En la casa de Daniel McGregor Evans
Jade: fue demasiado lindo haber salido. Nada más que llego el momento de irnos a dormir y sobre todo tengo mucho sueño, pero no te estoy diciendo esto para que me lleves entre tus brazos.
Daniel: sabes que eso lo hare sin que me lo pidas. Ahora debemos de irnos a nuestra recámara, además necesito decirte que te amo.
Jade: una palabra de amor también se puede considerar un hermoso detalle. Aunque para ti es demasiado normal decirme que me amas.
Daniel: tiene razón, mi amada esposa. Me gusta expresar lo que siento por ti, porque amarte me hace sentir bien y solo quería decírtelo.
Ella lo mira para después levantarse de su asiento y Daniel hace lo mismo, pero antes de empezar a caminar él toma la mano de su esposa para besarla y cuando termina de hacerlo la carga entre sus brazos. Jade sonríe durante todo el camino hacia su recámara y tiempo después llegan. Él baja a su mujer con mucho cuidado y ella se dirige al clóset a tomar su pijama, ya que necesitaba cambiarse.
Jade: iré al baño a cambiarme de ropa. Porque sabes que no puedo hacerlo delante de ti, así que mientras lo hago tu también lo harás.
Daniel: entiendo que sientas vergüenza y pensé que se te pasaría. Pero siento que cuando te convierta en mi mujer se te pasara y seré paciente hasta nuestra boda religiosa.
Jade: no debes de perder la paciencia. Además, no creí casarme y nunca le pregunté a mi madre lo que pasaba en la noche de bodas entre una pareja de recién casados y sobre todo ya no tuve tiempo de hacerlo al casarnos así.
Daniel: tendrás tiempo para preguntárselo. Solamente que, si tu madre no te dice nada yo sabre explicártelo a la perfección, aunque no será necesario hacerlo, ya que debemos dejarnos llevar por nuestro amor.
Jade: es que no entiendo nada de eso. Pero se que necesito estar tranquila, porque tú me amas y eso es lo más importante, así que no es necesario que me preocupe.
Daniel: por supuesto que no lo es. Recuerda que yo siempre te protegeré y como mi esposa te amare más allá de todo el entendimiento y lógica que existe en el mundo.
Jade: el amor que sientes por mi lo siento demasiado perfecto y hermoso. Además, se que debo de vivir este sentimiento al lado del hombre que me ama.
Daniel: sabes que ese hombre soy yo. Nada más que no fue necesario para nosotros encontrarnos, si ya teníamos nuestro destino definido.
Jade: será mejor que me vaya a cambiar. Seguramente es tarde y todavía no nos hemos dormidos, espero tener siempre estas conversaciones contigo.
Daniel: estoy completamente seguro de que nada cambiara entre nosotros y sobre todo siempre te veré como la mujer más hermosa para mí.
Ella se dirige al baño y cuando llega empieza a cambiarse. Jade sale al momento en que termina y Daniel había terminado de ponerse su pijama, pero también estaba acostado en su cama. Ella camina unos cuantos pasos hasta que llega a su cama y se acuesta, Jade es la primera en dormirse para después hacerlo él.