro en la meta anunció por los altavoces que nuestra clase había ganado.
ー ¡La clase B del primer curso ha ganado! ¡Pero parece ser que el estudiante de primer curso tuvo problemas!
Yo salí corriendo, abriendome paso para llegar hasta allá, a pesar de que los demás corredores de nuestro salón ya le estaban ayudando.
Oz ya se había puesto de pie, su franela blanca de deporte ya no se veía por ningún lugar. Apenas y se parecía a una franela ahora.
Sus brazos estaban totalmente cubiertos de lodo. Con una botella de agua lo estaban ayudando a quitarse el barro de la cara.
El público nuevamente empezó a gritar y a celebrar, la incertidumbre había pasado.
Desmond se había apartado hacía su grupo de lacayos, quienes también lo estaban ayudando a limpiar.
ー ¡Ozzil!ーlo llamé cuando llegué.
Oz levantó la mirada, agradeciendo brevemente a quienes lo estaban ayudando.
ー ¿Crees que esto cuente como un logro personal?ーpreguntó él.
¿Eh? ¿Por qué estaba tan calmado?
¿Será que no se dió cuenta...?
Algunos compañeros del salón consiguieron de quién sabe dónde, una franela blanca para que Oz se cambiara.
Él se veía genuinamente contento.
Decidí no mencionar nada más y simplemente unirme a la celebración junto con él.
ー Eso fue increíble,ーle dije.
ー Ir y venir a pie bajo el sol al instituto ha dado resultados,ーrespondió él.
Luego de que el alboroto terminara y cada quien fuese con sus familias, nos retiramos al edificio interior del instituto, Ozzil necesitaba cambiarse.
ー No creo que esta camiseta tenga remedio...ーOz se lamentó por su franela blanca teñida por el mugre.
ー Qué suerte que te consiguieran una nueva,ーseñalé.
En ese momento, en el salón de enfermería, Oz sin pensarlo dos veces, se quitó la franela.
...
ー No sé de quién sea esta franela, pero debe considerarla como expropiada,ーdijo Oz sin mucho tapujo.