Capítulo 1 Aterrados.

Veo hacia atrás de nuevo, Lea sigue llorando, aparentemente su profecía no fue muy buena, pero bueno, últimamente ninguna lo es.

 Veo de nuevo hacia la cabaña, han pasado 2 minutos, pobre Ty, Lea estuvo ahí unos 40 segundos y apenas tiene fuerzas para llorar.

Tyler es mitad ser acuático, mitad licántropo, los cruces entre especies son raros, claro, pero no tanto. Normalmente se les da un nuevo nombre, es decir, por ejemplo, el cruce entre un hada y un huamano es un Mago de segunda generación, hay quienes ya nacen con magia, estos son los Magos de primera generación aunque sigo sin entender la diferencia. A un cruce entre un Dragón y un humano se le llama Semi dragón, si, lo sé, también me pregunto cuánto les llevó encontrar el nombre, a un cruce entre un Dragón y una Sirena se les llama D´aquen, y así, pero tener un nombre para cada posible cruce resulta difícil así que se les clasifica como NC- Lícantropo-ninfa por ejemplo. Pero rara vez necesitamos explicar nuestra procedencia.

El aire se siente pesado, es como si todos tuvieran miedo de hablar o de respirar muy fuerte, como si todos guardaran un minuto de silencio en respeto a los caídos, bueno, a los futuros caídos, a los que les fue pronosticado un final horrible, aunque un final horrible es lo que todos esperamos, el lio es si la llegada a ese final horrible será igual.

Veo a Meshia que intenta inútilmente consolar a Lea.

“No es tan malo; solo es un oráculo horrible, además aún no pasa, puede que no sea tan malo como suena, Lea cálmate”  dice en susurros Meshia, parece desesperada por calmar a lea, o quizá por calmarse a sí misma, después de todo ella aun no ha pasado.

Veo como pasa sus azules manos por el pelo negro de Lea, nunca se lo había visto negro, ni cuando murió su hámster a los 9.

Supongo que su predicción sí que debió ser horrible.

Volteó mi vista a la cabaña, justo a tiempo para ver salir a Ty, pálido y sudando, casi desplomándose, luego de unos 10 segundos se desploma.

Corro a intentar ayudarlo, está ardiendo, su piel burbujea, sus branquias parecen haberse cerrado. Está en crisis, Veo que el cambio a Lobo está a la mitad pero parece más como si se debatiera entre ambas partes de sí mismo.

- ¡ROYER! - grito desesperado, buscando ayuda, el nombrado acude corriendo y levanta a Ty con una sola mano y sale galopando hacia la enfermería. 

Ty se desmayaría de nuevo de saber que un centauro le ha ayudado, les tiene un irracional temor. Sobre todo porque Roy resulta ser amigable, como si fuera un cachorro, excepto que es un hombre gigante, musculoso y velludo que también es mitad caballo, o algo parecido. 

Mis manos tiemblan, quiero ir a la enfermería, con Ty, asegurarme que esté bien, pero aún no he pasado y no puedo dejar el área de espera, por llamarle de alguna manera,

Otro nombre aparece en el diminuto felpudo frente a la puerta: “Marah” la sirena. Todos los que no han pasado parecen aliviados, vergonzosamente yo incluido, los que ya pasaron y están consientes parecen compadecerla.

Ella camina con pasos temblorosos, no sé si porque no está acostumbrada a moverse con su apariencia humana o porque está aterrada.

Mira hacia atrás, donde está Matt su novio, él evita mirarla, es comprensible, no hay forma en la que él le dé algún tipo de consuelo, nadie puede hacerlo, Marah abre la puerta y entra. 

Todos miran unos dos segundos la puerta y luego siguen viendo el suelo, llorando o haciendo lo que hacían antes.

Ahora bien, el miedo no es algo lógico, no necesita serlo, solo necesita ser sentido, vivido. Llega, te invade, se apodera de tí y luego te deja como un cascarón vacío o como alguien más valiente que antes.

Todos esperamos una profecía del oráculo, todos esperamos saber cómo será nuestra patética vida y nuestra trágica muerte, creo que nos obligan a hacer esto para ver quiénes somos, porque un cascarón vacío allá afuera es alguien muerto, así que o eres valiente o eres un cadáver andando. Ahora bien, el oráculo es aterrador, de no ser el día de las profecías todos estaríamos lo más alejados de esta cabaña que fuese posible, nos aterra incluso la cabaña, pero eso no es del todo cierto, nos aterra el futuro, con o sin profecía, nos aterra la verdad. Porque una cosa es tener miedo de la muerte algún día, pero si pronostican que morirás por una espada o algo así, seguramente cada batalla en adelante será diferente, cada espada se verá diferente. La verdad no creo que nadie deba vivir con la carga de saber su futuro, creo que es un castigo de los dioses o lo que sea.

Tu vida, tu realidad, puede que sea muy diferente a la mía, puede que no creas en mi realidad, eso no importa mucho la verdad. Me da igual si es sólo una historia para entrenerte, para olvidarte de los impuestos, las tareas, el bullying o lo que sea, pero si lo entiendes, si lo crees, si sabes que nuestros mundos se van a cruzar, si  crees que mi mundo podría ser el tuyo, bueno, yo que tú empezaba a correr. Quizá anheles una aventura, una historia donde seas el héroe, un pequeño dato, las aventuras se cubren de muertos y los héroes, las leyendas, bueno usualmente mueren trágicamente, muy jóvenes además.

Ahora bien, les hablare del oráculo. Pero claro antes aclarare algunas cosas.

Acá hay hadas, sirenas, ninfas, héroes hijos de los dioses antiguos, monstruos marinos, aunque algunos se molestan si los llamas así, hay muchas más criaturas desde luego, y hay una gran escuela, donde asistes para poder controlarte, controlar tus poderes, aprender sobre otras criaturas, y aprender algebra, no, estar en otro mundo no nos libra del algebra.

Y si, es otro mundo, podría decirse, otro mundo oculto en tu mundo, todos los mundos están juntos, estratégicamente ocultos el uno del otro. Piénsalo, qué tan a menudo piensa alguien que esa chica que se sienta al lado en el bus podría ser una maga fingiendo ser humana. Aunque rara Vez cruzamos el Portal al mundo humano.