Historias Dementes

Abandono

Hoy me despertaron más temprano de lo normal, aunque yo quería seguir durmiendo. Soñaba que corría. Me separaron de mi cama y me dieron de comer. Estaba muy rico, tanto que me hizo olvidar que había despertado temprano. Después de comer, ya tenía ganas de irme a jugar, pero no, no me dejaron y me llevaron a la temida y gran mesa.

Ya ahí, me metieron al agua. Por más que quise irme y por más que chillé, siguieron metiéndome ahí y dejándome todo mojado. Está bien, acepto eso, ahora merezco jugar, pensé. Pero no, hicieron algo que nunca habían hecho. Parecía que me acariciaban, pero mucho más duro de lo normal. Casi dolía. Me jalaban todo mi cabello desde la cabeza hasta mi colita. No fue bonito. No eran caricias que me gustaran.

Cuando finalmente terminaron, pensé que me dejarían ir a jugar, pero no. Me pusieron algo en mi cuello y unos listones sobre mis orejas. Me dieron un beso y me llevaron cargando lejos del patio. Salimos a otro patio que estaba abierto. Podía ver muchas personas. Muchos perros pasaron por ahí, y yo estuve sentado, con una cuerda en mi cuello mucho tiempo. Tanto tiempo que tuve que comer otra vez. De vez en cuando, alguien me acariciaba y se acercaba conmigo, pero yo solo quería irme a jugar. Estuve ahí todo el día hasta que empezó a verse todo más oscuro.

"No van a venir por él", dijo mi amigo que me bañaba, aunque yo no entendía qué significaba; se veía triste. "Qué personas... con lo chulo que se ve", dijo mi otro amigo. "Vámonos, Terry, no te merecen", y me cargó.

Al fin íbamos a jugar.



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En el texto hay: historias cortas, amor, terror

Editado: 17.05.2024

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