Muchas gracias por leer hasta aquí. Espero que les haya gustado esto que he escrito. Yo me la he pasado genial mientras escribía la historia.
Debo confesar que dejé la historia hace dos años porque no supe qué rumbo darle a la trama, y antes de arruinarla con alguna tontería, preferí ignorar que era un trabajo inconcluso dejado a medias. Pero creo que esto ya lo dije antes.
Ahora diré algo que no había mencionado. Revelaré lo que sucedió detrás del telón.
Y para eso debo dar crédito a quien me ayudó a encontrar la fuente de inspiración necesaria para retomar la escritura de esta historia. Así que ahora pueden agradecerle mentalmente a esa persona. De hecho, si esta historia que ahora ha concluido, está dedicada a alguien, es a esa persona. Es toda tuya.
Pero déjenme describirla de manera ambigua, ya que siempre me he explicado de manera fatal sobre cualquier cosa. Y estoy seguro que terminaré alargando esto sin necesidad alguna. Sin embargo, he aprendido a usar esto como un buen recurso también.
Rápidamente plantearé un par de preguntas interesantes:
¿Alguna vez han sentido que lo que hacen es verdaderamente importante? ¿O alguna vez han sentido la aprobación y el apoyo genuino de alguien en sus vidas? ¿Se ha encendido en ti la chispa que antes se había apagado gracias a las palabras honestas de otra persona?
Bueno, debo decir que cuando sucede, es algo que mueve el telar del alma.
Como por ejemplo, un halago genuino: aunque sea el único que recibas en mucho tiempo, le puede dar la vuelta a tu vida en un instante. A diferencia de la adulación, que es barata y de doble cara, que siempre busca algo por interés, porque siempre tiene otra intención, egoísta y repugnante detrás.
Ahora bien, con aquello establecido. Déjenme contarles algo que me va a ayudar a ilustrar mucho mejor el punto.
Mi escritor favorito, Brandon Sanderson, tiene a todo un centenar de personas trabajando en sus libros: lectores alfa, lectores beta, doctores, psicólogos, artistas, correctores, editores e incluso, otros escritores. Creo recordar que por lo menos cincuenta personas conforman ese equipo. A parte de todo eso, sus libros se han convertido en Best Sellers, y han creado una comunidad de fans que se expande por todo el mundo. Qué genial, ¿No?
Bueno. La verdad es que a mi no me hace falta tener a un centenar de personas bajo mi mando, ni a miles de personas leyendo mis historias alrededor del planeta. No me emociona la idea de tener miles de visitas y igual número de comentarios en los capítulos.
Me he dado cuenta, mientras retomaba la historia, de que no hay manera en que yo pueda valorar o comparar el apoyo que recibí al escribir esta historia de esa única persona.
Esa sola persona, ha tenido el impacto, la fuerza y la influencia de una multitud. Y si me ofrecieran cambiar a esa persona por fama o reconocimiento, tendría que escupir en la cara de quien se atreva a hacerme tal ofrecimiento. No me hace falta. Con esa persona basta. Es suficiente. Es todo el público que necesito.
No exagero. Soy honesto. En mi pequeño mundo como artista, así es como es.
Una ilustración más. Perdón.
Pero en mi cabeza ha sucedido como si mientras yo escribía la historia, me encontraba en un campo de fútbol o quizá en una pista de atletismo, y en la grada estabas esa persona animando y siendo mi única barra de fanaticada.
Así que te agradezco por animarme con tus palabras. Por amar tanto esta historia y sus personajes, incluso más que yo en un principio. Gracias a ti y para ti, decidí estar a la altura de mi única lectora, dar lo mejor de mi, y terminar esta historia.
Espero que la hayas disfrutado.
Para todos los demás lectores, si alguna vez llegan a existir y han leido hasta aquí. Muchas gracias, estoy verdaderamente agradecido. Espero verlos(o leerlos mejor dicho) en otra oportunidad, en otra historia, quizá.
—Ronieshi, viernes, 8 de marzo del 2024 (publicación original sin revisiones ni ediciones)
—17 de abril del 2025, revisión y corrección de errores.