RESPUESTAS
4
Al estar en mi habitacion, me puse a analizar todo lo que habia sucecido, no puedo creer que de repente todo se convirtió en una de esas historias de ficción, de repente estoy siendo perseguido por un fantasma que piensa que soy alguien de quien se enamoró hace mucho tiempo y lo peor que ese alguien era mi abuelo.
Tengo tantas preguntas, como ¿Qué le hizo? ¿Qué le prometio? ¿Qué fue lo que pasó realmente? ¿Qué la convirtió en eso que es? Y ¿Qué es realmente?. Todo eso rondaba mi mente y no sabía que hacer, pero por otro lado era bueno, en verdad no quería dormir; no quería soñar con ella, con su agonía.
Había pasado toda la noche así, despierto, pensando, necesitaba respuestas, respuestas que buscaría, tengo la certeza de que Samira me las dará, y si lo pienso hay algo extraño en ella, algo que nos une de algún modo, no sabría explicarlo, pero supongo que es bueno de alguna manera.
Estaba tan abstraído en mis pensamientos que no me di cuenta de que ya había amanecido, es domingo, pero aún muy temprano así que me levanté, me preparé un café e hice algunos pendientes que tenía en el trabajo, los arreglos de las fotos que había tomado me dieron un poco de sosiego, pero no por mucho.
Eran las ocho de la mañana, me bañé y vestí para ir a casa de Samira. Caminé unas cuantas cuadras y llegué; toqué la puerta, ella abrió y me sonrió– Pasa– me dijo haciendo un ademán para que entrara, la verdad no esperé que estuviera... Esperándome.
–Gracias– respondí entrando, nos dirigimos nuevamente a esa pequeña sala, de repente me sentí ansioso, tenía tantas preguntas que no sabía por donde empezar, para mi sorpresa ella empezó.
–¿Pudiste dormir?– preguntó, su rostro reflejaba preocupación, debía tener un aspecto terrible.
–No, la verdad es que no– respondí desganado– Tengo muchas preguntas rondando en mi cabeza.
– Bueno, empieza– dijo con un tono tranquilo.
– Eeemmm... –comencé a dudar, en serio no sabía por donde empezar, entonces solo dije–Quiero saber su historia, quién es ella y qué tuvo que ver con mi abuelo. Ella me miró un poco sorprendida y confundida, la verdad no sabía que había en su rostro.
– Vale, eehhh... – al igual que yo dudó, pero ¿realmente era tan malo? – Ella, Angélica, era una muchacha inocente, mas bien ingenua diría yo, pero como sea era buena y pura... –se detuvo había algo en sus ojos, una melancolía casi discreta. –Era pobre, pero aún así todo iba bien en su vida ... – continuó – Hasta que conoció a tu abuelo, tu abuelo era un hombre acomodado, y en ese tiempo joven y guapo, todas estaban locas por él, pero se fijó en Angélica, ella se sintió dichosa y feliz, le hizo muchas promesas... – se detuvo y yo me desesperé.
–¿Qué promesas? – pregunté con una nota de desesperación en la voz.
–Promesas que todos hacemos cuando estamos enamorados, pero la principal era que la amaría para siempre, se casaría con ella y se quedaría con hasta el fin de sus días e incluso en el más allá.
–Y... ¿Qué mas pasó?– pregunté.
– Él enfermó, era seguro que moriría, ese era su destino, pero ella aferrada a esa promesa, salió y miró el cielo diciendo que ella sería capaz de cualquier cosa por la vida de su amado y la escucharon, pero la que los escuchó era un especie de espíritu neutral que necesitaba de almas para vivir, y eso fue lo que le pidió su alma a cambio de la vida de él ... Ella aceptó convencida de que todo marcharía bien y de que esa promesa se cumpliría...– se detuvo de nuevo, esta vez en sus ojos había tristeza.
– Y...¿luego?– pregunté con precaución.
–Él se recuperó, y se fue prometiendo que regresaría por ella, pero no fue así, nunca volvió... Y llegó el momento del pago, ella se negó e hizo otro trato para quedarse viva y seguir esperando, pasó mucho tiempo, no regresó y ella convirtió en eso... que te persigue. – terminó mirándome con esa tristeza, ahora entendía un poco, ella Angélica, seguía esperando; aunque ahora creía que lo había encontrado.
– ¿Qué más quieres saber?– preguntó.
–Bueno... ¿Por qué debo evitar conocer a alguien?