Eran hermosas, sus lindos y delicados rostros lo hacían sonreír, había demorado mucho tiempo en crearlas y volverlas perfectas; sus niñas, sus creaciones, más de 100 muñecas perfectamente elaboradas, todas ellas parecían tan reales que daba pavor verlas.
Cada una tenía una expresión distinta, pero eran hermosas, sus pieles de porcelana lo enloquecían, agarro el periódico y una sonrisa adorno su rostro al ver que su nueva muñeca salía en el: Se busca, ponía el periódico, no la encontrarían ya no era una mujer, ahora era su muñeca...