La noche comenzaba a caer lentamente sobre el pequeño descampado que contenía la casa de tamaño mediano de Katherine. Los grillos comenzaban con su canto y los caballos se acurrucaban unos con otros. El gran bulldog que custodiaba la casa ya había entrado por la puerta de entrada encontrándose rápidamente con Misifus el gato bastante peludo de la persona dueña de todo en ese campo.
Katherine tomo un sorbo de su chocolate caliente y miro el televisor gigante que cubría una de las paredes de la sala donde estaba sentada.
De repente toda esa calma y paz se vio distorsionada cuando unos golpes suaves se escucharon en la puerta de entrada.
Katherine se levanta con vagancia y arrastrando los pies se desliza hasta el lugar donde se provocan los golpes.
Al abrir la puerta una sombra en el pequeño porche en su entrada la sorprendió, rápidamente se dio vuelta y entro a su casa.
Ella no supo en que momento la taza que se encontraba en sus manos se había caído. Derramando el poco chocolate que tenia en la alfombra que hasta hace unos momentos se encontraba en medio de la sala y ahora en la entrada. Además ese no era el único detalle, no, porque su mente parecía estar jugándole una muy mala broma al ver que dentro de su hogar ya no se encontraba el comodo sillón en el que minutos antes estuvo sentada.
El único indicio de que alguna vez estuvo allí fue la silueta del polvo en las baldosas que se suponían se encontraban debajo de dicho mueble.
Conmocionada se fue hacia su habitación tratando de no pensar en lo ocurrido anteriormente, sin embargo los ruidos que se escuchaban a través de su ventana no la dejaron descansar como debería.
A la mañana siguiente se levanto yendo directo hacia el baño asustándose por completo al ver el vidrio del espejo completamente roto. Ella nunca había escuchado el vidrio romperse y no lo había roto ella. Sus mascotas no entraban a la habitación así que nuevamente la pregunta recorría su cabeza. ¿Que sucedió?
Salio rápidamente de allí se dirigió hacia la cocina tomo un poco de cereal y el pequeño cartón que contenía leche. Luego de desayunarse fue a recorrer sus campos.
Después de media hora de recorrer decido ir hacia los establos. Su conmoción fue a mayores cuando vio que su caballo, aquel que se había criado con ella estaba completamente despedazado. Destruida y asustada salio corriendo hacia dentro de la casa nuevamente. Se adentro en la habitación que contenía las cámaras y se puso a investigar que sucedió en la noche. Reviso cámara por cámara hasta que en una noto algo extraño. Estaba completamente a oscuras pero se notaba un pequeño movimiento, de repente a través del vidrio unos ojos tan rojos como la sangre la vieron con una malicia tan grande que todos sus bellos se erizaron y seguidamente su respiración se corto. Lo ultimo que vio antes de sumirse en la obscuridad fueron esos ojos rojos saliendo de la pequeña pantalla.
Cuando despertó nuevamente estaba acostada en su cama rodeada por sussabanas. Ella la noche anterior no se había arropado con sus sabanas.
FIN