A ti
Te escribo a ti, que llenas mis días de amor con caricias que no se entregan a cualquiera, y con abrazos que despiertan la primavera que ilumina mi alma y le devuelve la vida; a ti que arrancas suspiros de mis labios y que proteges cual ángel guardián a mi alma y mi corazón de ser heridos, para que su felicidad no muera en manos ajenas.
Te escribo porque tu sonrisa es paz en mis guerras, dominando mis sentidos y volviéndolos radiantes, haciendo que el mundo deje su absurdo gris y se pinte de colores para dejar de sufrir. Tú que me amas más que al mundo, aunque el mundo siempre quiera alejarte de mi y se empeñe en destruir este amor por envidia a lo que quiere, pero no puede tener.
Te escribo para dar testimonio de mi amor, que no morirá aunque se diga lo contrario, y no se cansará de hacerte feliz.
Porque mi mundo es perfecto por tenerte a ti.