Historias De Mi Para Ti

De Vuelta 3

EXPLICACIONES A MEDIAS 
 

Ella la veía, ¿Enserio la veía?, no lo sé pero lo único que puedo hacer es confiar en ella.
– La veo – volvió a decir – Ella no, no pertenece a este mundo, ella te busca... 
Me quedé atónito con lo que dijo, me buscaba pero ya no la conozco – ¿por qué? – pregunté, pero no recibí respuesta, ella mantenía los ojos cerrados y sus gestos, no sé como describirlos.
– Una promesa... – volvió a hablar, esto empieza a asustarme – Una promesa de hace mucho tiempo... Ella sufre por esa promesa, esperó pero nunca llegó.
No entiendo nada de lo que dice, me siento desesperado, los gestos que ella hace son de dolor, no sé que está pasando pero no parece que sea bueno. De repente, sin mas, ella abrió los ojos y apretó muy fuerte mis manos, cuando la miré supe que no era ella. ¿Por qué?, por sus ojos, son totalmente negros, lágrimas caían sobre sus mejillas, lloraba y sentía que debía abrazarla, consolarla ... Amarla.
– Te he encontrado, al fin amor mío, te he encontrado, vida, traeme de vuelta a la vida, cumple tu promesa... – me dijo, inmediatamente cerró los ojos y soltó bruscamente mis manos, casi empujandome, su respiración era agitada como si la hubiera respirado por un buen tiempo. 
– ¿ Se encuentra bien? ¿ Que sucede? – le pregunté tocando su hombre, mientras una de sus manos estaba en su pecho. No hubo respuesta – Dígame ¿Que fue eso?
– Ella, esa mujer, su nombre es Angélica, Angélica Martines; no pertenece aquí... – no entendí a que se refería y así que solo esperé – Está muerta ... – dijo al ver mi desconcierto – Pero se niega a irse, espera esa promesa...
–¿Qué promesa?; explicame todo de una vez, ¿Qué fue todo eso de traeme de vuelta y la promesa?– prácticamente le grité, estoy confundido y no entiendo, y eso me desespera. 
–Tranquilizate, no es mi culpa, esa mujer es especial y peligrosa, tomó mi cuerpo y pude haberme quedado ahí... – lo último lo dijo mas para ella misma que para mí – Mira, para empezar, hay dos mundos el de los vivos, dónde estamos tu y yo, y el de los muertos, pero hay un lugar, uno intermedio y generalmente ahí están los que tienen algo pendiente o están castigados, no  pueden volver pero ella, ella está intentando cruzar la barrera para estar contigo, eso la está, digamos que matando por eso aparece así en tus sueños como si agonizara, quiere que cumplas la promesa que le hicieron. Se quedó mirando un punto fijo. 
–Yo no lo conozco y no prometí nada – le dije, pero recordé lo que sentí cuando vi que lloraba, la ternura, las ganas de abrazarla, como si la conociera. 
– Lo sé, pero yo vi a alguien como tú, su nombre era Efraín, Efraín Montero – volteé a mirarla con sorpresa y le dije – Es mi abuelo ...
– Se parece a ti, por eso ella te busca ... Ella cree que eres tú ... – respondió, me miraba preocupada y no sé por qué. 
–Y... ¿De qué se trata la ... Promesa?– le pregunté, no sé por qué pero tal vez podría cumplirla, que estoy pensando, realmente estoy mal.
– Él, tu abuelo, prometió que volvería por ella, que la protegería y estarían juntos por siempre... – notaba tristeza en su voz, su mirada clavada en el piso– Mintió... Su promesa era una mentira, él nunca volvió y nunca lo haría. Lo dijo con cierta rabia... 
– Y ¿por qué?– pregunté, tal vez no debí hacerlo, ella me miró con cierto enojo – Era casado – respondió con fastidio y añadió – La engañó y ella, Angélica, sufrió demasiado, fue un tormento su vida y perdió muchas cosas a causa de esa prom... De esa mentira. 
– Dime algo, ¿Hay una forma de volver ... A este mundo?– le pregunté, ahora era yo quién tenía la mirada perdida, no sé por qué le pregunté eso pero tal vez había una forma y podría salvarla o de algún modo reparar el daño que hizo mi abuelo. Eso sentía.
Ella me miró sorprendida, luego volvió a mirar al frente – Sí... – respondió – sí hay una forma, pero ni siquiera lo pienses, ella no puede volver...
– ¿Por qué? – le pregunté casi molesto. No había razón pero me molesto que dijera que no podía volver.
– Ya te lo dije es peligrosa, no es la misma, ella hizo cosas, no es solo un alma en pena, sé lo que sientes por ella pero solo te manipula... – me tomó de los hombros y me miró a los ojos y continuó – Además, la forma de hacer que vuelva es, es terrible. Bajó la mirada apenada. 
– ¿cuál es? – le pregunté, le tomé el rostro – Dime cuál es por favor, no lo voy hacer pero quiero saberlo. 
– Mmmm... Bien ... La forma es vida por vida, ¿entiendes?– negué con la cabeza – si quieres que ella vuelva debes hacer un intercambio su alma por la de...– hizo una pausa, esa misma mirada, ella estaba viendo algo. 
– ¿E-está todo bien? – le pregunté pero no hubo respuesta, le sujeté los hombros y la sacudí un poco, volvió, me miró, otra vez, preocupada – ¿Q-qué pasa?
– No podemos controlar el destino, pero evita conocerla – me dijo preocupada y algo alterada.
– Conocer ... ¿A quién?– Pregunté
– A una chica, no sé como se llama, pero si la llegas conocer... Todo se saldrá de control, Angélica tratará de volver a través de esa chica– me respondió con un seriedad y preocupación. Debe ser una broma, y le puse una cara de es ¿enserio? Y ella me miró con  severidad. 
De repente era como si nos conociéramos de mucho tiempo y fuéramos grandes amigos, podía leer sus miradas y al parecer ellas las mías. Se paró yo también lo hice. 
– Ya debes irte es muy tarde – cuando miré por la ventana, ya casi era de noche, el tiempo había pasado demasiado rápido– Recuerda lo que te dije, evitalo, vuelve mañana, voy a intentar ayudarte ... 
– Esta bien – le dije sentía algo extraño quería abrazarla y le pregunté – ¿Puedo abrazarte? – ella se sorprendió pero asintió. La abracé y me sentí mejor, mañana le preguntaría sobre eso, sé que ella podría explicarme el por que me siento así con ella, nos dirigimos a la puerta, nos despedimos , salí y de verdad era muy tarde, tengo mucho en que pensar. 
Caminé distraído aún sin creer lo que pasó, llegué al edificio donde vivía y al entrar tropecé con una chica, tiré sus cosas así que la ayudé a levantarse – Lo siento, estaba distraído – le dije, ella solo sonrió – No pasa nada, yo también estaba distraída – se fue y yo entré, solo quería estar solo para procesar todo lo que pasó.




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