#11
Me fundí en la profundidad de tus palabras y en la luz de tu mirada. Me enamoré. ¿A primera vista? Los románticos como yo dirán que sí. Los realistas como otros dirán que fue el alcohol. Yo creo que fue mi corazón que sabe que está listo para alguien como tú.
Me fundí en la profundidad de tu risa y tu forma tan amplia, pero tan simple de ver la vida, y me enamoré perdidamente del ideal de ser tuya. Me enamoré. ¿De un ideal? Sí, de la idea de ser en cuerpo y alma de alguien tan precioso, tan profundo, tan luminoso y tan magnífico como tu. Me enamoré de la idea de ser de alguien que te atrapa con solo su presencia, y que te deja deseando más.
Me fundí en la profundidad de tu mirada y noté que ladeabas la cabeza cuando me mirabas, como si me admiraras cuando hablaba, y me enamoré. Me enamoré. ¿Por qué? Porque nadie nunca me había admirado como lo hiciste. Nadie nunca había tenido un brillo hermoso en los ojos al observarme, ni de había interesado en la profundidad de mi palabra, de mi risa, de mi mirada…
Me enamoré de ti esa noche... y creo, sueño, elijo creer, que alguna parte de tu corazón empezó a pertenecerme