Capítulo 48

Padre: Jade Thompson Myers aceptas a Daniel McGregor Evans como tu esposo para amarlo y respetarlo, en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe.

Jade: si, acepto. Porque el me ama y el hizo uno de mis sueños realidad que fue casarme por amor, así que nos amaremos hasta el ultimo día de nuestra vida.

Padre: con estas ultimas palabras los declaro marido y mujer. Ahora puedo decir que esta ceremonia se ha terminado y llego el momento en que beses a tu esposa.

El simplemente la mira para después acercarse a ella. Daniel bese a su esposa y cuanto termina de hacerlo se aleja de Jade, aunque hubiera querido preferir haciéndolo y a los pocos minutos los invitados y familiares se acercan a ellos para felicitarlos.

Humberto: has sabido demostrar que amas a mi hija. Siempre quise que fuera feliz y se que contigo lo es, espero que nunca se termine el amor que sientes por ella.

Daniel: el verdadero amor nunca se termina, suegro. Porque lo que siento por mi esposa es eterno y le recuerdo que para el amor no existe ningún limite.

Humberto: tienes razón al decir eso. Nada más que el amor no se pude confundir, ya que estas seguro de lo que sientes por mi hija.

Daniel: sería un verdadero tonto si confundiera un sentimiento por otro. Solamente que ese nunca fue mi caso y estoy realmente enamorado de mi esposa.

Humberto: será mejor que nos despidamos de ustedes. Porque ahora falta que nos vayamos a la recepción para que puedan continuar con la fiesta de su boda.

Ellos se despiden de ellos para después dejarlos solos, Daniel simplemente no podía dejar de mirarla. Él sabía que el amor que había despertado en él era demasiado y sobre todo le gustaba que ella hubiera sido esa mujer.

Jade: te quedaste pensativo de repente. Me gustaría decirte que me gusto haber tenido esta boda, pero también era necesario casarnos de esta manera.

Daniel: solo que tus padres no hubiera estados tranquilos hasta que tuviéramos nuestra boda religiosa. Además, sabia que esto era importante para ti.

Jade: muchas gracias por cumplir mi sueño de ponerme mi vestido de novia. Siempre quise tener un bonito recuerdo de este día y hasta ahora lo puedo tener.

Daniel: sabes que si tu eres feliz yo también lo soy. Pero necesito prometerte que tendrás hermosos recuerdos y sobre todo no quiero que nunca dejes de sonreír.

Jade: si soy feliz nunca dejare de hacerlo. Solamente que jamás me has dado ningún motivo para que no lo haga, ya que conocí la verdadera felicidad cuando me case contigo.

Daniel: necesito agradecerte por dejar que te amara. Nada más que si nunca hubieras tenido sentimientos por mi te hubiera conquistado.

Jade: eso no era necesario. Porque mis sentimientos por ti empezaron desde el día en que te conocí, pero para mi el amor es un hermoso sentimiento que nunca dejaría de sentir.