Nuevamente el distrito de Barrios Altos es escenario de esta historia que parece superar a la ficción. En el cruce de los jirones Junín y Cangallo se encuentra la popular “Peña Horadada”: una roca grande (de aproximadamente 1 metro de alto) que, tal como su nombre lo indica, posee un orificio en la parte central.
Pero, ¿cuál es el origen de dicho agujero? En un libro de 1872, “Tradiciones peruanas”, escrito por Ricardo Palma, existe una explicación para este hecho. Según el autor, el orificio apareció luego de que el mismísimo diablo –quien merodeaba por las calles del distrito buscando tentar a los devotos católicos– se dio un gran susto al ver que por Cangallo (antes jirón de Los Suspiros) se aproximaba la procesión del Señor de los Milagros, y por Junín, venía en peregrinación la esfinge de la Virgen del Carmen (patrona del distrito).
Al ver que no tenía escapatoria, Satanás habría decidido atravesar la roca y desaparecer. Por años, cuenta la historia, varios gobernadores municipales han querido levantar la piedra, ya que dificulta el paso peatonal. Sin embargo, cada vez que se gestionaba la diligencia, algo la obstaculizaba y es así que la piedra aún yace en su lugar, con el hoyo a la vista