En la mañana siguiente
Jade: necesitamos bajar a desayunar ahora que estamos listo. Además, mi nana esta viviendo en nuestra casa y no sería correcto hacerla esperar.
Daniel: tiene razón, mi esposa. Pero de nuevo estaremos juntos este día y yo solo quiero disfrutar estas vacaciones que tengo a tu lado.
Jade: tomarte este descanso fue demasiado y entiendo perfectamente tus razones. Aunque es lindo compartir estos días contigo mientras me acostumbro a mi nueva casa.
Daniel: lo que pasa es que me gustar estar contigo. Eso me recuerda que necesitare contratar más seguridad durante estos días que este aquí.
Jade: pienso que con la seguridad que tienes es más que suficiente. Nada más que siempre iré a visitar a mis padres y también saldré contigo.
Daniel: prefiero tenerla por tu propia seguridad. Porque se que tengo que protegerte y no quiero que me pidas que cambie de opinión, ya que eso no lo hare.
Ellos dejan de conversar y Daniel toma la mano de su esposa para salir de su recámara. Ellos a los pocos minutos llegan al comer y cuando lo hacen toman asiento para después saludar a su nana.
Jade: espero que hayas dormido bien, nana. No quiero que te preocupes por nada, además estarás a mi lado como si fueras parte de mi familia.
Nana: simplemente fui una sirvienta que se convirtió en tu nana. Pero el cariño no se puede fingir y siempre te he visto como la hija que nunca pude tener.
Jade: te prometo que serás feliz por el cariño de madre que has sentido por mí. Recuerdo que alguna vez me dijiste que el amor llega sin avisar y eso seguramente es lo que te pasara.
Nana: el amor a mi edad es imposible de encontrar, mi niña. Deberías de olvidarte de eso y concentrarte únicamente en tu felicidad.
Jade: no lo pienso olvidar. Solamente que el más indicado para ayudarme a encontrar un prometido para ti sería mi esposo y estoy segura de que me ayudara a buscarlo.
Daniel: me encargare de eso para que Jade no tenga ninguna necesidad de hacerlo. Pero le prometo a mi mujer buscar un buen esposo para su nana.
Jade: eso seria perfecto. Porque yo no conozco a nadie y tú eras el único que podrías hacerlo, ya que mi nana también merece ser feliz.
Nana: saben que no creo necesario que lo hagan. Además, he sido feliz siendo la nana de mi niña y sobre todo tuve la oportunidad de serlo desde su nacimiento.
Ellos cuando terminan su conversación empiezan a desayunar. Daniel simplemente no dejaba de ver a su esposa y lo que más le gustaba era verla sonreír y ahora lo estaba haciendo, ellos tiempo después terminan y cuando lo hacen se levantan de sus asientos para seguir con el día que Daniel había preparado para su mujer, pero antes de hacer esto se despiden de su nana.