Carta
Te escribí una carta de amor eterno que cargaba mi ilusión de una vida a tu lado y amor para darte sin miedo, para que supieras que mi amor era real. No quise enviarte mi carta al principio porque el miedo a perderte me dominaba, las lágrimas invadían mi corazón porque no podía, ni puedo, vivir sin ti…
Te envié mi carta después de pensarlo y entender que el amor es osado y que no se esconde aunque pueda que lo rechacen. Y después de meses sin saber de ti… recibí una carta firmada a tu nombre… sin siquiera esperar su llegada; sin siquiera pensar que leerías la carta en que te abrí mi corazón.
Leí tu carta y descubrí que me amabas, que tu amor me pertenecía, que tu amor vivió escondido por temor a no ser correspondido.
Nos enviamos cartas de amor eterno y esas cartas empezaron todo, y fueron cómplices de un amor que nació de tinta y papel.