Historias de Vampiros

Capítulo I

Carolina

Carolina

-Sufiente-dice con voz firme. No le hago caso y sigo con lo mío-. Es suficiente-dice de nuevo.

Al escuchar esas palabras suelto el cuerpo del humano del cual minutos antes me estaba alimentando en un callejón de una pequeña aldea. Giro mi cuerpo para verla. Ella hace una mueca de asco al ver mi rostro cubierto de sangre.

-¿Qué?-digo con una sonrisa.

-Esto es aburrido-dice haciendo un puchero.

-No es mi culpa que no te diviertas.-digo acercándome a ella.

-¡Demonios! Eres igual a tu padre, si tu padre te viera estaría muy orgulloso. Eres toda una Carew-dice riéndose a carcajadas.

Yo solo le doy una mira fulminante y ella para de reír. Ella sabe que no me gusta que me digan que soy igual a él, yo no soy igual a él. Me acerqué peligrosamente a ella y la tomo por el cuello acorralandola en la pared del callejón.

-No vuelvas a decir que soy como él- digo apretando más el agarre de su cuello.

La ira corre dentro de mi y al sentir esa sensación de placer al hacer daño indica que el demonio dentro de mi quiere liberarse, tomar el control y matar.

-si-i no fu-eeeras co...mo él no me ha-rias eess...to-dice con dificultad.

Me doy cuenta de lo que estoy haciendo y la suelto alejandome de ella. Ella cae al suelo tosiendo varias veces intentando que el aire entre por sus pulmones otra vez.

La sensacion de culpa domino mis pensamientos y No puedo creer lo que hice. Que demonios me paso. ¡Soy un monstruo! Otra vez casi mató a alguien pero está ves casi mató a Rebeca.

-Perdoname, yo no quise hacerte daño, es solo que.... Perdoname por favor-digo en lágrimas cayendo de rodillas al suelo sintiendome pequeña.

-Shhh, ya tranquila sé que no querías hacerme daño. Tranquila-. Dice tan tranquila acercandose a mí.

Mis pensamientos de culpa me atormentan, como pude hacerle esto. Ella nunca me abandona, nunca me deja sola. Estuve a punto de matarla y ella aún así fue capaz de perdonarme pero yo nunca me perdonaré.

-¡Perdoname!. ¡Perdoname!. ¡Perdoname!- digo en llanto alejándome de ella.

-Te perdono-dice acercándose a mí.

-¡NO TE ACERQUES!-grito para que ella no se acerqué-. SOY UN MONSTRUO Y TODO POR TENER LA SANGRE DE ESE MALDITO EN MI CUERPO-digo gritándole más fuerte y siento mi cuerpo más frío de lo normal, eso solo significa una cosa. El demonio que llevo dentro quiere salir de nuevo.

Rebeca es mi única amiga. Apesar de tantas veces que casi la mato ella no me ha dejado sola. Ella es la única que me aprecia. Todos los demás vampiros me tienen miedo por ser la hija de Jhon Carew. Todos me comparan con él pero yo no soy como él, yo no mato por placer. Mi padre es todo un monstruo deseo que el no fuera mi padre y que su sangre no corra por mis venas. ¡Lo odió!

-Perdón-digo en un susurro.

-TE PERDONÉ, MALDITA SEA CAROLINA SE QUE PUEDES CAMBIAR. NO DEJES QUE ESE. MALDITO DEMONIO TE CONNTTROLE-dice gritándome mientras se acerca a mí-Carolina soy yo, tranquila-escuchar eso significa que mis ojos an cambiado a negro.

Siento mi cuerpo temblar y relajarse como a la vez no puedo sentirlo. Intento pararme pero caigo al suelo y Rebeca se acercó rápidamente a mí.

--¿Estás bien?-dice preocupada mientras me ayudaba a levantarme.

--Si, estoy bien-digo poniéndome completamente de pie y estable.

-Bueno, yo creo que tenemos que irnos-dice separándose de mí mirando mis ojos, cambiando de tema-. Te recuerdo que dentro de una semana será el festival de nombramiento.

-Es cierto se me olvidó-digo sin importancia mientras seco mis lágrimas con mis manos.

-Se te olvido o aún tratas de olvidar el festival.

-La segunda-digo con una sonrisa forzada intentando ocultar el dolor por casi matarla y por sacar al maldito demonio que llevo dentro de mí..

-No sabes bien esconder tus emociones-dice en tono dulce.

-Perdó, no dejo de pensar en lo que estuve a punto de hacer. Estuve apunto de matarte y...-digo intentando que las lágrimas no salgan.

-Ya te dije que no te preocupes. No es tu culpa que la sangre de ese maldito corra por tus venas y que lleves un demonio dentro de ti. Tú puedes cambiar, se que no eres como él.

-¿Aún somos amigas?-pregunto dudosa. No la culparía si ella me dice que no.

-Claro que lo somos-dice muy sincera-. Yo nunca te dejaría sola.

-Me alegra escuchar eso-digo apuntó de llorar.

-Tranquila, bien cambiemos de tema porque me harás llorar-dice fingiendo limpiar una lágrima.

-Bien, mañana es el festival. ¿Sabes que el festival va hacer de máscaras?-pregunto y se que ella ya lo sabe.

-Si y también se que una personita será nombrada como
futura reina y hija de los Carew-dice refirirndose a mí.

-Si y sabes también que no quiero.

-Si lo se pero tranquila, serás una Carew hasta que tu padre te transforme en una completa Carew-dice algo seria.

-Si tengo planeado ese día escapar de mi padre.

-Ten cuidado-dice seria y a la vez preocupada.

-Si.

-Bueno, tenemos que llegar al castillo Carew-dice señalando el castillo.

Levanto mi vista para poder ver el castillo. Se mira muy lejos y no puedo creer que he vivido más de doscientos veinticinco años en ese castillo y que además que he compartido techo con el ser más despreciable del mundo, mi padre, es increíble que viva con él.

-Si-digio en un susurro.

-¡Oye! ¡te vas a quedar allí parada toda la vendita noche!- dice gritando me-. ¡No tengo todo la vida del mundo!

Giro mi cuerpo para verla y ella ya no está a mi lado. Me dio risa al escuchar sus palabras "no tengo toda la vida del mundo" y claro que la tiene es un vampiro de sangre Real es toda una Smith. La busco con la mirada y lado miro algo lejos de mi. ¡Demonios cuando llegó allí! En un parpadeo ella me tiene a la par de ella, gracias a que me moví a velocidad vampiro.




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