Allí se encontraban, caminando por los alrededores de este hermoso lugar, paseando y viendo que había en las carpas y puestos que se habían formado para vender los productos que trajeron los comerciantes que su vida era ir de lugar y lugar ofreciendo los artículos.
-Bueno como podría explicarte estas cosas mmmm, ya se, ¿qué tal si te cuento la primera vez que viene a una feria de estas? _está bien_, bueno.
Estaba llegando a mi centro de estudios temprano en la mañana, cuando desde lejos ya se veía unas tiendas formadas en filas que ocupaban las calles, para mi mala suerte solo algunas cuantas estaban hechas las demás se estaban armando, pero ninguna, aun, tenía cosas para vender, entre a mi centro de estudios y a la salida, por si acaso salía por otra calle, me propuse a ver que había en esas tiendas, me acerque y empecé a caminar, pasaba por el costado de una iglesia, cuando vi la calle llena de carpas pero un poco vacía y decepcionante para lo que estas personas vendían, me acerque a algunas de ellas hasta que vi una que vi una que me llamo la atención, era una de libros y que tenía a la venta “ mi lucha” que es la biografía de Hitler, y que me hacía curiosa y me la quería comprar, pregunte por ella y no estaba tan cara, puesto que me la compre.
Así pues al llegar a mi casa, empecé a leerla y se me hizo aún más curiosa, y me puse a investigar por qué este personaje llego a tener esa mentalidad, recalco que a mí no me generaba odio Hitler más bien inspiración por lo gran orador que era puesto que con solo palabras hizo que un país lo siguiera, para pensé que tendría que leer mucho para mejorar mi léxico y dar discursos para conseguir las cosas más fácil, vaya que grande es el poder de la palabra.
-Mira ese de ahí es un poco complicado per las palabras que usa pero te aseguro que te gustara, se llama “El Hipocampo de oro” es de Valdelomar Pinto, una bellísima pero rara historia, bueno es hora de seguir caminando chico que nos falta mucho para recorrer.
Al día siguiente regrese a ese mar de tiendas blancas de costados grisáceos que recorrían varias calles, de ahí pregunte por autores para leer unos poemas, me recomendaron algunos y compre el que tenía el nombre más raro para ver si me gustaba esa literatura y lo leí, me encanto, busque así diversos libros cuando, me compre también “el arte de la guerra”, que me ayudo a ver mi vida y las cosas que hago a otra perspectivas,
-ya te lo comprare otro día por ahora lee este, mira ya llegaron
Así alejaron poco a poco de ese lugar, con una sonoriza pero no lo notaba entonces, porque, a la vez parecía que se ivan un poco triste y pensativo o preocupado.