Historias Cortas De Terror

la mujer herrada

“Un clérigo no muy viejo, con su medio siglo a cuestas, vivió en México en la calle que llamamos de la Puerta Falsa de Santo Domingo en mil seiscientos setenta”. Este clérigo solitario decidió buscar una mujer con quien vivir, acto que fue repudiado por los fieles a la iglesia y por su mejor amigo y compadre quien ejercía el oficio de herrero. Al clérigo no le importó la situación y aún así vivió con la mujer.

Cierto día a altas horas de la noche tocaron insistentemente a la puerta del herrero quien vivía en la calle de las Rejas de la Balvanera: “Abre por fin tembloroso y frente a frente se encuentra con dos negros que aparecen llevando una mula negra. Y con empeño ruegan que ponga hierros a su mula, con la mayor diligencia”. Creyendo que era encargo de su amigo el clérigo, accedió amablemente, entonces tomó las herraduras, y con los clavos, martillo y tenazas puso las herraduras a la mula.

Por la mañana, ansioso el herrero fue a ver a su amigo el clérigo para saber el por qué del favor nocturno tan apresurado. Al llegar a la calle de la Puerta Falsa de Santo Domingo, el herrero subió veloz la escalera hasta llegar a la recámara y despertar a su amigo para preguntarle sobre la mula. El clérigo soltó una carcajada y le dijo que él no tenía esclavos ni mula y mucho menos para qué causarle molestia a altas horas de la noche, que probablemente era una broma. Fueron a contarle a la mujer de clérigo la graciosa historia y terrible sorpresa se llevaron. El desenlace está fatal. Conoce la historia completa.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.