Leandro: al fin estamos reunidos todos en nuestra casa. Además, me imagino que su presencia se debe a que su hijo vino a pedir la mano en matrimonio de mi hija, porque no creo que hayan venido hasta aquí a romperlo.
Humberto: por supuesto que no, Leandro. Nuestra familia se ha caracterizado por cumplir siempre con su palabra y espero que también hagas exactamente lo mismo.
Leandro: recuerda que su familia y la mía tienen la misma manera de pensar al respecto con este tema. Llego el momento que tu hijo haga lo que tanto hemos esperado.
Daniel: tiene la razón, el señor Thompson. No pienso irme de aquí hasta darle su anillo de compromiso a mi prometida y eso me tomara unos cuantos minutos de su tiempo.
Él se levanta de su asiento y sonríe cuando se acerca de poco a poco a ella. Nada más que Jade se sentía nerviosa con su mirada y no entendía porque lo estaba. Él saca de su bolsillo una pequeña caja y saca de ahí un anillo, él toma su mano y le pone su anillo en el dedo para después besar la palma de su mano y cuando termina de hacerlo se sienta a su lado.
Jade: es demasiado hermoso el anillo. No era necesario que se tomara tantas molestias por mí, además me hubiera conformado con algo sencillo.
Daniel: hace años que estamos comprometidos. Solamente que algo que desconozco es tu nombre y eso lo hubiera hecho antes de hacer todo esto.
Jade: mi nombre es Jade Thompson Myers y en cambio yo si conozco el suyo. Eso paso desde el primer momento en que me entere de que estaba comprometida en matrimonio, pero no debemos de seguir conversando, porque ahora nuestros padres se deben de poner de acuerdo con la fecha de nuestra boda.
Daniel: debemos de dejar que ellos se hagan cargo de todo. Ahora me gustaría conocerte, porque desde que entre a tu casa, no puedo dejar de verte.
Jade: me di cuenta de eso perfectamente, señor McGregor. Nuestros padres seguramente también se dieron cuenta del interés que sientes por mí.
Daniel: es algo completamente normal en nuestro caso. Solamente nos despediremos de ellos para salir al jardín de tu casa y ese lugar se me hace apropiado para poder hablar tranquilos.
Jade: estoy de acuerdo con que necesitamos hablar. Porque se perfectamente que nuestro matrimonio no será normal como siempre imagine.
Él estaba demasiado atento a sus palabras y muy pronto aclararía todas las dudas de ella. Daniel tenía que cambiar ese concepto que tenía sobre su matrimonio. Ellos se levantan de sus asientos y sus padres no esperaban esto, ellos les explican sus razones de salir al jardín y así lo hacen para después dirigirse a su destino y cuando llegan toman asiento.
Daniel: necesito aclararte una cosa antes de empezar. Mi vida y la tuya estará unida para siempre y nuestra relación será real igual como el amor que sentiremos.
Jade: no creo que alguna vez sientas amor por mí. Seré tu esposa únicamente a los ojos de las demás personas y puede ser que con el tiempo sientas cariño, pero solamente eso.
Daniel: yo no quiero una vida así a tu lado. Estoy consciente que esto empezó mal desde un principio y me perdí la etapa del noviazgo, eso lo corregiré muy pronto. Ahora quiero que entiendas que el amor llegara a nuestros corazones y de eso me di cuenta cuando te vi.