Él estaba allí sentado en el balcón, mirando fijamente hacia el cielo, ajeno a todo lo que ocurría a su alrededor, no se daba cuenta de que ella lo miraba, que calculaba cada paso que daba.
Ella era la más interesada en saber cada cosa que el joven hacia y es que ¿cómo no estar interesada?, es como si el gritara e implorara por ella, estaba ansiosa, pues era el día perfecto para acercarse a él y hacerle saber que siempre lo estuvo esperando, y entonces sucedió, el dio un movimiento en falso cayendo al vació, ella sonrió, lo tenía...