El breve encuentro de la viuda con “el hombre Parca”, además de para sellar un acuerdo, dio como consecuencia que, al cabo de unos meses (no fue un embarazo normal), llegase al mundo un bebé. Sí, aquel vecindario fue testigo de varios nacimientos inusuales y yo creo que sus gentes ya estaban vacunadas a todo lo sobrenatural.
Olvido miró la carita de su hijo y al instante se le olvidó todo. Con dos maridos a sus espaldas todavía no había sido madre y de pronto el instinto maternal que tenía escondido salió a la luz. La entristecía que todos a su alrededor la tachasen de loca y de asesina. No tenían ninguna prueba, eso es verdad, porque si no, el departamento de policía ya la hubieran detenido hacía meses.
Y tomó una decisión drástica, avisó a una vecina para que cuidara durante un tiempo de su sobrina y ella marchó con su hijo a un pueblo lúgubre perdido en aquel mundo; Midnight Hollow.
La vecina aceptó no porque le tuviera cariño a aquella mujer solitaria, ni mucho menos, sino porque tuvo miedo del futuro de la criatura, dada la fama que se había creado su solitaria tía. Además, antaño fue amiga de su madre, Margarita del Moho y sentía que debía protegerla de aquella loca, que sería capaz de matarla de la forma más horrible.
En el pueblo donde se instaló Olvido la noche es eterna, supongo que por ese motivo vivían gentes de lo más variopintas y nadie pareció interesarse en ella.
Ella por su parte apenas salía y, dado que la mayoría de sus habitantes parecían ser inmortales, no volvió a ver a la causa de todos sus males.
Allí el niño creció a una rapidez increíble y Olvido pudo por fin rehacer su vida. En ese lugar parecía sentirse a sus anchas, todo eran mansiones victorianas o de estilo Steampunk. Poco supo a qué se dedicaban sus habitantes, que se paseaban con atuendos y peinados poco usuales y se reunían en garitos de malamuerte, mezclándose con otro grupo de aspecto sospechoso, que se reunían en los sótanos y que parecían consumir botellas de un liquido rojo parecido a la sangre.
Olvido tanto se relajó que conoció a un hombre mayor que ella llamado Archivald Fantoche que la pretendía. Ella estaba bastante escarmentada con sus anteriores matrimonios y huía de los hombres, pero aquel tipo parecía bastante agradable y aceptó tener una bonita amistad con él.
Todo parecía irle sobre ruedas, Archivald era un hombre maravilloso que pasaba mucho tiempo con ella, invitándola a su casa para tomar el té con pastas, mientras el niño era atendido por una canguro. A veces se arriesgaban a salir al único bar del pueblo para distraerse un poco y mezclarse con la fauna reinante allí. Olvido por el momento mantuvo su maternidad en secreto.
Pero una noche después de acostar a su hijo, oyó una risa conocida y se le heló la sangre. Miró a su alrededor, pero no vio a nadie. Entonces, en el espejo que había en la habitación de su hijo vio una figura apenas visible que se movía. La Parca no podía venir porque no había ningún alma que llevarse, pero acechaba aburrida en las sombras y había descubierto aquel bebé inocente, su hijo.
Entonces Olvido se puso histérica, había creído a aquel ente con el cual había sellado un pacto, tenía la esperanza que se hubiera olvidado de ella, pero no era así. Temió que ahora, al saber que tenía descendencia, aprovechara una próxima víctima y se llevara a su hijo.
Por eso, y aprovechando que aquel hombre insistía para una relación más profunda, decidió que aquel maravilloso personaje tendría que convertirse en una víctima colateral.
El inocente poco sabía de lo que iba a ser capaz aquella mujer de larga cabellera y piel blanca, cuando loco de amor se dieron su primer beso y al poco Olvido aceptó regresar a su barrio natal para casarse y vivir allí.
—Pero cariño mío, ¿no crees que es demasiado precipitado? Aquí somos felices los dos, me extraña que en los cuatro meses que llevamos juntos no me hallas invitado a tu casa, pero lo respeto.
—Amor, ya tenemos una edad y no podemos perder tiempo, a mi edad sigo soltera y me haría mucha ilusión contraer matrimonio. Sería una boda íntima, los dos solitos en la iglesia, no tengo familia y mis amigos fueron lejos. He tenido una educación bastante conservadora y hasta que no seamos esposos como manda la ley católica, no podremos tener hijos.
Finalmente logró convencerle, porque Archivald era muy familiar, el pequeño de cuatro hermanos, es el único que quedaba con vida y ansiaba tener una familia numerosa con aquella mujer que amaba.
—Esta bien amorcito, ya veo nuestro futuro juntos, con nuestros retoños corriendo por toda la casa armando alboroto…—y lleno de dicha la abrazó. No pudo ver como la afligida mujer hacía amago de contener las lágrimas. Ella veía otro futuro para él no tan halagador.
Y unos días antes de marcharse para las Rarezas con su futuro marido, desde su casa hizo una misteriosa llamada.
—¿Es el orfanato “Pequeños susurros”? pues querría traer un bebé… no, no le puedo revelar mi nombre… por causas ajenas a mí debo mantener mi anonimato, por lo que lo dejaré mañana por la noche en la puerta.
***
Cuando Elena llegó al lugar del accidente encontró al piloto mal herido tumbado en la arena y sin preguntarse nada más, su instinto profesional la hizo hacerle los primeros auxilios a pesar de que estaba medio inconsciente.