Dulce y amarga, como el chocolate era ella, cuando menos te lo esperas se transforma ante tus ojos y de la timidez pasa a una fiereza sobre humana.
No es que sea mala, solamente no se deja humillar por nadie, y eso era lo que me encantaba de ella, pero aquí me tienen temblando tal gallina al ver que ella se aproxima hasta donde estoy, yo el "chico malo" del colegio completamente doblegado ante la presencia de una mujer, pero no cualquier mujer, sino de Alicia Cole.
Hola—murmure una vez se plantó delante de mí, no se como hice para que la voz me saliera normal sin tartamudeos, ella me miro y note un leve rubor cubrir sus mejillas —T-toma— agarró una de mis manos y depositó una caja de chocolates en ella, sonreí, el dia del amor y la amistad y ella, Alicia me había dado chocolates a Mi, me sentía feliz, ella no me dejo agradecerle, se perdió entre la multitud de estudiantes y yo me quede sonriendo como un tonto.
Alicia Coles, mi destino, mi perdición...